La inteligencia de un general tiene de paradójico que está hecha sobre todo de cosas que no se pueden aprender, o de cosas que sirven para representar lo que no se puede aprender. Napoleón lo llamaba suerte, otros sentido de la oportunidad. Escipión quiso tener a su alrededor una cosa u otra, consciente de que nada pervive sin ella. Es la misma actitud que siglos más tarde tendría en ese mismo lugar el general estadounidense George Patton cuando se enfrentó en condiciones desesperadas, tras el desastre del paso de Kassserine, al Afrika Korps del mariscal Erwin Rommel.
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