lunes, 30 de noviembre de 2009

Progresa adecuadamente. (19)


El dilema no lo resolví hasta mucho más tarde, hasta el día en que un librero de lance puso en mis manos, a cambio de algún dinero, un ejemplar de "Humor honesto y vago", el libro de Josep Pla que Ediciones Destino había publicado en 1492. Uno de los artículos en él recogidos -son todos excepcionales, de lo mejor que escribió el autor del "Calendario sin fechas"- lleva por título "Las escuelas", y aparece justo al primcipio del volumen, en una posición nada arbitraria, entre "Las criatuars" -el que abre el libro- y "La juventud". Pues bien, en "Las escuelas" Pla sostiene -y aporta numerosas pruebas para sostener lo que sostiene- que el origen de estos centros pedagógicos no guarda relación alguna con el afán de conocimiento ni con la voluntad de transmitir este conocimiento a los demás. Según él, el móvil que lleva a los padres a "encerrar a sus hijos, intermitentemente, en lugares remotos, seguros y de escamoteo difícil" es "el descubrimiento de que los seres humanos se arman en proporción a la lejanía en que viven". Vaya, que el móvil es el amor y su imprescindible salvaguarda. La instrucción como forma de entretenimiento no surge sino más tarde, cuando se amplían horarios, calendarios y estudios, se crea la figura del número y, para justificar su existencia, se le atribuye el cuidado de los niños.

España, una nueva historia. (83)


De 1789 a 1808, los españoles vivieron el torbellino desatado en Europa por la revolución francesa entre las sombras del mañana. Por doquier surgían dudas acerca de la estabilidad del régimen de los Borbones, instaurado tras la Guerra de Sucesión, un vago sentimiento de ruina, más agudo si cabe que la idea de decadencia de los siglos anteriores. No son meras pesadillas nocturnas, pese a que así las había calificado en la etapa anterior el ilustrado José Cadalso, son hechos reales que comenzaron a producirse en el país vecino, sometido a uno de los procesos de cambio más profundos y traumáticos de la historia europea.

El pasatiempo de los especuladores inmobiliarios


Un tetris con edificios en lugar de figuritas.

http://www.mylostgames.com/block_tetris

Ponga un caganer en su belén

domingo, 29 de noviembre de 2009

Progresa adecuadamente. (18)


En fin, ya ven que la memoria no permite abrigar muchas dudas sobre la bondad de la medida que piensa adoptar el Ministerio en aplicación de la LOCE. Cuando menos, sobre su bondad en el pasado, que también podría ser que lo que funcionó en otro tiempo sea del todo impracticable en este, y que, como reza la frase, más valga malo conocido que bueno por conocer. Yo, por si acaso, con el noble fin de tratar de encontrarle al método vigente las virtudes que tanto ponderan sus defensores, he desempolvado uno de los informes escolares de mi hija de 15 años, el correspondiente al primer trimestre de tercero de Primaria (curso 1995-1996). Dice así: "Lengua Catalana: progresa adecuadamente; Lengua Castellana: progresa adecuadamente; Lengua Extranjera: progresa adecuadamente; Matemáticas: progresa adecuadamente; Conocimiento del Medio Social: progresa adecuadamente; Educación Artística (Plástica): progresa adecuadamente; Educación Artística (Música): progresa adecuadamente; Educación Física: progresa adecuadamente". ¡Qué placer! ¡Qué sosiego! ¿Se imaginan ahora el mismo boletín lleno de matices, con bienes, suficientes, notables y tal vez algún sobresaliente? ¿Qué angustia no? Todo o casi todo mejorable, perfectible. Pobre criatura. ¿Adónde habría ido a parar su autoestima?

España, una nueva historia. (82)


La España de Carlos III se fundó sobre un reformismo irresistible, un movimiento de políticos ilustrados convencidos de que debían quedar atrás los tiempos de la superstición y de las pasiones ignorantes para abrirse a un futuro prometedor que ya no era un sueño ni una vana ilusión, sino que estaba al alcance del pueblo español. Indicativo de esta confianza en el ámbito de la acción política, del pensamiento y de la creación artística es el hecho de que la sociedad empezara a tratarse de forma abstracta, en términos de verdades y principios fundamentales, inspirados en parte por éxito del uso del lenguaje de la filosofía natural procedente de Francia, que originaría la figura del "afrancesado", pesonaje crucial en esa época.

El Ala Oeste de la Casa Blanca. (8) Enemigos



Por lo visto en Catalunya está permitida la exaltación al terrorismo

Estos videos corresponden al homenaje que se le hizo el pasado octubre a Jordi Martínez Foix, un terrorista que murió manipulando un artefacto explosivo. Desde el 2004 se permite que le rindan tributo sin que el poder competente haga nada por evitarlo.



sábado, 28 de noviembre de 2009

Progresa adecuadamente. (17)


Cuando yo iba a la escuela, el país llevaba ya unos cuantos años de paz y de dictadura. Eran, pues, tiempos puros y duros, de esos que ahora huelen a naftalina. Si mal no recuerdo, en aquella época las notas empezaban con el primer curso de Primaria y uno no se las quitaba de encima hasta que terminaba los estudios superiores. Es posible que hubiera por ahí algún chico estigmatizado por haber sido víctima de un sistema de evaluación tan salvaje, pero yo, la verdad, por mucho que me esfuerzo, no consigo dar con ningún caso que pueda servir de ejemplo. Por otra parte, eso de las notas no parecía privativo de los regímenes dictatoriales, puesto que en Francia, sin ir más lejos, la costumbre de puntuar existía ya en el parvulario. Y en cuanto a la autoestima, qué quieren que les diga, quien más, quien menos todos teníamos la nuestra, y a nadie se le ocurría preguntarse si estaba determinada o predeterminada. Bien es cierto que esta falta de reflejos mentales podía deberse a que la psicología y la pedagogía eran entonces enfermedades muy localizadas, por lo que sus estragos, comparados con los de hoy en día, resultaban sumamente benignos.

España, una nueva historia. (81)


El gobierno de Felipe V diseñó una Nueva Planta y enseguida se encontró con el melodrama político y cultural que significaba organizar el país conforme a sus principios. De entrada, en 1715, la situación de España era muy difícil; aislada en un rincón de Europa, rodeada de poderosos vecinos (Inglaterra, Francia, Holanda, Austria) a los que debía combatir si deseaba mantener vivo su imperio de ultramar, asediada por una pugna ideológica con los partidarios de los Habsburgo por la legitimidad de la dinastía de los Borbones, debía enfrentarse con un difícil dilema. ¿Se había cuarteado la herencia de los siglos al inicio de su nueva andadura histórica tras Utrecht y Radstadt solo para convertirse en una copia en tono menor de la monarquía de carlos II?

Progresa adecuadamente. (16)


Si no hay marcha atrás en el propósito, todas las escuelas de Cataluña deberán enseñar a los niños de primaria, a partir del próximo curso, el himno nacional. Todos los políticos, historiadores y demás ciudadanos consultados han expresado, salvo alguna excepción, su conformidad con la iniciativa. Hasta parece haber consenso en que una cosa es enseñar "Els Segadors" y otra obligar a cantarlo. Naturalmente. Pero, a menos que todas las escuelas del país se hayan convertido en centros de educación especial -lo que, si bien se mira, puede que no esté tan alejado de la realidad-, ya me dirán cómo se aprende una canción sin probar de cantarla ni que sea una vez. Otra cosa es que a los pobres críos les cueste. Pero, lo que es cantar, cantarán. Y, mientras, los demás seguiremos asistiendo al cierre de isntitutos por falta de demanda, al crecimiento sostenido del porcentaje de bajas entre el profesorado, a una nueva impugnación del concurso de méritos para obtener la condición de catedrático, al alarmante nivel de conocimientos de los jóvenes y, en fin, al imparable derrumbe del sistema público de enseñanza. Aunque, eso sí, siempre nos quedará el consuelo de sumarnos al coro y cantar, ni que sea desafinando, el himno nacional.

España, una nueva historia. (80)


En una época apolítica como la actual hay mucho que decir de los políticos que piensan y hablan del 11 de septiembre de 1714 en términos de reivindicación nacional: después de todo, el discurso oficial liga la suerte económica del país y por lo tanto las oportunidades y los intereses vitales de la ciudadanía a la firmeza en las convicciones que crearon ese lugar de la memoria. Pero eso es solo como las cosas son ahora. No han sido siempre así, y puede que no sean así en un futuro. Es la educación de los dirigentes en una determinada manera de entender la historia lo que lo ha hecho posible. Eso no impide que alguien pueda hacerse la pregunta ¿por qué el entusiasmo de los defensores de la ciudad de Barcelona en 1714 tiene que ser necesariamente un lugar de la memoria catalana?

Progresa adecuadamente. (15)


Y quien dice los niños y las niñas, dice las organizaciones sindicales, que, a juzgar por sus actos, no van mucho más allá de la criatura traviesa y consentida. Hace apenas un par de meses, el Departamento de Enseñanza de la Generalitat descubrió que el número de horas de lengua y matemáticas que los adolescentes catalanes reciben en Secundaria no cubre en absoluto sus necesidades formativas. Y que el tiempo que pierden solazándose con estos créditos en los que se supone que aprenden bailes de salón, cocina o jardinería estaría mucho mejor empleado en menesteres más comunes -que es como llaman en los institutos a las asignaturas que en la universidad reciben el nombre de "troncales", a las que no se nadan por las ramas-. El Departamento no sólo lo descubrió, también lo va a imponer, con gran pesar para todos aquellos sindicatos cuyos enseñantes habían hallado en el movimiento del cuerpo o en el trato directo con los productos de la tierra su vocación tardía.

España, una nueva historia. (79)


Nos equivocaríamos si hiciéramos caso de los tópicos que han corrido en exceso sobre los últimos meses del gobierno catalán. Para la gente de la época el conflicto sucesorio entre Carlos de Habsburgo y Felipe de Borbón era un problema político, cuya solución debería ser también política. Ya se habían visto cosas semejantes en Cataluña, por ejemplo en 1412 cuando Jaume de Urgell se enfrentó a Fernando de Antequera por el trono. Solo para nosotros, que estamos al corriente de lo que sucedió en los dos siglos y medio siguientes, ése fue el fin del autogobierno catalán. Para el viajero que franqueaba las viajes murallas medievales, Barcelona aparecía en su innegable esplendor. Jamás, por otra parte, había sido tan bella, aunque hubiese pasado desde Carlos V al rango de museo simbólico de las grandes glorias del pasado.

viernes, 27 de noviembre de 2009

España hoy: lentos y sobre el filo

Progresa adecuadamente. (14)


Nuestra Primaria se ha convertido en un parvulario, la Secundaria y el Bachillerato actuales hacen las veces de la antigua Primaria, y a la univeridad le toca el papel que tenía antes el Bachillerato. Y el papel de la vieja universidad, se preguntará el lector, ¿a quién le toca hoy en día? Pues a los estudios llamados de tercer ciclo, a los doctorados, los másters y los posgrados, que son los títulos que le permiten a un licenciado abrirse camino en el mundo laboral. Es ahí, en estos estudios, en este peldaño añadido, donde tiene lugar la verdadera criba. La única. La de la matrícula que hay que pagar. La del bolsillo, en definitiva.

España, una nueva historia. (78)


El 11 de abril se llegó al acuerdo que más tarde se conoció como la paz de Utrecht. Los Países Bajos católicos, el reino de Nápoles, Cerdeña y el ducado de Milán quedaron en manos del emperador Carlos VI. El duque de Saboya se anexionó la corona de Sicilia. Inglaterra se reservó Menorca y Gibraltar y, a costa de Francia, Terranova y la Acadia, la isla de San Cristóbal, en las Antillas, y los territorios de la bahía de Hudson. A eso hay que sumar sus privilegios en el mercado de esclavos, mediante el derecho de asiento. El 10 de julio firmaba la paz de Utrecht.

El Ala Oeste de la Casa Blanca. (7) Cena oficial


Un buen político debe patearse las calles

jueves, 26 de noviembre de 2009

Progresa adecuadamente. (13)


La palabra "reválida" es un buen ejemplo de cuanto decimos. A quienes están rondando los cuarenta y cinco años o han superado ya tan tierna edad, la mención del término "reválida" no puede por menos que transportarlos al viejo Bachillerato español, marcado sin remisión por el recuerdo grasiento del franquismo. De ahí quizá que la más que probable supresión de la selctividad y la posible introducción de una reválida en algún tramo de la enseñanza preuniversitaria se le hayan indigestado al secretario general del PSOE. Con todo, al reaccionar así, Rodríguez Zapatero no ha caído sin duda en la cuenta de que la selectividad es también un genuino producto de aquella época, sólo que un poco más tardío y patético: si la reválida nos remite al fin de la autarquía y a los albores del desarrollismo, la selectividad nos sitúa en el "espíritu del 12 de febrero" y la agonía del régimen. Si uno pudiera hacer caso omiso de las salpicaduras temporales de cada vocablo y centrarse únicamente en su recto significado, debería convenir que, para la tan deseada igualdad de oportunidades, seleccionar puede resultar a la postre un procedimiento mucho más dañino que revalidar. Mientras que una reválida no deja de ser un ejercicio de confirmación de una validez que necesariamente se presupone -lo que permite considerar incluso la posibilidad de que todos los candidatos acaben superando la prueba-, una selección desemboca a la fuerza en la exclusión de una parte de este todo, haya revalidado o no esta parte su competencia.

España, una nueva historia. (77)


"señores, aquí tenéis al rey de España", exclamó Luis XIV delante de un grupo de cortesanos, funcionarios y diplomáticos en uno de los salones de Versalles; y luego, dirigiéndose a su nieto, el duque de Anjou, dijo con voz algo más quebrada: "Sé buen español, ése es tu primer deber, pero acuérdate de que has nacido francés, y mantén la unión entre las dos naciones; tal es el camino de hacerlas felices y mantener la paz en Europa".

Soberano es cosa de hombres

Un spot de 1.968 en el que se demuestra que no todo tiempo pasado fue mejor...

Progresa adecuadamente. (12)


A riesgo de ser tomado por un conspicuo agente de la reacción, me propongo exponer en este artículo cómo funciona el sistema público de enseñanza en un país diferente del nuestro, en un país más pequeño, más frío y -ustedes perdonen- más culto. Pero en un país, qué duda cabe, tan europeo como España, con los mismos problemas de convivencia y análogos equilibrios y desequilibrios sociales. Gracias a la información suministrada por una buena amiga nacida -casi- en aquellas tierras, me propongo hablarles de la educación en Holanda. Sí, de la educación en el Estado que goza de la legislación más progresista del continente, donde -por poner algunos ejemplos- el consumo de drogas, el ejercicio de la prostitución o la práctica de la eutanasia han adquirido rango de ley. Pues bien, en este lugar de Europa, llano donde los haya -hasta el punto de que casi todo el territorio está situado a nivel del mar-, existen tantos contrastes entre la población como puedan existir entre los habitantes de la variopinta geografía penincular. Los hay más aptos para las manualidades, los hay más proclives al estudio, los hay ordenados, los hay más dispersos; los hay, en suma, de toda clase y condición. De ahí que, nada más finalizar la Enseñanza Primaria, a los 12 años, los niños holandeses, de acuerdo con sus padres y asesorados por sus maestros, elijan una de las tres opciones de Secundaria que se les ofrece. Y como hoy en día todo tiene nombre de sigla, estos adolescentes escogen entre VMBO, HAVO y VWO.
El VMBO es una formación profesional de primer grado, a cuyo término los alumnos pueden completar sus estudios en una formación profesional de grado medio o pasar al HAVO. El HAVO, cuya duración es de cinco años, prepara a los alumnos para seguir la formación profesional de grado superior, aunque a partir del tercer curso pueden orientar sus pasos hacia la de grado medio. El VWO dura seis años y prepara a los alumnos para la universidad, aunque después del tercer curso pueden encaminarse hacia la formación profesional. Añadamos, para completar esta somera exposición, que las tres ramas tienen en común lo que aquí llamamos materias instrumentales -lengua, matemáticas, etc.-; que los alumnos con dificultades de aprendizaje que no pueden sacarse el título de VMBO reciben una formación práctica, tipo escuela-taller, que los prepara para los trabajos más sencillos del mercado laboral; que existen escuelas públicas especiales para aquellos que tienen graves deficiencias de aprendizaje, transtornos de conducta o minusvalías físicas, y que los muchachos inmigrantes que todavía no dominan la lengua holandesa disponen de clases especiales durante uno o dos años para que logren integrarse.
Ya ven en qué consiste un modelo progresista: en facilita. En prever recorridos de distinto alcance y duración, para todos los públicos, trazando cuantos atajos y pasaderas sean necesarios para desandar lo andado o prolongar lo previsto, sin falsos igualitarismos, con los pies en el suelo y la cabeza fría. Algo así como salir al encuentro de la felicidad, acertar con la película y que encima esta acabe bien.

España, una nueva historia. (76)


Resulta tentador mirar la historia de España, desde el decisivo año a escala mundial de 1688 hasta el no menos decisivo de 1713, con la firma del tratado de Utrecht, como la larga travesía entre el sistema político de los Habsburgo, con su respeto a las instituciones privativas de los diferentes pueblos de la periferia Ibérica, al de los Borbones, con una decisva política en pos de un estado centralista; es decir, el pasaje al Estado nacional. Fueron años turbulentos porque lo que estaba en juego era algo más que el nombre de la dinastía que ocuparía el trono en Madrid: la viabilidad de una nación llamada España.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Progresa adecuadamente. (11)


En la Cataluña actual, nadie duda que la enseñanza va por buen camino y de que el sueño empieza a hacerse realidad. Está la base, está el espíritu; falta si acaso algo de dinero, pero tarde o temprano nuestras autoridades le van a poner remedio. Por de pronto, ya están invirtiendo en la escuela privada y concertada, que es donde la necesidad parece más acuciante. Hasta los padres han evolucionado. Antes, cuando un niño recibía una sanción, sus padres le preguntaban qué había hecho para merecerla. Hoy, conscientes sin duda de su debilidad, se conforman con decirle: "Ya empezamos. ¿Qué te habrá hecho el profesor para que reacciones así? ¿Acaso te tiene manía?"

A casa por Navidad

Los cinco catalanes detenidos por el caso Pretoria han llegado a Catalunya.



Vuelve a casa vuelve...por Navidad.

El Ala Oeste de la Casa Blanca. (6) El señor Willis de Ohio


Progresa adecuadamente. (10)


Los niños, los alumnos, los estudiantes, encarnan mejor que nadie la debilidad. Son seres inacabados, en formación, expuestos a la interpenrie social y a sus constantes caprichos. El Estado debe cuidar de ellos. Para llevar a cabo dicho cometido, el Estado cuenta con la escuela. También dispone, claro está, de hospitales especializados, centros de atención a la infancia, y hasta de correcciones. Pero nada como la escuela. Ahí la debilidad se jerarquiza, adquiere diferentes tonalidades, se vuelve mucho más rica, mucho más compleja, mucho más diversa. El cuidado, pues, no afecta a todos por igual. Existen grupos de riesgo, debidamente identificados, en los que la debilidad se ensaña. Primero están los hijos de los recién llegados de otras tierras, con sus culturas atávicas y sus creencias a cuestas. Luego, los miembros de familias desestructuradas, que es como llaman hoy en día a los descendientes directos de parejas a las que la fatalidad ha llevado por la senda del mal vivir. Están, por fin, los vagos, los tontos, los ociosos... Para salvarlos a todos del arroyo, el Estado ha dotado a la escuela de un cuerpo de élite: los psicólogos.

España, una nueva historia. (75)


El tipo humano de "español" se fraguó por entonces: áspero a la vez que divertido, celoso, bravucón, lenguaraz, perezoso. Desde su posición de ciudadano reciente de la villa y corte observaba cierta tendencia a rememorar con afecto la vida en sus pueblos de origen, olvidando que se trataba de un mundo limitado, creado bajo severas circunstancias de opresión y miseria. Cabe preguntarse qué deseaban los inmigrantes a mediados del siglo XVIII. En primer lugar, mejores oportunidades económicas, deseaban, como mínimo en ese sentido, un mundo más abierto y festivo que el dejado atrás en sus aldeas. Soñaban con la riqueza marginal generada por la corte, con la posibilidad de obtener un oficio o un cargo que permitieran un ascenso social para él y para los miembros de un afamilia. No obstante, esos inmigrantes empezaron a sentir el desencanto del fracaso de la monarquía de Felipe IV, al comprobar que no era oro todo lo que relucía en los decorados barrocos.

Progresa adecuadamente. (9)


Aunque tampoco sería justo cargarle el muerto a la Administración y olvidarnos del triste papel que están jugando los padres en todo este asunto. Como si su máxima preocupación fuera la de tener a los hijos ocupados, vigilados, entretenidos y en buenas manos -lo que, por cierto, ya suele garantizar una simple guardería-, los padres han delegado en la Adminsitarción la educación íntegra de sus vástagos. Alguien les llamó un día y les propuso formar parte de los consejos escolares de los centros de enseñanza: había que democratizar la escuela y contaban con ellos. Se lo pensaron -poco- y se lo creyeron -mucho-. Para eso votan y eligen a los equipos directivos de los centros. Luego, que nadie les pida cuentas.

España, una nueva historia. (74)


Después de 1648. España se enfrenta al grave problema de la reconstrucción política e intelectual. Lo mismo que otros muchos paíeses de Europa, que había compartido con ella los desastres de la Guerra de los Treinta Años; pero lo hará de forma diferente, basándose en otros principios políticos, económicos y culturales. Sin profundizar en la noción cartesana de certeza, sino más bien insistiendo en ese acercamiento aproximado a la realidad, donde aún se percibe el sello de un pasado glorioso pero ya ineficaz. No se había aprendido que el racionalismo se había convertido en un gesto seductor. a la larga, ¿no se cimentaría sobre sus recias espaldas el deseo de una armonía social y política para Europa? Poco se hizo en España en estos años. Aquí se perdió una oportunidad.

martes, 24 de noviembre de 2009

Progresa adecuadamente. (8)


Pero ¿no será que estamos confundiendo la diversidad con la magnesia? Una cosa es el respeto por la diferencia y el reconocimiento de los derehos de cada individuo, y otra la ilusoria creencia de que todos somos iguales. Ni todos los alumnos sirven para estudiar, ni tiene por qué un profesor ser competemte en todas la materias, ni hay motivo para creer, así, de golpe, que todas las culturas pueden llegar a suscitar el mismo interés. Quien más, quien menos, ya somos mayorcitos.

El día en que Celestino Corbacho se convirtió en modelo de alta costura


Lo de "alta costura" también hace referencia a lo que nos cuesta mantenerle.

Progresa adecuadamente. (7)


Pero, en las aulas, no sólo el alumnado es diverso. También lo puede ser el profesorado, faltaría más. Para este curso, el Departamento de Enseñanza de la Generalitat se ha inventado una nueva figura docente que reúne dichos requisitos: el "profesor de diversidad". Y no crea el lector que estamos ante un especialista en tratar con alumnos diversos, no; estamos, pura y simplemente, ante un profesor que lleva la diversidad en la sangre, ante alguien que puede haber estudiado para matemático pero que se siente capaz de enseñar ciencias sociales o naturales, filosofía, publicidad o educación física. ¿Se imaginan lo resultona que podría quedar semejane figura si la exportaran, por ejemplo, al campo de la sanidad pública? De un plumazo, se acabarían las interminables colas en los servicios de urgencias y en los quirófanos especializados en cardiopatías. ¿Que no hay ningún cirujano experto en el corazón para operar a aquella mujer que lleva más de un año en lista de espera? No sufra, por ahí debe de andar algún traumatólogo ocioso o algún endocrino desocupado que por el mismo precio se lo hará la mar de bien. Y, si no, echamos mano del bueno del anestesista, que también es muy diverso.

El Ala Oeste de la Casa Blanca. (5) Los chalados y estas mujeres


Progresa adecuadamente. (6)


El caso es que hoy en Cataluña toda la enseñanza pública obligatoria se imparte, por fuerza, en catalán. Sólo en algunos cursos de Bachillerato, y en algunos -pocos- centros privados, se dan las clases en castellano, además de en catalán, inglés, francés, alemán o el idioma que se tercie. Así está la cosa. Y, dejando a un lado esa similitud entre las lenguas a la que me refería hace un momento y que tan fáciles ha puesto las cosas, ¿sabes cómo hemos llegado hasta aquí, cómo ha sido posible esto? Quizá no lo sepas, pero seguro que lo intuyes. Sí, la autonomía, la famosa potestad de cada comunidad para gestionar sus asuntos; de aquí viene todo, en efecto. Por eso la LOGSE fue tan bien recibida en Cataluña, y por eso una coalición como Convergència i Unió, tan renuente, en principio y por principio, a las utopías izquierdistas y a los falsos igualitarismos, y tan favorable, en cambio, a la meritocracia, se avino al pacto. Dicen que sarna con gusto no pica. Y es que, si la sarna la traía la izquierda, el gusto lo experimentaba el nacionalismo al aprovechar el inicio de la reforma educativa para implantar la inmersión lingüística en los primeros niveles de la enseñanza y convertir poco a poco el catalán en la única lengua de la escuela. Tras más de tres lustros de inmersión continuada, hasta los propios estrategas educativos reconcoen haber alcanzado sus últimos objetivos en el aula. Eso sí, enseguida añaden que, una vez dominada el aula, ahora van a por el pasillo, el patio y el entorno.

España, una nueva historia. (73)


La historia de España no se explica sin Olivares, el cortesano supremo. Entre 1621 y 1643 dirigió la política de Felipe IV con auttoridad. Es el héroe de la monarquía de los Habsburgo y quizás el responsable de su ruina. Siempre a caballo, quizás por el famoso retrato que le hizo Velázquez en 1634, su mirada inquisitiva mide la multitud, busca con rapidez los resquicios de su gran pasión en la vida, el poder. Sabe que es importante actuar diligentemente pero con fimeza. Tenía casi cincuenta años cuando el rayo de la fama iluminó su rostro (un rostro que vemos quizás mejor en otro retrato de Velázquez, hoy en el Hermitage) y estaba a punto de culminar su gran obra política en Madrid, la ciudad más curiosa e intrigante del mundo en aquellos años. La paradoja de su vida consiste en querer convertir un artificioso sistema político en el fundamento de una nación moderna, que pudiera llamarse con orgullo España.

Progresa adecuadamente. (5)


Y en todas estas comunidades el nacionalismo ha tenido siempre una preocupación mayor: preservar "la lengua propia", así llamada en los respectivos estatutos de autonomía por obra y gracia de este mismo nacionalismo -y por la inacción, claro está, del resto de las fuerzas políticas, y en especial de los dos grandes partidos nacionales, que cedieron en este punto sin atisbar lo que se les venía encima-. Porque la consideración de que las lenguas no son un asunto estrictamente individual, de cada uno de los hablantes, sino propias de un lugar y poseedoras, en consecuencia, de un aura colectiva, histórica y simbólica; la consideración, en suma, de que hay lenguas de un territorio y lenguas que no lo son, no sólo determina la primacía de un idioma con respecto al otro -que, para más inri, es el idioma oficial del Estado y el hablado por la mayoría de la población, incluso en el territorio en cuestión-, sino que representa, inevitablemente, una fractura social, unos ciudadanos de primera y otros de segunda, unos más propios y otros más impropios.

En política todo lo que sube...

lunes, 23 de noviembre de 2009

El Ala Oeste de la Casa Blanca. (4) Cinco votos menos


España, una nueva historia. (72)


El paisaje de España en la primera mitad del siglo XVII hubiera sido mucho más convencional de no haber existido un proyecto político europeo forzosamente trabajado por los validos de Felipe II y Felipe IV, los dos reyes de la casa de Habsburgo que reinaron en esos años, el duque de Lerma y el conde-duque de Olivares. A diferencia de otros países de Europa, en especial Francia e Inglaterra, que corrían en pos de una modernización de sus clases sociales que desenvocó en un caso en la cultura libertina y en el segundo en la revolución puritana de Cromwell, en España se hizo todo lo posible para evitar la aparición de grandes disparidades entre la monarquía y el estatus nobiliario.

El Ala Oeste de la Casa Blanca. (3) Una respuesta proporcional

Con la que está cayendo ser del PSC o el PSOE es un sufrimiento

España, una nueva historia. (71)


En su inmensa mayoría, los moriscos expulsados se establecieron en el norte de África, otros muchos negociaron con las autoridades otomanas para poder instalarse en los territorios musulmanes de los Balcanes y un pequeño grupo consiguió regresar a España. Fue el caso de Ricote, según cuenta Cervantes en la segunda parte (capítulo LIV) del Quijote. En medio de un camino, Sancho acude junto a una comitiva de peregrinos con ropa extranjera y uno de ellos se le acerca dando grandes señales de júbilo ante la extrañeza del aludido exclamando desde una honda pena: "¿Cómo es posible, Sancho Panza, hermano, que no conoces a tu vecino, el morisco, tendero de tu lugar?". A lo que, tras recuperarse de la sorpresa, contesta: "¿Cómo diablos te había de reconocer, Ricote, en ese traje de moharracho que traes? Dime: ¿quién te ha hecho franchote, y cómo tienes atrevimiento de volver a España, donde si te cogen y conocen tendrás harta mala ventura?".

domingo, 22 de noviembre de 2009

El Ala Oeste de la Casa Blanca. (2) Post Hoc Ergo Propter Hoc


España, una nueva historia. (70)


Que la historia de España se repita es una cuestión fatua, ya que puede suceder que en algún caso adopte el disfraz de una parodia de lo anterior; pero los efectos que tiene la idea de que algo volverá a ocurrir resultan devastadores para la imaginación moral. En el hecho de la repetición subsiste por un lado la capacidad de sentir un acto como ejemplar, como cuando Felipe II se mira en Recadero al formular su programa político; y por otro, el sentido de un destino vinculado a una forma de ser. Nunca nada cambiará en la historia de España: una convicción peligrosa, que induce al desánimo incluso en el campo de batalla.

El Ala Oeste de la Casa Blanca


A partir de hoy iré colgando capítulos de "El Ala Oeste de la Casa Blanca". Gran serie que nos desvela los entresijos de la política etadounidense.

Progresa adecuadamente. (4)


No cuesta mucho imaginar el efecto que esta descentralización de las competencias ha producido en la cultura de los jóvenes españoles. Seguramente el adjetivo que conviene a esta cultura es "subsidiaria". Sí, la cultura de nuestros bachilleres, o de nuestros secundarios, o de nuestros primarios, puesto que muchos ni siquiera superan los ciclos iniciales, proviene de la aplicación del principio de subsidiariedad. Y este principio, cuya eficacia en lo tocante a la administración de los asuntos públicos es harto discutible, trasladado al terreno de la enseñanza da como resultado unos conocimientos que a duras penas traspasan el límite del barrio o del pueblo en que se halla ubicado el centro educativo. Se trata, sin duda alguna, del triunfo de lo particular frente a lo general, de lo que separa y singulariza frente a lo que une y universaliza. En lugar de enseñar a nuestros jóvenes lo que, de otra forma, difíclmente alcanzarán a conocer por sí mismos, se les predica las maravillas de lo obvio, de lo que tienen a mano, de lo puramente accesorio, por insignificante y consabido.

Los pantalones de un político en ascenso

España, una nueva historia. (69)


España tuvo una gran oportunidad histórica en la segunda mitad del siglo XVI, cuando el manierismo era la corriente artística dominante, una época prometedora en la que se llegó a creer firmemente que la ignorancia y la superstición quedarían atrás gracias al trabajo de los predicadores, dando paso a un gran futuro que, tras la victoria sobre los franceses en San Quintín, ya no era un viejo sueño borgoñón, sino una realidad nacional. Felipe II ordenó construir El Escorial, edificio que evocaba el inicio de una era española en la cultura mundial. En un período de prosperidad, el rey y sus cortesanos imaginaban una sociedad capaz de conciliar el lujo privado con el gasto público. Un indicador de esa confianza fue la implicación en el conflicto que enfrentaba al imperio otomano y a la República de Venecia.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Para los que celebraron el 20-N

Mensaje de la ciudadanía al político corrupto

España, una nueva historia. (68)


Las élites que rodearon a Carlos V se rebelaron contra la España profunda, al imaginarla como una nación atrasada, reaccionaria, represiva en su moralidad sexual, de gustos plebeyos, pagada de sí, torpe y vulgar. Los que aspiraban a incorporarse a la corte debían vincularse cuanto antes al dinero, a la moda y la cultura del mercado mundial. No está claro, y se sigue debatiendo, si se consideraban a sí mismo españoles, aunque desde luego utilizaban el castellano en sus escritos pero no en sus conversaciones, que probablemente eran en francés o italiano, las dos lenguas internacionales de aquellos años. El patriotismo de las ciudades medievales no se encontraba entre las virtudes más apreciadas por ellos. El humanismo, por el contrario, les sentaba perfectamente ya que evocaba la agradable imagen de una Europa unida bajo el emperador, sin el peso del inextricable papado ni de los adustos clérigos reformadores, donde se podían saborear indiscriminadamente platos de la renovada cocina veneciana o francesa, madrigales ingleses y poesía italiana o francesa, sin preguntas ni compromisos.