lunes, 30 de diciembre de 2013

2 razones para no volver a rodear el Parlament

En junio de 2011 el Parlament de Catalunya fue rodeado y bloqueado por los indignados.                                                       Dos cosas han cambiado desde entonces para que no haya vuelto a suceder. 1. La Generalitat ha convencido a muchos catalanes de que los recortes son culpa de España 2. Las CUP ya están dentro del Parlament y son cómplices de la Generalitat

lunes, 9 de diciembre de 2013

La imagen y no la sustancia

Eligieron fomentar la pertenencia ciega y no la ciudadanía electiva, la mitología y no el conocimiento histórico, el narcisismo quejumbroso y exigente y necesitado siempre de halago y no la responsabilidad, el clientelismo y no la soberanía cívica, la grosería disfrazada de autenticidad y no la educación, la imagen y no la sustancia. Pasaron de las consignas ideológicas a los eslóganes de la publicidad electoral sin detenerse nunca en el libre pensamiento, igual que muchos de ellos habían pasado de jóvenes de la ortodoxia católica a la comunista, y de los cursillos de cristiandad a los de marxismo-leninismo, y de ahí a la ortodoxia ultraliberal.


Todo lo que era sólido, ANTONIO MUÑOZ MOLINA

lunes, 25 de noviembre de 2013

lunes, 4 de noviembre de 2013

jueves, 31 de octubre de 2013

Santa simplicidad

Tiene gracia el dirigente de las CUP (Candidatura d´Unitat Popular), la más aparentemente radical de las opciones electorales. "La independencia no es conservadora." Santa simplicidad. La independencia no la vas a ver porque ellos saben, ximplet, lo que se juegan en este envite. Y tú, y tus voluntariosos seguidores, todo lo que tenéis en Cataluña son cuatro alcaldías de mierda -de pueblos muy bonitos, eso sí-, en una sociedad a la que le agrada vuestro papel de caganers. La alegría de un pessebre.



La decadencia de Cataluña, GREGORIO MORÁN

lunes, 7 de octubre de 2013

A mí no me roba España

A mí no me roba España, sé muy bien qué españoles me roban, pero como vivo en Cataluña, entre los que me roban hay más catalanes que castellanos, santanderinos o bilbaínos.



La decadencia de Cataluña, GREGORIO MORÁN

lunes, 23 de septiembre de 2013

Tratando de engañarme

Siempre que aparece el nacionalismo en su forma institucional sé que están tratando de engañarme.


La decadencia de Cataluña, GREGORIO MORÁN

miércoles, 18 de septiembre de 2013

La lengua como industria

Jordi Pujol consiguió convertir la lengua en la principal industria de Cataluña. Primero porque como católico no podía inventarse una fe nueva, o una especie de "regalismo" catalanista, aunque lo intentó y aún insiste con el Monasterio de Montserrat como símbolo. Su empresa es una industria singular porque no produce nada, cero valor añadido, pero da de comer a miles de ciudadanos y a sus familias, y les otorga la buena conciencia de un católico ferviente en un mundo de descreídos sin la llave de la salvación de la lengua.


La decadencia de Cataluña, GREGORIO MORÁN

domingo, 15 de septiembre de 2013

Hechos condenados y por condenar

HECHOS CONDENADOS POR "TODOS" LOS PARTIDOS DEMOCRÁTICOS                                                       HECHOS CONDENADOS POR "SÓLO ALGUNOS PARTIDOS" DEMOCRÁTICOS

viernes, 13 de septiembre de 2013

Diarios

"Si no imaginamos el futuro, ¿cómo vamos a creer que existe? Pienso que en un año o dos se recuperará la atmósfera, se repararán los daños y volveremos a caminar bajo la clara luz del día. Pero jamás he sido tan profundamente consciente del caos, como si estuviéramos en plena caída desde una órbita atmosférica inmoral, como si la dulce gravedad de la vida estuviera en peligro." JOHN CHEEVER, Diarios

sábado, 7 de septiembre de 2013

lunes, 19 de agosto de 2013

¿Europa nos roba?

Realmente, no parecemos un miembro muy de fiar: si no soportamos al vecino de toda la vida, ¿cómo nos vamos a llevar bien con toda esa gente a la que, además, no entendemos porque no sabemos inglés? En el caso improbable de que nos aceptaran como nuevo estado, ¿cuánto tardaríamos en quejarnos de que los húngaros no daban golpe, los ingleses no se duchaban o los franceses se tiraban pedos en el Parlamento Europa? ¿Cuánto tardaríamos en llegar a la conclusión de que Europa nos roba?
                                                                                                                                                                    El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

domingo, 18 de agosto de 2013

No quiero formar parte de una tribu



Que es lo mismo que los nacionalistas catalanes nos exigen a los desafectos al Régimen. Que nos callemos. Que no molestemos. Que reconozcamos que somos ciudadanos de segunda. Por eso hay que evitar la integración tal como la entiende el Régimen. Prefiero ser un inadaptado a tener que adaptarme a cosas que no me gustan. Prefiero ser un colono si integrarse equivale a ser un borrego. Y prefiero ser cosmopolita antes que un cazurro. Reivindico mi derecho a representarme exclusivamente a mí mismo, y a veces ni eso. No quiero formar parte de una tribu, sino de un país de la Unión Europea que no hay que crear porque el que tengo ya me va bien.


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

jueves, 15 de agosto de 2013

Nadie en su sano juicio debería votarles




Poco se puede añadir sobre Junqueras y Bosch, aparte de que nadie en su sano juicio debería votarles jamás. Bajo su apariencia, digamos, bondadosa y presentable -más bondadosa y presentable, por lo menos que la de Carod- yace la Esquerra Republicana de siempre, la que si pudiera eliminaría la lengua española en Cataluña. Puede que ahora digan que el idioma es lo de menos, que lo importante es la independencia, que también sienten el castellano (casi) como una lengua propia, hasta el punto de declararla cooficial en la Cataluña libre, pero es mentira. Si con el sistema autonómico ya han demostrado sobradamente el asco que sienten hacia los españoles y su pútrido (aunque generalizado) idioma, ¿qué podemos esperar de ellos en una Cataluña independiente?


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

martes, 13 de agosto de 2013

¡Facha, que eres un facha!




Si no aplaudes todas las decisiones de tus jefes es porque eres u nacionalista español. O aún peor, un falso cosmopólita que no ve más allá de sus narices. Y no los sacarás de ahí: te han calado, chaval. Puede que te pasme ver que el término "cosmopolita" se ha convertido en un insulto para el imagianrio nacionalista, cuando a ti te parecía que era un halago. ¡Qué equivocado estabas! Cosmopolita, hombre de Dios, es sinónimo de español, que a su vez equivale a franquista, o sea, a fascista. ¡Facha, que eres un facha!



El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

domingo, 11 de agosto de 2013

Ser español sin ser españolista y catalán sin ser catalanista




Actualmente en Cataluña el patriotismo es el opio del pueblo. Pocos son los que se atreven a cuestionarlo. Si lo haces -cree el ladrón que todos son de su condición-, el Régimen -pues lo que tenemos en mi tierra desde hace treinta años es un régimen, no una sucesión de gobiernos democráticos- te tildará de españolista. De nada te servirá aducir que tú te sientes catalán y español, a secas, que la terminación en "ista" te da grima, que se puede ser español sin ser españolista y catalán sin ser catalanista.



El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

martes, 6 de agosto de 2013

Se la han dejado dar con queso



Igual de acomplejados que el PSC con respecto a esa cuestión nacional que Pujol ha conseguido insertar en el cerebro de casi toda nuestra clase política, los alegres ciclistas de ICV se la han dejado dar con queso. Deberían estar hablando de la superioridad moral de la izquierda sobre la derecha, pero en vez de eso, se suben al carro del "derecho a decidir", por si faltaban pruebas de que el funesto pujolismo ha calado hondo en todos los estratos sociales del país. ICV debería primar las ideas sobre las patrias, pero a sus dirigentes también les sale al exterior el pequeñoburgués catalanista que llevan dentro, el que cree que, en el fondo, la catalanidad es sinónimo de progresismo, razón y bondad.


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

Todo tenía que ser "nacional"

En cuestiones culturales todo iba a consistir en grandes equipamientos que incluyeran la palabra "nacional". Teatros, museos, instituciones varias... Todo tenía que ser "nacional". Las estructuras de estado, ya saben. ¿Arruinarse en un Teatro Nacional en vez de repartir los monises entre las compañías independientes? Por supuesto. ¿Acometer obras más propias del siglo XIX que de finales del XX? Pues claro que sí. Total, a los nacionalistas, por definición, la cultura se la pela: lo único importante es la lengua. Si luego resulta que la obra de mayor éxito en la cartelera barcelonesa es La extraña pareja, de Neil Simon, con Paco Morán y Joan Pera y en castellano, pues qué se le va a hacer: San joderse cayó en lunes. ¿A qué nacionalista le importa la realidad cuando se le ocurren con fantásticas ficciones?                                                                                                                                                                                                                                                   El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

lunes, 5 de agosto de 2013

Barcos de esclavos



El barrio se me ha llenado de banderas. Básicamente, la senyera tradicional y la estelada (copiada de la enseña cubana, como la ikurriña de la Union Jack, en homenaje, sin duda, a  la estrecha relación de catalanes y negros cubanos en los barcos de esclavos del pasado: ya se sabe que el roce hace el cariño).


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

Aparentar lo que no se es: una nación



El mesiánico Pujol se tomó TV3 como una cuestión personal. La necesitaba para construir el país falso que tenía en la cabeza desde tiempo inmemorial. Era, de hecho, una de esas estructuras de Estado de las que ahora habla Artur Mas. O sea, otra manera de aparentar lo que no se es: una nación. Desde un principio, en TV3 solo existía un país de verdad, Cataluña. España se convertía en el Estado español. En los mapas del tiempo podías enterarte de que en Moscú hacía una rasca de cojones, pero era imposible saber si llovería al día siguiente en Madrid. Total, ¿qué se te ha perdido a ti en Madrid, mísero espectador? Vete a Moscú, hombre, que verás mundo.



El manicomio catalán,  RAMÓN DE ESPAÑA

sábado, 13 de julio de 2013

Moción de censura, último recurso

Artículo de Rosa Díez publicado en El Mundo.



Los artículos 175 y 176 del Reglamento del Congreso de los Diputados establecen que:
Artículo 175
«1. El Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno mediante la adopción de una moción de censura.
2. La moción deberá ser propuesta, al menos, por la décima parte de los Diputados en escrito motivado dirigido a la Mesa del Congreso y habrá de incluir un candidato a la Presidencia del Gobierno que haya aceptado la candidatura».
Artículo 176
«La Mesa del Congreso, tras comprobar que la moción de censura reúne los requisitos señalados en el artículo anterior, la admitirá a trámite, dando cuenta de su presentación al Presidente del Gobierno y a los portavoces de los Grupos Parlamentarios».
O sea, que serán necesarios al menos 35 diputados para que pueda tramitarse correctamente; que habrá de ser positiva (propondrá candidato y programa); y que una vez presentada cumpliendo los requisitos, ninguna mayoría, por muy absoluta que sea, podrá evitar que se produzca lacomparecencia del presidente del Gobierno para que la Cámara en su conjunto pueda juzgar su actuación.
La negativa del Gobierno a comparecer en el Parlamento Nacional y rendir cuentas ante las graves acusaciones y contundentes indicios que obran en sede judicial, tanto sobre la financiación ilegal del partido político que lo sustenta como por los salarios percibidos ilegalmente por destacados miembros del PP, –entre los que se encuentra el propio presidente del Gobierno–, nos mueve a proponer al conjunto de fuerzas políticas la utilización del único y último recurso constitucional y político que obligaría a Rajoy a rendir cuentas ante los ciudadanos: la presentación de una moción de censura.
Somos conscientes de lo extraordinario de la iniciativa, pero creemos necesario que las fuerzas políticas superemos nuestras legítimas diferencias y respondamos con la altura de miras que nos demanda la gravedad de lasituación de deterioro institucional por la que atraviesa España. Proponemos a los grupos políticos una acción conjunta que sume los treinta y cinco diputados necesarios para presentar la moción de censura con el único objetivo de devolver la autonomía al Parlamento y obligar al Gobierno a rendir cuentas ante los ciudadanos. El candidato a la presidencia sería elegido mediante la fórmula que acordemos, –de antemano anuncio que los diputados de UPyD estamos autoexcluidos y aceptaremos cualquier consenso– y estaría comprometido,–si la moción saliera adelante–, a disolver las Cámaras y convocar elecciones de forma inmediata.
Tenemos el deber de utilizar todos los recursos institucionales que están en nuestra mano para enfrentarnos a la crisis política e institucional que sufre nuestro país. Hemos de forzar al presidente a cumplir con su obligación democrática y constitucional de rendir cuentas ante los ciudadanos. No podemos aceptar pasivamente que ya hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para regenerar la democracia y devolverle su papel a un Parlamento secuestrado por una mayoría política más preocupada por salvar su poder partidario que por defender la dignidad de las instituciones. España es mucho más que la suma de todas las siglas de todos los grupos parlamentarios, España es el conjunto de los ciudadanos españoles, y todos ellos, estoy segura, esperan de nosotros que nos comportemos también por encima de las siglas de nuestros partidos. Provocar que el presidente rinda cuentas no es sino esa tarea de servicio público que se espera de nosotros.

jueves, 11 de julio de 2013

Odio y desprecio


Para empezar, había que convertir España en una entelequia extrañísima llamada Estado español. Para los nacionalistas, Francia podía seguir llamándose Francia e Inglaterra, Inglaterra, pero España se había convertido en el Estado español, término que para los españoles en general no es más que una figura jurídica: en ese sentido, TV3 es la única televisión del mundo en cuyos partes meteorológicos llueve sobre una figura jurídica. La idea subyacente es de lo más obvia: España no es un país, solo un estado. Países, lo que se dice países, solo hay uno: Cataluña. España es una invención de los castellanos, secundada por los andaluces, a quienes, como muy bien sabe Duran i Lleida, mientras se les permita tocar la guitarra, hacer la siesta y pasarse el día en el bar, todo les parece bien. Lógicamente, la manera nacionalista de tratar a ese país imaginario se basa en el odio y el desprecio.


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

miércoles, 10 de julio de 2013

Petición

La opinión de Antonio Gala en El Mundo.
                                                                                                                                                  Toda España está en tris y a punto de dar un tras. Por favor (¿cómo se llama de nombre Rajoy?), váyase usted donde le salga de las narices, llévese allí sus contradicciones. España volverá a ser España: la de los españoles, mala y buena a la vez, pero la nuestra. Que vayamos y vengamos para verlo mejor. Con usted, de verdad, hemos perdido la esperanza.

miércoles, 3 de julio de 2013

Acollidora

martes, 2 de julio de 2013

Auto-odio


El recurso del auto-odio, que es como los nacionalistas llaman a la autocrítica o, incluso, al sentido común, es de los más socorridos a la hora de desautorizar al disidente. ¿Que pides más horas de castellano en clase porque las dos o tres semanales no te parecen suficientes? Auto-odio. ¿Que crees que las dos lenguas oficiales de Cataluña deberían convivir sin que una se impusiera a la otra? Auto-odio. ¿Que consideras que se puede ser catalán y español a la vez? Auto-odio. Y así sucesivamente. Hagas lo que hagas y digas lo que digas, no puedes ganar; reconócelo: odias a tu patria y, probablemente, te odias a ti mismo.


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

martes, 25 de junio de 2013

Delirio étnico

El auge de los nacionalismos europeos y la enorme facilidad para conseguir un poder regional a base de implantar una política de los sentimientos. Una política que incluye la exaltación mítica de una comunidad y la imprescindible paranoia sobre el vecino o el enemigo interno. Con eso y poca cosa más se monta un delirio étnico. Si la religión es disitinta, entonces ya es cosa de niños organizar la batalla.            
                                                                                                                                                                    Diarios de un francotirador, ALBERT BOADELLA

lunes, 24 de junio de 2013

Mierda nacionalista

Hace muchos años, en el videoclub, me crucé con un señor al que un amigo trataba de convencer del talento cómico de Chiquito de la Calzada. El señor en cuestión observaba a su amigo con una media sonrisa petulante y le dejaba hablar, aunque con cara de a-mí.no-me-la-vas-a-dar-con-queso. Para dejar a su compadre sin razonamiento, sentenció: "Yo a ese tío no le he visto nunca porque en casa solo vemos TV3". ¡El muy merluzo creía que si no se contaminaba de las teles españolas su vida estaría a salvo! Para él, TV3 era sinónimo de calidad, de seriedad, de rigor intelectual y de prestigio social. Y ese es uno de los principales logros del Régimen: convencer a sus partidarios de la superioridad moral de sus medios de comunicación. Así es como hemos llegado a la situación actual, en las que cualquier cenutrio puede rebozarse a diario en mierda nacionalista y crer que huele a rosas.


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

Desafecto creciente hacia España

En eso ha consistido la principal labor de los nacionalistas: en crear un desafecto creciente hacia España; en acabar con la, digamos, doble nacionalidad de los habitantes de Cataluña; en conseguir que los hijos de los emigrantes se avergüencen del acento andaluz de sus padres; en fabricar un solo pueblo con una sola lengua.


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

Cornudos y agradecidos


Ayer cenábamos con amigos madrileños. Esta mañana alargamos el café conversando sobre el desconocimiento que tienen todos ellos de lo que sucede en Cataluña. Los nacionalistas han sido enormemente astutos, les han engatusado siempre, acomplejándolos, y eso viene haciéndose desde los tiempos de Cambó. Después de un siglo deberían estar vacunados sobre la estrategia. Para Dolors, una parte esencial del desmadre nacionalista es responsabilidad del resto de españoles. Es algo que trabajando fuera de Cataluña se aprecia con mayor claridad. La autodeterminación les va pareciendo cada día más legítima e incuestionable. ¿Quién se atreve a poner en duda semejante derrame de libertad y derechos humanos a un pueblo al que se ha reprimido? O sea, cornudos y agradecidos.


Diarios de un francotirador, ALBERT BOADELLA

Chusma de extrarradio


Supongo que me creí que el PSC era un partido progresista y de izquierdas, aunque no paraban de llegarme indicios de que, en realidad, era un cónclave de pequeños burgueses catalanistas que simulaban solidaridad e interés por la chusma del extarradio (frecuentemente, de origen no catalán).

El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

martes, 18 de junio de 2013

Sentirse superior a los demás


La patria es el recurso más socorrido: consiste en convertir el azar -tu lugar de nacimiento- en algo trascendental; de ahí a sentirse superior a los demás solo hay un paso que todo el mundo recorre con una alegría digna de mejor causa.



El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

jueves, 13 de junio de 2013

Y seguir viviendo como Dios...


Te envolvías en TU bandera y eras un progresista. El que se envolvía en LA OTRA era un facha. Así de fácil. Si ya habías chupado del bote durante el franquismo, podías seguir haciéndolo en el pujolismo. Solo tenías que cambiar de bandera. Y ya se sabe que, a fin de cuentas, la bandera no es más que un trapo y además puede ser de conveniencia. En ese sentido, hasta resultan entrañables esos alcaldes franquistas que nunca cambiaron de camisa y que pasaron sus últimos años ladrando su rencor por las esquinas de sus pueblos y dando vivas al Caudillo con voz de cascajo. Genio y figura hasta la sepultura, ciertamente. Pero qué poco talento práctico... Con lo fácil que era pasarse a Convergencia -los hay,  incluso, que rizando el rixo del oportunismo, se pasaron directamente del franquismo a Esquerra Republicana- y seguir viviendo como Dios...


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

lunes, 10 de junio de 2013

Sobreactúan en su catalanidad



Lo menos que se les podría pedir es que se atuvieran a las enseñanzas de sus amestros y recordaran que el comunismo es incompatible con el nacionalismo. No les vendría mal releer a Marx y Engels o recordar que su himno no se llama ni "La Catalana", ni "La Autonómica" ni "La Independentista", sino "La Internacional". Como si quisieran recordarnos que la sociedad catalana es, básicamente, pequeñoburguesa, y que aquí hasta los comunistas tienen derecho a una segunda residencia ebúrnea en el Ampurdán, como la del ínclito Ribó, Herrera y los suyos se apuntan al llamado "derecho a decidir", sobreactúan en su catalanidad.


El manicomio catalán. RAMÓN DE ESPAÑA



viernes, 7 de junio de 2013

miércoles, 5 de junio de 2013

Charnego agradecido



Y como ya sabemos que la tragedia suele repetirse en forma de farsa, después de Maragall vino Montilla, un andaluz poseído por la manía, inofensiva en un principio, de que era catalán -de hecho, es uno de los más claros ejemplos de un tipo de ciudadano al que se conoce con el humillante título de el "charnego agradecido"- y dispuesto a sobreactuar sin tasa para creérselo: todavía le recordamos en el Senado, hablando en catalán y recurriendo a un intérprete para comunicarse con Manuel Chaves, otro andaluz.


El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA.

lunes, 3 de junio de 2013

El manicomio catalán

He aquí el principal mérito de Artur Mas. Probablemente, él único, los nacionalistas dedicaban gran parte de sus esfuersos a la fabricación de un país imaginario; ese país nació, finalmente, el 11 de septiembre de 2012.
                                                                                                                                                                          El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA

domingo, 5 de mayo de 2013

Rosa Díez, al ataque

La opinión de Federico Jiménez Losantos en El Mundo.



HACE TIEMPO que no le oía a un líder político nacional una frase como la que ayer espetó Rosa Díez a Mariano Rajoy: «¿Es que un país se puede permitir esta paralización, este desgobierno, esta cobardía, esta desidia, esta incapacidad y esta desesperación?» No debería, pero se lo permite, vaya si se lo permite. Y otra de las cosas que se permite o que con bastante probabilidad se permitirá en su primer encuentro parlamentario Mariano Rajoy con la líder de UPyD es agredirla con más saña de la que dedica a Mas, Duran i Lleida, Urkullu y hasta Bildu. Una especie de machismo de casino provinciano convierte al parlamentario Rajoy, que puede serlo muy bueno, en una especie de rufián de la tribuna o macarra del escaño. Hay algo personal, diríase sexual o que afecta a la idea de sí mismo del presidente del Gobierno, asomando siempre en el ninguneo a que pretende someter a la líder del segundo proyecto nacional español, que, en el fondo y con la excepción de Ciudadanos, es realmente el único. 
Pero hay una diferencia entre Rajoy y Díez: UPyD puede y debe tratar al presidente del Gobierno como lo trató ayer. Lo merece y le conviene para seguir creciendo a expensas del desengaño de los que votaron al PP en noviembre de 2011. En cambio, el líder del PP debería dejar de cortejar con incansable cuanto inútil mimo a Mas, Durán y Urkullu; y empezar a tratar, primero, con educación, y después, con la máxima cortesía a la única fuerza que, si el PP no sigue despeñándose en la intención de voto, le permitiría formar Gobierno. No obstante, también en esto Rajoy sigue exhibiendo una tozudez semiasnal. Como si el bipartidismo no estuviera en crisis y fuera posible volver a los tiempos en que sólo se discutía si ganaba el PSOE o el PP, Rajoy prefiere escenificar su alianza con unas siglas y unos tipos fuera de la ley, posiblemente fuera de España en las generales de 2015. Lo más parecido al programa electoral que Rajoy se empeña en no cumplir es el programa de UPyD. La defensa de la nación española, la igualdad ante la ley, el fin de los privilegios fiscales y la recuperación estatal de competencias como la Educación son banderas que el PP ha arriado sin avisar a sus votantes. No debería alejarse tanto del mástil.

jueves, 2 de mayo de 2013

miércoles, 1 de mayo de 2013

6.202.700

Editorial de UPyD.                                                                          Durante algunos años los españoles creímos que habíamos superado nuestro principal problema social y económico: el paro. Eran los años en los que jugábamos en la Champions League de los países prósperos, teníamos el sistema financiero más sólido del mundo, habíamos adelantado a Italia en renta per capita y nos disponíamos a dar caza a Francia. Lo que vino entonces, justo tras ese chispazo de vanidad gubernamental, no hace falta contarlo, ya que no sólo lo hemos vivido sino que lo seguimos viviendo. El discurso oficial pasó a describir la situación como si se tratara de un desastre natural. Algo que había venido de fuera, ajeno a cualquier decisión política y frente a lo que el Gobierno era, ay, la primera víctima. El principal partido de la oposición, por su parte, no negaba ese carácter inevitable de la crisis, pero aseguraba, con la misma soberbia que antes exhibieron sus adversarios, que todo era cuestión de confianza y de siglas. En cuanto ellos alcanzaran el poder, los problemas se solucionarían y volveríamos a la Champions League. Se produjo el cambio de ciclo, la oposición se convirtió en Gobierno y en seguida se pudo comprobar que su simple presencia no tenía los poderes mágicos de se presumía. Y volvió el discurso determinista. Así son las cosas, nada más se puede hacer, ya escampará. 6.202.700 parados. ¿De qué sirve que escampe si para entonces nos hemos ahogado todos? ¿Qué tiene que ocurrir para que los que gobiernan España salgan de su atonía? Es siempre la misma conducta, la misma actitud, sin atisbo de autocrítica. Son los hábitos aprendidos al calor del bipartidismo, que les llevan a tomar una y otra vez las mismas medidas fracasadas, a repetir los mismos eslóganes autocomplacientes, a trasladar a otros su responsabilidad. Pueden ocurrir dos cosas: que estemos viviendo tiempos extraordinarios o una época de normalidad. Si es lo primero, ¿por qué reinciden los líderes del viejo bipartidismo las conductas de siempre? La otra opción, aunque pueda sonar descabellada, explica mejor por qué nos vemos en el fondo de este pozo. A España no le ha caído un meteorito, no le ha sacudido un terremoto ni la ha devastado un tsunami. La crisis financiera internacional que se desató en toda su crudeza tras la quiebra de Lehman Brothers fue eso: internacional. Afectó a todos los países en cierta medida. Pero, mientras algunos salieron ilesos y otros sufrieron efectos moderados, España quedó convertida en un erial. En realidad, en el erial que no había dejado de ser. El esfuerzo y el talento de muchos españoles levantó un edificio de prosperidad desde mediados de los noventa, pero los pilares sobre los que se asentaba - las instituciones - estaban carcomidos. Por eso el edificio se derrumbó con la facilidad de un decorado de cartón piedra. El mejor sistema financiero del mundo resultó ser uno de los peores, por culpa de los viejos partidos que habían ocupado las cajas de ahorros (entonces el 51% del sistema) habían conducido a la mayoría de ellas a la quiebra. Los órganos reguladores que debían vigilar el sistema, controlados también por los partidos, se convirtieron en cómplices. Las administraciones, que habían gastado lo que tenían y lo que no en aeropuertos sin aviones y otros lujosos artefactos electorales, se vieron con el agua al cuello, aunque a día de hoy mantienen los organismos superfluos en los que abrevan los compañeros de partido. El marco laboral basado en la segregación entre trabajadores fijos y precarios, volvió a servir para lo único sirve: generar millones de parados. Aun así, se hicieron dos reformas laborales que mantenían el modelo. Lo extraordinario fue la prosperidad. Lo extraordinario fue el 8% de paro. Lo extraordinario fueron la Champions y el mejor sistema financiero. Es necesario asumirlo. No para caer en la autocompasión o en la desesperanza. Con todos sus defectos, España es una democracia. Siempre estará en las manos de la ciudadanía promover los cambios. Pero tendrá que ser la ciudadanía. Y para ello tendrá que sacudirse la caspa sectaria que durante décadas ha brotado del bipartidismo. Ambos, PP y PSOE (con la colaboración de IU y nacionalistas) han gobernado España desde la Transición. Ambos son responsables de la carcoma de las instituciones. Ese teatro del "¡cuidado, que viene la derecha!" y del "¡cuidado, que vienen los socialistas!" les ha servido para polarizar a la sociedad y, así, mantener sus privilegios a costa de los españoles. Paradójicamente, los ataques descarnados les beneficiaban a ambos. Hay salida, pero va a exigir compromiso y virtud ciudadana para juzgar a los políticos por lo que hacen y no por lo que dicen. No es el momento de la indiferencia ni el de los bidones de gasolina. Es el momento del valor y de la responsabilidad.

miércoles, 24 de abril de 2013

Que decidan ellos

La opinión de Fernando Savater en El País.                                                                                                           Con el país semiarruinado y envilecido por tantas decisiones indebidas que se tomaron ayer y paralizado por las necesarias que nadie se atreve a tomar hoy, no es raro que la cuestión del día sea el derecho a decidir. Y resulta obligatorio, sin duda, decidir sobre este derecho. En más de un sentido, me parece que es el tema que subyace en la argumentación de Antonio Muñoz Molina en Todo lo que era sólido (Seix Barral). Diré antes de nada que el libro me parece excelente: solo la modestia me impide elogiarlo más, puesto que hace tanto que vengo insistiendo en no pocas de sus reconvenciones y voces de alarma. Lo que no le resta originalidad a su bien trabada armazón ni habilidad narrativa para saber ilustrarla con casos significativos. Ahí se cuenta cómo los ciudadanos españoles fueron progresivamente dejando de ser lo primero cuanto más se ufanaban de dejar de ser lo segundo. La crisis de nuestro país —económica, social, política— tiene varias causas fatalmente concomitantes, internas y externas, pero la fragmentación nacionalista de la soberanía y por tanto de la responsabilidad de defender al unísono derechos y obligaciones ocupa el centro de todas ellas. Porque eso es precisamente lo comprometido por el así reclamado “derecho a decidir”. En una democracia, el derecho a decidir es tan intrínseco a los ciudadanos como el derecho a nadar a los peces. De ello se prevalen los separatistas para vender su mercancía averiada: ¿quién va a querer renunciar a su “derecho a decidir”? Ahora bien: ¿por qué reclamar esa obviedad con el énfasis del que aspira a una conquista, como si hubiese en este país ciudadanos de cualquier latitud que carecieran de él? Sencillamente, porque lo que solicitan los separatistas no es el derecho a decidir que ya tienen, sino la anulación del derecho a decidir que tienen los demás. Lo que se exige no es el derecho a decidir de los catalanes sobre Cataluña o de los vascos sobre el País Vasco, sino que el resto de los españoles no pueda decidir como ellos sobre esa parte de su propio país. O sea, que acepten provisionalmente la mutilación de su soberanía hasta que se les imponga de forma definitiva. Por supuesto, llegado ese feliz momento, serán también vascos y catalanes los mutilados del derecho a decidir sobre la mayor parte de su estado actual junto a su pertenencia a él. Y todos tan contentos… ¿por qué ser cola de león si se puede ser cabeza de ratón? Semejante expolio se hace en nombre del “pueblo”, entidad que siempre debe tener apellido regional para hacerse respetable, y su contagio alcanza incluso a las autonomías cuyo separatismo no ha sido sino mero oportunismo dialéctico para evitar controles del estado y alcanzar privilegios derrochadores del bien común. Quienes nunca creímos que los únicos sujetos políticos sean los individuos y las familias, como Margaret Thatcher, pero tampoco aceptamos que puedan ser sustituidos por un “pueblo” que solo habla por ventrílocuos anti-sistema o anti-país, es decir los que queremos ciudadanía dentro del estado de derecho nacional hemos perdido la partida de la educación y de la ideología mayoritaria: somos los “fascistas” de quienes no saben lo que significa esa descalificación ni cuánto se parecen ellos mismos a los que antaño la merecieron. En su libro, Muñoz Molina omite mencionar tanto a los pocos intelectuales progresistas que se opusieron a esta deriva cuanto a los muchos que prefirieron considerar progresista ignorarla o favorecerla. Abundan los ejemplos respetables de este último tipo de ceguera, como el recientemente fallecido José Luis Sampedro, cuyas alusiones al tema vasco es piadoso olvidar en estas horas de luto. Desdichadamente, los que tanto necesitamos a lo largo de muchos años el apoyo de voces sabias de la izquierda no tuvimos la suerte de beneficiarnos de esa lucidez que por lo visto Sampedro guardó para mejores ocasiones. Aunque ni siquiera mucha lucidez hacía falta para señalar el abismo al que nos ha llevado la soberanía en fascículos: bastaba el sentido común y un poquito de aguante para soportar denuestos del radicalismo neotribal.

sábado, 20 de abril de 2013

jueves, 18 de abril de 2013

sábado, 13 de abril de 2013

Estat propi

Fantástica canción de Alfonso de Vilalloga, ganador del Goya a la mejor música por Blancanieves.

miércoles, 3 de abril de 2013

Un poco de aire ante la inmersión

La opinión de Félix Ovejero en El País.    
                                                                                                                                                                                         De nuevo el nacionalismo con los tambores de la catástrofe. Nadie propone que el catalán deje de ser vehicular ni la separación de niños por lenguas, sino la simple aplicación de sentencias del Constitucional y del Supremo, que avalan una tibia educación bilingüe. Siempre atenta a las inquietudes del poder local, la disciplinada sociedad civil no falta al enésimo toque de corneta. Se fotografían indignados los rectores de Universidad y desde el AMPA, con siglas independentistas, se convoca por correo electrónico a los padres a manifestaciones. Entretanto, a diferencia de lo que sucede en Madrid, con imperturbabilidad budista se digieren recortes y privatizaciones de un Gobierno autónomo que no tiene pudor en decir, por boca de su consejero de Salud, que “no hay un derecho a la salud, porque depende del código genético de la persona”. Será el hecho diferencial. A la izquierda catalana le falta tiempo para apuntarse. Algo inexplicable. Desde 1953 la educación en lengua materna es un derecho reconocido por la Unesco y, entre nosotros, el bilingüismo era el modelo de la República, incluido el Estatuto de Nuria, y el que defendió el PSC hasta hace dos días, apelando a su pedagoga de cabecera, Marta Mata. Ahora, sin que se sepa cómo ni por qué, nos encontramos a la izquierda relacionando “identidades” con naciones y ciudadanías, urdiendo argumentos con los mimbres intelectuales que nutrieron la peor historia europea. Si lo dudan, vean la entrevista de Raül Romeva, eurodiputado de ICV, en el interesante blog A Word In Your Ear. Por lo común, cuando se grita mucho las razones escasean. Y en estos días se grita más que nunca. Pero también hay argumentos. En algún libro y en estas mismas páginas he intentado mostrar la pobreza de los fundamentos teóricos de las políticas “normalizadoras”. Ahora, por debajo de la maraña retórica, aparecen nuevas razones, menos teóricas. Apelan a la realidad, la eficacia y los consensos. No está de más evaluarlas. La primera invoca la realidad catalana, agredida en su identidad. Dilucidar identidades no es cosa sencilla, ni siquiera cuando se trata de individuos. En el caso de las comunidades, ni les cuento. En todo caso, cualquier idea de identidad tiene que atender a lo común o, en su defecto, mayoritario. Nunca a lo extravagante o singular. La identidad de mi familia no es mi primo alto y rubio. Y los datos, tampoco esta vez, cuadran con el relato nacionalista. Según la propia Generalitat, el 55% de los catalanes tenemos como lengua materna el castellano y el 31,6% el catalán. Relean: el castellano es la lengua común y ampliamente mayoritaria de los catalanes. Ahora la pregunta: ¿quién no respeta la identidad? La segunda apunta a la eficacia pedagógica. Se nos dice que los niños catalanes, sin escolarizarse en castellano, tienen un dominio superior de la lengua común al resto de los españoles. Si así fuera, solo caben dos posibilidades: bien los catalanes somos un portento de la naturaleza, bien la escolarización en una lengua es contraproducente para su conocimiento. Como ninguna de las dos resulta plausible, hay que dudar de las fuentes. Y, en efecto, mirados de cerca, tampoco esta vez los datos abruman. Mejor dicho, es que no hay. Ahora sabemos, por boca de Joaquim Prats, exresponsable del informe PISA en Cataluña, que “el informe se hace en catalán, (y que) por tanto, no mide la comprensión lectora en castellano”. En realidad, los escasos datos disponibles no desmienten el sentido común y, entre catalanes, muestran el mayor fracaso escolar de los castellanoparlantes, los de menos recursos, por cierto. La única prueba concluyente es la que no se hace: exponer a todos los estudiantes españoles a las mismas exigencias de competencia lingüística. Al final, con tanto ruido, nos olvidamos de lo obvio: hablar una lengua no es dominarla. Todos, incluso los analfabetos, hablamos una lengua. En la escuela se busca otra cosa, lo que los especialistas llaman Cognitive Academic Language Proficiency, competencia para entender información nueva, ajena al contexto y con un cierto grado de abstracción. Eso solo se adquiere con la escolarización, como bien sabe el presidente de la Generalitat cuando elige un colegio trilingüe para sus hijos. La tercera invoca la cohesión. Según parece, el bilingüismo dividiría a la sociedad catalana. Un argumento pobre. Si la enseñanza en una sola lengua es garantía de cohesión, habría que escolarizar solo en castellano, la lengua mayoritaria, común y, además, de muchos emigrantes y de los vecinos “españoles”. Además, la experiencia disponible no avala la tesis fratricida. Sin ir más lejos, Finlandia, el país con mejores resultados educativos en Europa, imparte la enseñanza en dos lenguas y no parece que esté al borde de la guerra civil. Finalmente, el argumento resulta impreciso porque equipara bilingüismo a separación por lenguas, cuando no es lo mismo un sistema en donde los alumnos permanecen juntos mientras reciben enseñanza de distintas materias en las dos (o tres) lenguas oficiales que otro de doble red, el de Finlandia, en el que las distintas escuelas imparten la enseñanza en las diferentes lenguas oficiales según la elección de los padres y aprenden la otra lengua como asignatura. Esos son los sistemas que podemos encontrar en Europa. Y en el mundo, incluido Quebec. En realidad, la anomalía planetaria es Cataluña. De modo que el argumento resulta inconsecuente, falso y, en el mejor de los casos, confuso. Puestos a decirlo todo, hasta dudo de su sinceridad, de la preocupación por la paz civil por parte del nacionalismo, cuando su objetivo político es levantar fronteras y su estrategia alentar la tensión entre conciudadanos. El último argumento apela al consenso ciudadano. Su aval: casi todos los partidos defienden la inmersión. El argumento, obviamente, no sirve para defender la propia opinión, como hacen los socialistas. La afirmación “estoy de acuerdo porque todos estamos de acuerdo” se sostiene en el aire, esto es, en ninguna parte. Bastaría con que ellos cambiaran de opinión para que “el argumento” dejara de valer. Lo mejor en estos casos es preguntar a los ciudadanos directamente. Y asómbrense, las encuestas de la Generalitat, que preguntan sobre lo humano y lo divino, jamás han mostrado interés en saber qué prefieren los ciudadanos. Quizá la explicación del descuido hay que buscarla en los resultados de las encuestas de CSIS que, mientras se hicieron, mostraban una clara preferencia por el bilingüismo. El único pie empírico en el que se sostiene la supuesta unanimidad es “la falta de demanda social”. Una falta de demanda que se entiende bastante bien al leer la respuesta del Departament d’Ensenyament a la pregunta de en qué consistía la (posible) enseñanza en español durante la etapa de primaria, recogida en el mejor libro que conozco sobre la experiencia catalana, Sumar y no restar. Ahí va: “El profesor imparte la clase en catalán y una vez acabada la lección, se acerca al alumno en cuestión y le repite en español lo que acaba de explicar en catalán. El alumno tiene derecho a hablar en español con el profesor y a realizar los exámenes en esta lengua, pero sus libros de texto deben estar escritos en catalán y él debe permanecer siempre en la clase con los demás alumnos”. Traducido: “a ver, el valiente, un paso al frente”. Calificar este procedimiento como humillación es quedarse corto. Segregación, tampoco alcanza. Naturalmente, la obscenidad intelectual básica radica en relacionar derechos con “número de demandantes”. Con ese argumento los negros no habrían pisado las universidades norteamericanas. Seamos claros, el argumento relevante no se puede invocar. Es de uso interno. Lo expresó impecablemente hace tres años Bernat Joan, por entonces secretario de Política Lingüística, inquieto ante la sentencia del TC: “Podría crear un alud de gente que exigiese judicialmente la escolarización en castellano o que la Administración pública les atendiese en castellano” (ElpuntAvui, 23-8-2009). A Joan lo que en realidad le inquietaba eran los catalanes. Pero estas cosas no se dicen en Madrid. Bueno, el otro día sí, cuando Duran i Lleida confesó su desolación en el Parlamento porque “lamentablemente la lengua mayoritaria en el patio es el castellano”. A lo que se ve, los que estorbamos en la Cataluña de los nacionalistas somos los catalanes. Que queremos un poco de aire.

lunes, 1 de abril de 2013

La inmersión lingüística en el contexto europeo

La opinión de Mercé Vilarrubias en El País. Como es bien sabido, el Gobierno catalán está realizando diferentes pasos en su hoja de ruta hacia una Cataluña independiente y uno de estos pasos es explicar este proyecto en la Unión Europea con la intención de conseguir su apoyo. Me gustaría plantear la siguiente pregunta: una hipotética Cataluña independiente que quisiera formar parte de la Unión Europea, ¿encontraría el apoyo de la UE al sistema de inmersión lingüística que se practica en las escuelas? Hasta ahora, la UE no se ha pronunciado sobre el modelo lingüístico catalán, siguiendo su principio de no inmiscuirse en los asuntos internos de los Estados miembros. Sin embargo, la práctica escolar europea, la legislación internacional y la filosofía lingüística que rige en la UE conducen a pensar que Bruselas muy probablemente pondría objeciones al sistema de inmersión. Empecemos por examinar la actual práctica escolar europea: en ninguna de las comunidades y países bilingües y trilingües de Europa se aplica el sistema de inmersión catalán. La razón de ello está en que todos estos países y comunidades integran sus lenguas oficiales en la educación como lenguas vehiculares. Esta integración la realizan a través de dos modelos. El mayoritario es el de la doble red escolar a partir de la cual los ciudadanos escogen la lengua en la que quieren educar a sus hijos de entre las lenguas oficiales de sus territorios. Este es el caso de Finlandia, por ejemplo, que tiene una red de escuelas en finlandés y otra en sueco. También existe una doble red en Gales (galés-inglés), en Eslovaquia (eslovaco-húngaro), en Irlanda (irlandés-inglés) o en Bélgica, país en el que, como en España, también existen importantes conflictos lingüísticos. Allí existe una triple red, con escuelas en flamenco en Flandes, en francés en Valonia y en alemán en la parte este del país. En Bruselas, calificada oficialmente como bilingüe, hay una doble red en flamenco y en francés. De manera más minoritaria existe un segundo modelo lingüístico escolar en Europa: la educación multilingüe, que puede ser bilingüe o trilingüe. Se aplica, por ejemplo, en Luxemburgo, donde existe un modelo trilingüe. Todas las escuelas imparten la educación en las tres lenguas del país, el luxemburgués, el alemán y el francés, que van introduciendo gradualmente en este orden. Todos los alumnos asisten a estas escuelas. Este es también el caso de Frisia, la región del norte de Holanda, donde el frisón es lengua oficial junto al holandés. En esta comunidad, la mayoría de escuelas son bilingües, impartiendo algunas asignaturas en frisón y otras en holandés dependiendo de la etapa escolar. Esta práctica escolar europea está fundamentada, además de en las legislaciones nacionales, en la legislación europea e internacional sobre el derecho a la educación en lengua materna. A nivel internacional, existe una amplia legislación sobre esta cuestión porque la lengua materna es un facilitador educativo de primer orden y una necesidad afectiva de todos los alumnos. El derecho a la educación en lengua materna fue articulado internacionalmente como derecho de la infancia y la adolescencia hace más de medio siglo. El primer documento que lo reconoce es el elaborado por la Unesco en 1953, Empleo de las lenguas vernáculas en la enseñanza, y todos los documentos posteriores de esta institución inciden en la misma dirección. También especifica este derecho la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989 y ratificada por todos los países miembros. Este derecho, como especifica la Unesco, no implica que todo el currículum escolar deba realizarse en lengua materna, pero sí una parte significativa de él. En cuanto a la legislación europea sobre este tema, Europa se rige principalmente por la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias (1992), la cual especifica que los hablantes de lenguas minoritarias también deben poder educarse en su lengua materna si así lo desean. En la práctica, esta legislación se aplica siguiendo este principio: allá donde hay una comunidad suficientemente amplia de ciudadanos que hablan una lengua, siempre y cuando esta lengua sea también oficial, las administraciones educativas deben proveer educación en esta lengua. Esta cuestión con respecto a Cataluña ya ha sido señalada por el Consejo de Europa. Véase para ello sus dos informes periódicos European Charter for Regional or Minority Languages: application of the Charter in Spain (diciembre de 2008 y octubre de 2012 respectivamente). En estos dos informes, los artículos referentes a la educación en Cataluña dicen explícitamente que, así como una educación exclusivamente en catalán es claramente un gran logro para los hablantes de esta lengua, en ningún punto de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias se requiere que esta educación sea obligatoria para todos los alumnos. Aquellos que desean una educación a través del español también deberían poder acceder a ella. Alternativamente, el actual sistema podría evolucionar hacia una educación bilingüe para todos los alumnos, con asignaturas en ambas lenguas. Es decir, el Consejo de Europa recomienda para Cataluña los dos modelos ya existentes en Europa. Finalmente, la filosofía lingüística que rige en la UE es una filosofía abierta, moderna y pro-multilingüismo, con una práctica de respeto y valoración de todas las lenguas europeas. Todos los informes de la Comisión Europea sobre este tema recomiendan el aprendizaje y la activa promoción de todas las lenguas oficiales europeas, las cuales son percibidas como un recurso muy valioso para los ciudadanos y una riqueza cultural de toda Europa. Es por tanto incomprensible que solo una de estas lenguas, el español de Cataluña, deba quedar fuera de la educación como lengua vehicular. Si algún día el sistema de inmersión es evaluado en términos europeos, será entonces claramente definido como lo que es: un modelo escolar monolingüe, obligatorio para todos los alumnos, en una comunidad bilingüe. Es decir, una excepción en Europa. En mi opinión, es altamente improbable que Bruselas aceptara mantener este sistema escolar por las tres razones expuestas: la mitad de los alumnos de Cataluña tiene el español como lengua materna y es la lengua de uso habitual del 45% de los ciudadanos catalanes. Además de esta cuestión, todas las lenguas oficiales europeas son, por el hecho de ser oficiales, lenguas vehiculares en la educación. En tercer lugar, la exclusión del español de la educación es una práctica que se opone claramente al espíritu multilingüe que rige en Europa. Así, es muy probable que Bruselas pidiera modificaciones sustanciales en el sistema de inmersión a una hipotética Cataluña independiente. Estos cambios solo podrían ir en una de las dos direcciones descritas: un modelo de doble red con escuelas en cada una de las dos lenguas oficiales o la provisión de una educación bilingüe catalán-español.

miércoles, 27 de marzo de 2013

El menú está servido

El gobierno de la Generalitat no tarda en enfrentarse con el gobierno central. Madrid se convierte en el blanco de todos los problemas que tiene Cataluña; se lanzan exabruptos contra los emigrantes que llegaron en décadas anteriores por parte de líderes nacionalistas que no hubieran desentonado en la Alemania del 31; se habla de la normalización lingüística del catalán en el conjunto de la sociedad catalana; en los sectores vinculados a la emigración se preguntan qué pasará con el castellano; el menú está servido.


Barcelona ciudad. LOQUILLO

Cada vez más profundamente español

"A medida que la vida pasa por mí, yo, que soy internacionalista, me siento cada vez más profundamente español. Siento España dentro de mi corazón."                                                                                                                           Indalecio Prieto

miércoles, 20 de marzo de 2013

domingo, 10 de marzo de 2013

miércoles, 6 de marzo de 2013

Enfurruñados en sus propios peñascos

Nadie puede suponer que no es más beneficioso para un bretón o un vasco de la Navarra francesa ser... miembro de la nacionalidad francesa, participando en igualdad de condiciones de todos los privilegios de la ciudadanía francesa... que estar enfurruñado en sus propios peñascos, reliquia semisalvaje de tiempos pasados, dando vueltas en su propia y pequeña órbita mental, sin participación ni interés en el movimiento general del mundo. El mismo comentario es aplicable al galés o un escocés de las Highlands como miembros de la nación británica.
                                                                                                                                                                          JOHN STUART MILL

miércoles, 27 de febrero de 2013

El término España

Se podrá argumentar que el nacionalismo español actual hace lo mismo, aunque yo me pregunto. "¿Qué nacionalismo?". Lo que se entiende por nacionalismo español es algo residual desde la muerte del dictador. El hartazgo de este asunto bajo el encubrimiento de la España teterna es una de las pocas cosas positivas que podemos agradecer al franquismo. Los que reivindican formas parecidas a los nacionalismos periféricos en versión española son vistos ahora como unos ultras descerebrados. En cualquier lugar de España alguien que coloca una bandera nacional pegada a la carrocería de su coche es considerado un facha. El himno sigue sin tener letra, y si mañana el territorio se queda sin alguna de sus provincias porque esta se ha largado por su cuenta y riesgo, nadie moverá un dedo. Los dos grandes partidos se desviven por complacer a las distintas autonomías y no encender las iras de los independentistas, al mismo tiempo que evitan en lo posible utilizar con insistencia el término España para no parecer nacionalistas españoles.


Diarios de un francotirador, ALBERT BOADELLA

miércoles, 20 de febrero de 2013

Instituciones inválidas

Una población numerosa y un territorio extenso dotado de múltiples recursos nacionales son requisitos esenciales de la nacionalidad normal... Una nación restringida en el número de su población y en su territorio, especialmente si tiene una lengua propia, sólo puede poseer una literatura inválida, instituciones inválidas para la promoción del arte y la ciencia. Un estado pequeño nunca puede llevar a la perfección  completa.  GUSTAV COHN

sábado, 16 de febrero de 2013

jueves, 14 de febrero de 2013

lunes, 11 de febrero de 2013

miércoles, 6 de febrero de 2013

martes, 5 de febrero de 2013

El delirio regional

Llevamos más de un siglo arrastrando una rémora reaccionaria y nadie ha sido capaz de ponerle punto final. El delirio regional corresponde todavía a un enquistamiento de la España negra en pleno siglo XXI. La cuestión sigue siendo la misma: o se largan o se quedan con cara sonriente. Pero esa monserga diaria es mortífera por su enorme pesadez y sobre todo por el desgaste que supone para la cimentación de los temas esenciales de ámbito nacional.  

                                                                                                                                                                 Diarios de un francotirador. ALBERT BOADELLA.

lunes, 21 de enero de 2013

domingo, 20 de enero de 2013

La fractura catalana

La disyuntiva es clara. Se trata de que los catalanes no nacionalistas opten entre renunciar a ser españoles para seguir siendo catalanes, abandonar su tierra para seguir siendo españoles o acomodarse al estatus de extranjeros en ella, renunciando a cualquier pretensión de participar con normalidad en la vida política catalana. Aunque coherente con la estrategia desplegada para preservar e intensificar su hegemonía sobre la sociedad catalana, este movimiento del catalanismo supone una agresión identitaria inédita en su virulencia, que queda bien resumida en declaraciones como las de Muriel Casals, presidenta de Òmnium Cultural, para quien los padres que piden una eeducación bilingüe "están maltratando a sus hijos. Están usando, están abusando de sus hijos".


El Viejo Topo, diciembre 2012. Juan Antonio Cordero y Félix Ovejero.

sábado, 19 de enero de 2013

Ay Suiza, patria querida

Una canción de Luis Eduardo Aute de 1.976, que vuelve a ponerse de moda.

viernes, 18 de enero de 2013

Faemino y Cansado en L´H

Mañana y pasado la risa está garantizada en el Teatre Joventut de L´Hospitalet de Llobregat.

jueves, 17 de enero de 2013

Unir Vs dividir

Si nuestra doctrina debiera resumirse en forma de proposición, quizá diríamos que, en general, el principio de nacionalidades es legítimo cuando tiende a unir, en un conjunto compacto, grupos de población dispersos, e ilegítimo cuando tiende a dividir un estado.



Maurice Block en Lalor, Cyclopedia of policial science.

lunes, 14 de enero de 2013

Un botín anónimo

Mi escuela práctica, como la de tantos millones de españoles, ha sido un territorio en el que lo público es un botín anónimo para usufructar sin condiciones y, si puede ser estrujar hasta el último aliento.


Diarios de un francotirador, ALBERT BOADELLA                                                                                                                                                                                                    

miércoles, 9 de enero de 2013

miércoles, 2 de enero de 2013

La auténtica patria...


                                                                                                                                                                                 
"La auténtica patria del escritor no es la lengua sino el lenguaje" JUAN MARSÉ