martes, 29 de septiembre de 2009

España, una nueva historia. (13)


La primera semilla de los males futuros del Imperio Romano fue la decisión de Octavio Augusto de pedir al Senado poderes ilimitados para acabar con la disidencia en la península Ibérica. ¿Es que nadie quiso entender que ocupar el territorio cántabro y tratar de romanizarlo (con o sin aliados) era esencialmente una empresa imperial y que no solo costaría grandes sumas de dinero a las arcas públicas sino que llevaría muchos años alcanzar el "triunfo"? Es posble que Octavio leyera a Polibio cuando planeó la campaña contra los pueblos cántabros; pero no debió de entenderlo habida cuenta de que la destrucción de Cartago costó más de un siglo y miles de soldados romanos.

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