lunes, 3 de agosto de 2009
Nada por la patria. (49)
Cataluña lleva siglo y medio con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo. Si hoy tiene seis millones de habitantes en lugar de dos y medio, y por tanto puede funcionar como funciona, es gracias a los españoles de Almería u Orense que vinieron en su día a vivir y tarbajar aquí. Si mañana sigue existiendo y prosperando será en buena medida porque aumentará la proporción de catalanes de origen africano, latinoamericano o asiático, hijos de los que ahora están llegando o fruto mestizo del ayuntamiento entre laias y alís. Más vale que aprendan cuanto antes a vivir juntos y además revueltos, pues el único futuro de Europa es la mezcla. Por de pronto, bueno sería que en lugar de preocuparse tanto por la integración y la identidad, las escuelas comenzaran a darse cuenta de que una de sus tareas más úitles sería ayudar a niños y niñas muy distintos entre sí en el diseño de estrategias convivenciales razonables.
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