miércoles, 26 de agosto de 2009

Contra las patrias. (15)


A partir del siglo XVIII, ningún movimiento importante en lo político, lo religioso, o lo cultural ha dejado de estar vinculado de un modo u otro al nacionalismo. Cualquier idea o propuesta colectiva, para alcanzar verdadero arraigo popular, parece necesitar el apoyo de las andaderas nacionalistas. Ha habido nacionalismos integristas y revolucionarios, emancipatorios y colonialistas, religiosos y profanos (aunque, en cierto sentido, importante, todo nacionalismo es religioso), refinados y simplistas, vanguardistas y ultratradicionales, racistas y antirracistas... En ocasiones, el nacionalismo ha despertado lo peor del Estado, y en otros momentos ha rescatado lo mejor. Pero de uno u otro modo, el patriotismo ha seguido acumulando víctimas.

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