martes, 15 de septiembre de 2009

El Bucle Melancólico. (21)



Para Arzalluz, una cosa es ser vasco y otra ser nacionalista vasco. O, dicho de otra manera, una cosa es la etnia y otra la nación... La etnia vasca consiste en "sangre, apellidos y lengua". Esto se posee por herencia genética y cultural (la lengua puede adquirirse, pero la sangre -los apellidos son, como para Arana, un simple índice de la "limpieza de sangre"- pertenece a lo dado por naturaleza). Luego hay tres grados, cuando menos, de participación posible en la identidad vasca: por sangre (y apellidos), por lengua y por "conciencia nacional" (que, en Arzalluz, vale por "voluntad política"). El ideal sería, pues, el vasco integral, con apellidos, lengua y conciencia nacional, es decir, Arzalluz. Pero no se le oculta que la realidad vasca es mucho más compleja: hay vascos "de sangre" que no saben eusquera, vascohablantes sin apellidos eusquéricos que son nacionalistas o no lo son, vascos de apellidos y sin eusquera que son o no son nacionalistas, y nacionalistas y no nacionalistas sin lengua y sin apellidos... en fin, un caos. En estas circunstancias, la única división efectiva es la que se establece entre nacionalistas y no nacionalistas: "nosotros" y "ellos", como acostumbra decir Arzalluz.

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