viernes, 31 de julio de 2009

Los rostros de la muerte

El Ayuntamiento de L´Hospitalet menos transparente que el de Coslada.


La organización Transparency International España, acaba de publicar el índice de transparencia de los Ayuntamientos del 2009.
Como Ayuntamiento más transparente de España encontramos a Sant Cugat del Vallés, y una ciudad que ha sido noticia en los últimos tiempos como Coslada se encuentra en el puesto 30. Si queremos encontrar a L´Hospitalet de Llobregat debemos bajar hasta el puesto 53. Que el Ayuntamiento de L´Hospitalet es poco transparente lo sabemos todos los hospitalenses pero siempre es bueno que una organización imparcial nos lo recuerde.
Si el Ayuntamiento de nuestra ciudad quiere mejorar debe cambiar mucho, pero se me ocurre una forma muy sencilla de hacerlo: publicar estos datos en todos los medios de comunicación municipales de la ciudad. Sabemos que esto no pasará y también sabemos que seguiremos en la opacidad más absoluta.

Nada por la patria. (45)


El elogio por parte de quienes no piensan como uno, o incluso militan en campo contrario, suscita con frecuencia mayor gratitud que el de quienes se identifican con las propias ideas. Para este cronista fue muy grato oír a Francesc de Carreras, antiguo militante del PSUC más tarde próximo al PSC, enalteciendo los méritos cívicos de Aleix Vidal-Quadras, ex-presidente del PP catalán caído en desgracia por oponerse a la política lingüística nacionalpujoliana. Más delicioso aún fue oír a Vidal-Quadras haciendo la apología entusiasta del muy irreverente juglar Albert Boadella. Del mismo modo, quien esto escribe no pierde nunca ocasión de decir que Quim Monzó, nacionalista radical según parece incurable, escribe la mejor prosa catalana del siglo y acaso de todos los tiempos, puestos Josep Pla y Josep Maria Espinàs fuera de concurso y teniendo en cuenta que uno ha dicho prosa para poder dejar solo en su merecida cumbre al inmarcesible Ausias March, que se tutea con Shakespeare y Dante..
Pues que si quieres arroz, catalina. Nada.

Contra Catalunya. (8)


Estaven construint una nació, però ho amagaven. Si ho haguessin reconegut potser hi hauria col-laborat. En canvi, s´atenien a una mena d´imperatiu històric, a una veu cavernosa que els deia "som". Eren els primers que sabien que aquesta veu no existia, però dissimulaven. Insisteixo: era l´única cosa que no es podia especificar al contracte. La dissimulació consistia a distingir, amb l´ajuda acadèmica que s´hagués de menester, entre Nació i Estat. Ells asseguraven construint l´Estat a què aspirava una nació letàrgicament instal-lada a la història des de feia mil anys. Evidentment, aquesta distinció té algun sentit nomès des d´una perspectiva mítica, religiosa. Els laics saben que una nació no existeix sense un Estat. Que la nació es l´Estat. Això, el nacionalisme no ho pot acceptar. Perquè l´Estat és discutible, opcional, una decisió de l´individu, al capdavall. L´individu pot discutir les característiques de l´Estat. Fins i tot el pot abandonar, l´Estat -l´apàtrida-; però de la nació no aconseguiria sortir-ne mai. L´apreciable i avantatjosa diferència que jo trobo entre ser espanyol quan ho vulgui, però de moment és impossible deixar de ser català. Potser això enclou tots els meus patiments.

Nada por la patria. (44)


El nacionalismo español es malo, incluso parece admisible que alguien suelte un exabrupto como que todos los nacionalismos son malos y conducen al fascismo, pues resulta evidente sin necesidad de demostración, es obvio como decía González o axiomático como prefiere Delgado, que el nacionalismo catalán queda excluido de esa malformación común a los demás nacionalismos, dado que el nacionalismo catalán está más allá del bien y del mal, es natural como el sol y la nieve y el fluir del agua y la rueda de las estaciones. Ningún medio digno de tal nombre ha cuestionado que desde que el mundo es mundo, es decir no ya desde Pujol sino desde Torras i Bages y Prat de la Riba o el conde Borrell o el Homo Antecessor de Taltavull, Catalunya es una realidad intangible, anterior a todos nosotros y que enterrará a nuestros más remotos descendientes se llamen Puigdemolins o Campuzano.

jueves, 30 de julio de 2009

Por lo visto en verano los asesinos muestran su verdadera cara



http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=633699&idseccio_PK=1008

Contra Catalunya. (7)


Abans de pronunciar "l´Ara no toca", el president Pujol solia entrar amb tres quarts de retard a la sala on els periodistes l´esperaven. No sé com va començar, això, però la veritat és que a l´entrar el president els periodistes s´aixecaven de les cadires. Un dia un no ho va fer. Per pura distracció, no es va aixecar. La primera cosa que Pujol va fer quan va començar a parlar va ser engegar una esbroncada monumental al distret. Va acabar així, me´n recordo prou bé:
-Vostès s´han d´aixecar. Perquè si entrés el president del Govern espanyol s´aixecarien i perquè jo sóc el president de la Generalitat i la institucionalització de Catalunya necessita gestos com aquest. Necessita que vostès s´aixequin.
Va esbufegar i va continuar amb la seva.
No em semblava malament, aquesta actitud. Una nació en el tràngol de fer-se necessita gestos d´aquests. En una nació feta, i en un cas similar, es poden donar dos supòsits: que la tradició hagi deixat una molla al cul dels periodistes, una molla tensa i general que salvi de tota distracció, o que la indiferència glacial del poder ni tan sols arribi a preguntar-se des de la seva llunyania si els periodistes seuen o estan drets, que és justament el que passa a les rodes de premsa del president del Govern espanyol. A mi em feia entendrir aquesta insistència de Pujol a exigir que la gent s´aixequés quan ell passava, per acabar proclamant tot seguit que érem una nació. Però no pas fins al punt de sancionar-la amb la meva participació: m´esperava a fora i entrava a la sala una mica més tard. Jo també puc ser pragmàtic. Era incapaç de perdonar que Pujol no saludés mai l´enemic; que arribés sempre amb molt retard a les rodes de premsa i mai, mai de la vida i mai, mai, mai presentés una mínima disculpa; que tractés amb una desconsideració naturalíssima els periodistes, especialment els joves; o que s´interessés amb força mala pata i fregant la incorrecció per les cames d´alguna periodista que havia arribat al Parlament amb la faldilla curta, al seu gust. Un home que només exigia les formes als altres no es mereixia la meva gimnàstica vertebral, ni que hi anès la construcció de Catalunya. Però alhora m´horroritzava la idea de tenir un enfrontament en veu alta amb ell -era el president i jo hauria callat algunes d´aquestes coses que ara escric- si mai m´increpava directament perquè no m´havia aixecat. De manera que jo veia des del passadís l´aixecament de la nació.

Nada por la patria. (43)


La droga más importante de la triterapia. O la más peligrosa, si se tiene en cuenta que el tema transversal de todo este libro es el periodismo, o por decir mejor la desigual batalla entre el periodismo maquillador de la realiodad y el periodismo escarbador incansable. Los medios presuntamente informativos de Cataluña, o sea el Oasis Mediático más grande de la Galaxia Gutemberg & Marconi-Baird et al., han lavado, con paciencia monserratina y durante más de veinte años, el cerebro de los ciudadanos mediante el uso alternando o simultáneo de varios programas de la lavadora polivalente.
El primer programa, llamado elemental, ha consistido en convertir la Aldea Global del viejo McLuhan en un Aula Global -Agustín García Calvo da en el clavo cuando llama Formativos a los medios-, tratando a todos los catalanes como alumnos menores de edad mental, carne receptora de las mismas sandeces patrióticas que maestros y maestras desparraman por las escuelas e institutos ocultas -cual amarillo colesterol malo agazapado en los solomillos de vaca vieja- bajo denominaciones en apariencia neutras como Ciencias Naturales o Sociales, Lengua, Literatura, Geografía, Historia e incluso, pásmese el forastero, Física o Matemáticas.
El segundo programa de lavado, un poco más enérgico, ha conllevado la edificación de un espacio sagrado, intocable, grande como el Vaticano, alto como Lhassa y Titicaca, blanco como el lienzo metafísico que jamás maculó color ninguno, puro como el parto de una virgen llamada María: el espacio nacional catalán. Se puede decir todo, incluso palabrotas tales como comunista o puta o mariconazo, siempre y cuando todo sea "de Cataluña", a ser posible con el fonema "ñ" transcrito mediante el dígrafo "ny" sea cual fuere el idioma empleado. Todo puede ser discutido, excepto Catalunya. Antes roja que rota. Antes nazi que bilingüe.

Celestino Corbacho y la censura a los periodistas

No es la primera vez: http://miguel-delamo.blogspot.com/2009/03/cuando-celestino-corbacho-echaba.html


miércoles, 29 de julio de 2009

Los cobardes no hacen vacaciones

Nada por la patria. (42)


Las bases en la medida en que esos partidos tienen algo que así pueda llamarse -solo el PSC (PSC-PSOE) ha logrado mantener unas "bases" con cierta entidad-, son otra cosa. Pero este cronista, acaso porque aún hierve su cráneo privilegiado gracias al duro y estimulante esfuerzo de traducir al catalán el "Discurso de la servidumbre voluntaria" de La Boétie, tiende a pensar que las bases de los partidos ya no cuentan ni a la hora de pegar carteles, tarea que ahora suele llevarse a cabo previa remuneración y no por entrega. Dice La Boétie que el tirano puede hacer su santa voluntad porque tiene a seis que están bajo él y dependen de él, que cada uno de esos seis tiene debajo a otros seis en la misma situación que la suya bajo el tirano, y así sucesivamente. Algo similar piensa éste pobre periodista que ocurre en los partidos, sin que ello implique equiparar a sus secretarios generales o presidentes con el tirano, ni a la sociedad abierta popperiana con la monarquía absoluta, que el dios de los no creyentes le libre de ello.

Risto contra los políticos

De la crítica musical a la política.




Ya veremos los que desafinan y a los que nomina.

martes, 28 de julio de 2009

Nada por la patria. (41)


Los dirigentes de los partidos catalanes, tanto de izquierdas como de derechas -con excepciones que pueden contarse con el dedo de la mano decía Ovidi Montllor-, suelen ser hijos de ricos, franquistas por convicción o conveniencia los más y nacionalcatólicos catalanes otros. Quienes siendo de distinto origen han logrado alcanzar la cumbre de los partidos son (vuélvase aquí a las excepciones de Ovidi) servidores voluntarios de ls señoritos de siempre, edecanes dóciles del principito, o sea Pujol.

Contra Catalunya. (6)


En aquell temps jo anava sovint al palau de la Generalitat. Hi havia el costum, i encara hi es, que Pujol donés una roda de premsa després de la reunió habitual del govern. Solia ser un moment desagradable de la meva vida. Ni m´agrada com menja, Pujol, ni m´agrada la manera que té de tractar la gent. A pesar que la tracti amb bones intencions. Encara menys m´agradava, aleshores, com tractava els periodistes. Els periodistes del país hauran de retre compte exacte -si algun dia algú es molesta a demanar-ho: improbable molèstia- del perquè d´aquesta frase: "Avui no toca", -la diu el president quan l´incomoda qualsevol pregunta, i el periodista assumeix tot seguit el calendari-, per què aquesta frase, dita sovint, a més, amb mala bava, ha resumit les relacions de Pujol amb la premsa. En aquella època, i no trobo indicis d´un canvi de situació, Pujol feia el que li semblava amb el periodisme. És un home d´un temperament autoritari i se li notava fins i tot en els capítols menors: la jactància amb què es burlava, davant dels meus ulls i de molts altres ulls, d´haver aconseguit esquivar la "persecució" (sic) dels periodistes i haver-se vist en secret amb Felipe González, m´ha quedat a la memòria com una de les imatges més nítides i simbóliques de la confusió que es produeix a vegades en la relació entre periodistes i polítics. El periodista no sempre es recorda que els polítics provenen directament del poble sobirà -o fundador, o magno, si volen: escric, fa calor i em ve de gust una broma suada. Però els polítics obliden que els periodistes també provenen d´aquest mateix poble, ni que sigui directament. Entre els uns i els altres es tarmita un joc. De vegades és ridícul: l´elis elis de Pujol. Però a vegades és perillós: el periodisme redemptor s´acaba creient que la democràcia depèn nomès del seu ample d´espatlles, de la seva marcada tonsura missionera; el polític s´encasta a la casta i es converteix en un defemsor agressiu del privilegi, de les maneres, de la lògica, incapaç de compendre que el periodista és el ciutadà que el ciutadà fa servir perquè expliqui com van les coses i calibri el to vital i el compliment de la delegació de sobirania política que de tant en tant s´exerceix a les urnes.

Nada por la patria. (40)


Las maestras y maestros, han constituido en Cataluña, como en todas las naciones desde que las naciones existen así en lo real como en lo virtual, un ejército nacionalizador, en este caso nacionalizador catalán. Nacionalizar a las criaturas quiere decir muchas cosas: embutirles en sus tiernas seseras la colección de leyendas más que menos sanguinarias llamada Historia -así, mayusculizando un grafema que no corresponde a ningún fonema español ni catalán-; enseñarles una geografía donde es más importante saber si Figueras es o no la capital del Berguedà que determinar si París está al norte o al sur de Madrid; y, last but not least, convencerles de que el catalán es la lengua propia de Cataluña y de que si no pierden muchas horas asimilando ese léxico normativo en vías de invención y la dificultosa ortografía que Fabra impuso a pesar suyo (mucho menos sensata que la del español o el italiano y casi tan absurda como la del modelo francés), nunca llegarán a nada en un país donde la lengua fabriana es el emblema, el jamón cinco jotas que las judías y judíos conversos deben llevar prendido en la solapa o el escote como prueba de que su integración es perfecta y su asimilación tan absoluta que ya son en verdad más cristianos que los cristianos viejos.

lunes, 27 de julio de 2009

Música de Catalunya. (27)


"Mar el poder del mar", una canción de la banda barcelonesa, Facto Delafé y Las Flores Azules.

Nada por la patria. (39)


Decir que nadie en Cataluña desea el monolingüismo catalán sería sin duda exagerado. Resulta por completo veraz, en cambio, afirmar que los partidarios de ese monolingüismo son -como los defensores del monolingüismo español o castellano- una ínfima minoría. Lo normal -concepto estadístico, recuérdese: la curva de Gauss, lo que más hay y todo eso-, lo normal estricto en el conjunto de la población catalana es ser bilingüe. Basta escuchar para comprobarlo (parar l´orella se dice ne catalán). Bilingüe y, encima, bilingüista.
Puede que en alguna oscura aldea del Cadí, poblada por viejos vaqueros semianalfabetos que cultivan su acre de tierra avara con aperos arcaicos, quede algún auténtico partidario del monolingüismo catalán, más que nada porque su dominio del español es escuálido y tiene derecho, un derecho qué caramba chomskiano, a exigir que todo se haga en la única lengua en la que puede sentirse de veras competente, en la lengua en la que puede sentirse de veras competente, en la única que le permite no sufrir un complejo de inferioridad añadido a los muchos que ya padece por mor de su nada favorable situación en la geografía, la pirámide socioeconómica y la injusta distribución de bienes culturales.
Esa entrañable reliquia rupestre merece todos los respetos y protecciones, pero -no se olvide que la conurbación barcelonesa, donde las personas de familia "castellana" son las que más abundan, tiene cuatro millones de habitantes, es decir las dos terceras partes de Cataluña- el conjunto de la población catalana lo que quiere es seguir disponiendo de las dos lenguas propias y oficiales del país. Quiere, tan chomskianamente como aquel pobre aldeano del Cadí, ser competente en la lengua que puede hablar con los habitantes de Alcoi, Fraga, Andorra (aunque ahí suelen resultar más útiles el español o el portugués) y Perpignan (donde de todos modos gana de calle el francés), pero quiere también que sus hijos sepan hablar y escribir como cualquier otro nativo el idioma que les permitirá entenderse con aquella cubana ardiente y aquel argentino que según parece hace tan bien el amor pese a Lacan y con algo así como 387 millones de personas más.
¿Cómo, teniendo en cuenta esa realidad palmaria, se ha podido implementar desde el gobierno autónomo la política lingüística más discriminatoria del mundo (recuérdese también: del mundo democrático parlamentario), por más que a esa discriminación flagrante la llamen "positiva"? ¿Cómo se ha podido lograr que los negros votasen a favor de que sus hijos se libraran de la discriminación a cambio de sumergirse durante trece años en lejía hasta ponerse blancos blanquísimos y conservar solo manchas leves y más bien cochambrosas de su negrura originaria? ¿Cómo se ha logrado impedir que miles de castellanohablntes nacidos en Cataluña -la mitad de la población total y dos tercios de la urbana- salieran a la calle exigiendo que sus hijos tuvieran en la escuela los mismos derechos lingüísticos que los hijos de puertorriqueños recién desembarcados en el Bronx neoyorquino?

Contra Catalunya. (5)


En cap moment em vaig tenir per un convidat de la presidència. Haig de dir que els funcionaris de la presidència insistien que com a tal m´havia de considerar, però la seva amabilitat no va ser mai del tot recompensada. Jo entenia que la presidència de la Generalitat tenia un detall amb el diari que em pagava i que aquest diari delegava en mi una modesta tasca de representació. Com que el diari em pagava per fer la feina i la feina era substancialment la mateixa al carrer Llúria de Barcelona que davant la catedral d´Aquisgrà, jo la feia com sempre. Però em penso que hi va haver algun malentès. Es possible que tot, en general, no fos sinò un malentès.
El malentès, en tot cas, va començar a gestar-se una tarda que passejàvem -anàvem dos o tres col-legues- pels carrerons d´Aquisgrà. No teníem gaire res més a fer. Al programa de la visita només hi figurava una cita nítidament apuntada: la trobada amb l´alcalde de la ciutat. I s´havia produït al matí, molt d´hora. Allà, a l´Ajuntament, jo havia tornat a pensar en les sabates quan sentia que el president de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol i Soley, autoritat màxima -deia que era- d´un país petit, cordial i amable, es declarava hereu de Carlemany. De la Marca Hispànica, jo en tenia un concepte difús, de batxillerat, però no m´havia semblat mai que fos un lloc per viure-hi. Ara em sembla un d´aquests recercs mítics on el historiadors es refugien quan els sobrevé -els historiadors narren- la por al buit. hauria pogut, la veritat, sentir-me molt content com a hereu de Carlemany. Però el meu humor sorrut només em deixava mirar en silenci les sabates. Després, a la tarda, mentre passejàvem va aparèixer el president, acabat de sortir d´una llibreria. Quan Pujol fingeix naturalitat és un home temible.
-Caram, què feu per aquí? de compres?
-Passejant, president.
-Nosaltres també, passejant i comprant.
El cap de Marta Ferrusola, que aleshores tenia la personalitat, l´espectacularitat i l´exotisme del cap encasquetat d´un membre de la reial guàrdia britànica, va aparèixer per la porta de la llibreria. De seguida va arribar el cos. L´aire estava ple de presagis -res de dolent: començàvem a olorar els rostits del sopar-, tots estàvem cansats i per allà hi havia moltes tavernes. Algú va dir per què no, Pujol va acceptar, la senyora va acceptar i jo també vaig acceptar. Al cap de poc, a la taverna, i com si s´obeís a un instint, va anar arribant tota l´expedició catalana. va quedar molt amigable. Marta Ferrudola va explicar que havien estat passejant tota la tarda i que estava especialment contenta perquè havia comprat unes llavors pe la seva botiga, la floristeria.
Aleshores encara tenia aquella botiga a la part alta del carrer Balmes, on uns anys després jo l´havia de veure, de negra nit -passava per davant, la persiana estava mig abaixada i vaig mirar-, inclinada a la vora d´un llumet, sola, encarada amb els papers, inoblidable. Pujol, que bebia cervesa, va fer el que en deia -ell i la seva gent- "una mica de pedagogia". La pedagogia consistia a explicar als periodistes què havien d´escriure l´endemà. De fet, no li havia agradat gens trobar-nos pel carrer ni que algú hagués suggerit la idea d´una cervesa col-lectiva: en realitat no li agradava continuar allà. I el que li agradava menys de tot era l´evidència que al seu programa d´actes hi havia una col-lecció important de buits i que per aquests buits continuàvem allà i que a causa d´aquesta absència de feina ell es veia obligat a explicar als periodistes -oh, aquest nois, sempre estan vigilant- per què era vital que Catalunya es donés a conèixer al món, més enllà de totes les dificultats, més enllà de totes les critiques, amb tot l´esforç.
Era emocionant. Podia haver estat emocionant, més ben dit. Ser a Aquisgrà o a qualsevol altre indret dels que van venir després, a qualsevol indret dels que encara continua travessant al galop de les seves cames i del seu verb, el president. Podia haver estat emocionant si Pujol, si el seu món, haguessin reconegut que estaven fent néixer una nació i que tots els periodistes que escoltaven estaven assistint a aquest naixement. Però, aixó era l´única cosa en què no es podia cedir, el tabú, la clau de volta, ningú podia cridar a Aquisgrà, aquell vespre, ningú pot cridar aquí, que el rei estava, que està nu. Si s´acceptava que s´estava construint la nació, algú aleshores podia haver preguntat amb pertinència extrema, per què calia construir-la. Una pregunta impossible. La nació existeix, existeix fins i tot abans que els seus habitants, que els seus individus. El senyor Bonaventura Riera, intelectual del país, citat per Joan-Lluís Marfany a "La cultura del catalanisme", ho diu amb claredat: "Si fos possible avuy exterminar a tots els catalans y poblar nostre terrer de gent d´altres psïsos, dintre d´un terme més o menys remot tornaria a existir el poble català". "No un poble català -remata Marfany-. el poble català".

Nada por la patria. (38)


Se ha recordado mucho, en este vigésimo aniversario mal conmemorado del retorno del president Tarradellas, su "Ja sóc aquí!". Se ha destacado menos la invocación que precedía este triunfal grito autoafirmativo, y sin embargo es a mi juicio lo más importante: "Ciutadans de Catalunya¡" No el "Catalans¡" de Macià, que a fin de cuentas se parecía demasiado al "Españoles¡" de infausto recuerdo que había de seguirle, sino "Ciutadans de Catalunya".
Es decir: una concepción laica, administrativa, adjetiva, legal de la condición de catalán. No tengo empacho ninguno en decir que se la he copiado acaso con cierta abusiva y tendenciosa modificación de su alcance: ser catalán es estar empadronado en algún municipio de Cataluña. Así de sencillo, así de poco metafísico. Si la concepción tarradellista de lo catalán hubiese prosperado, otro gallo nos cantara en este momento.
¿Puede extrañarle a alguien que el homenaje oficial a Tarradellas haya sido tan torticero y mezquino?

domingo, 26 de julio de 2009

Contra Catalunya. (4)


Formava part de la delegació que acompanyava el president de la Generalitat, Jordi Pujol, en un dels seus primers viatges a l´estranger. En aquesta delegació hi havia tota mena de persones. El president, la seva senyora, alts funcionaris, funcionaris, empresaris, periodistes. Tots ells, tots nosaltres, viatjàvem a compte del diner públic. De quin diner públic, no importa: de vegades eren diners del país emissor y de vegades del país receptor. Era un fet molt normal pels funcionaris, pel president, potser també per la senyora del president, i més o menys irrellevant pels empresaris. Però en el cas dels periodistes, l´assumpte era més complicat. Només el diari El País es negava a deixar-se convidar pel poder autonómic i els seus enviats deien que pagaven fins la més petita de les factures, un detall que contribuia a fer créixer la brillantor de l´aurèola amb què aleshores viatjaven pel món. Tots els altres eren convidats del Govern de la Generalitat. L´explicació, més o menys oficial i rutinària, era que el president volia que els seus viatges tinguessin una cobertura periodística digna. Per això era imprescindible que una persona es desplacés fins al lloc dels fets. I com que la majoria dels mitjans de counicació catalans no podíen seguir el tren de vida del president, aquest es va decidir per la subvenció directa.

Nada por la patria. (37)

Finalizamos la entrevista que Iván Tubau hizo a Tarradellas en 1982.





-Usted, cuando estuvo en el Gobierno catalán durante la República, firmó el decreto de colectivizaciones, que estaba a medio camino, digamos, entre una nacionalización y una sindicalización de los medios productivos.
-Es una de las cosas que estoy más orgulloso de haber hecho. Firmé el decreto de colectivizaciones y el del aborto. Eran cosas que en aquel tiempo había que hacer y estoy muy contento de haberlas hecho. Cataluña fue uno de los primeros países de Europa que tuvo una ley autorizando el aborto.
-Sin embargo, cuando fue usted presidente de la Generalidad catalana tras la muerte de Franco, parece que desautorizó una campaña sobre anticoncepción que la consejería de sanidad de la Generalidad había iniciado.
-Es que aquello se hizo mal: empezaron escandalizando. Hay que saber cuando se pueden decir ciertas cosas y cuándo no. Lo más práctico hubiera sido decir: esto ya se hizo. Pero aquellas buenas señoras quiseron atribuirse la medalla de ir a hacer algo que ya estaba hecho y no actuaron de acuerdo con la consejería. No lo recuerdo con exactitud, porque eso lo llevaba directamente el doctor Espasa, peo creo que esa fue la causa de que se suspendiera la campaña.
-Porque usted, ahora, ¿está contra el aborto?
-No, no, si quieren abortar, que lo hagan: ya le he dicho que yo sigo siendo un liberal. De lo que no soy partidario es de hacer las cosas mal: eso ya es diferente. Yo soy un pragmático de la política, siempre procuro pactar. Cataluña es un pueblo pequeño y necesita pactar.
-¿Con quien sea?
-Con quien sea. Nuestros vecinos son veinticinco o treinta millones y nosotros somos cuatro gatos. Y no tenemos espíritu belicoso, nunca hemos matado a la gente, de modo que nuestra única salida es el pacto. Los castellanos llevan cuatrocientos años gobernando, y nosotros lo único que hacemos es llorar y decir disparates. El arte de gobernar consiste en gobernar, no en gritar cosas que después no podrán cumplirse. Los catalanes siempre perdemos, siempre hemos perdido a través de la historia, porque nos entusiasmamos demasiado, porque no tenemos rigor y creemos que nuestras ilusiones son realidades. Y nos equivocamos, y perdemos, como hemos perdido con la LOAPA: si yo hubiera sido presidente de la Generalidad, no habría habido LOAPA.
-Hablemos un poco de eso. Si vislumbrara la posibilidad de volver a la presidencia...
-No, nada, eso se acabó. Yo siempre cumplo mi palabra. Cuando en el año cincuenta y dos fui elegido presidente, dije que dimitiría cuando hubiese un Parlamento; y lo hice. Cumplí con mi deber y me retiré en el momento oportuno. No tuve ningún conflicto cuando fui presidente; ni con la comunidad castellana, ni con el Gobierno de Madrid, ni con los militares, no con Dios ni su madre. Antes de hacer las cosas, cuando eran difíciles, pactábamos con Madrid. Y Cataluña tenía en toda España una gran autoridad moral que hoy ha perdido, esta es la triste realidad.
"Le diré una cosa a propósito de todo esto: siempre, cuando fui a Madrid, fui convencido de que perdería, de que mi contrario era más inteligente que yo. Pero estos que van a discutir pensando que tienen razón y que ganarían, siempre pierden. No se puede hacer un día de separatista ultra y al siguiente ir a León o donde sea a declarar que somos más españoles que Santiago de Compostela. lo que hay ahora en Cataluña es una especie de dictadura blanca.
-¿Blanca, en qué sentido?
-De todos los funcionarios que han entrado en la Generalidad, a ver si hay alguno que no sea de Convergència. Las dictaduras blancas son más peligrosas que las rojas. La blanca no asesina, ni mata, ni mete a la gente en campos de concentarción, pero se apodera del país, de este país. Un día u otro esto se acabará, supongo. ¿Y qué se verán obligados a hacer los que vengan detrás? Pues tendrán que deshacer lo que estos de ahora han hecho, esta es la realidad.
-Entretanto, usted pretende seguir siendo algo así como la conciencia política de Cataluña.
Yo ya he cumplido con mi deber. La historia dirá si lo he hecho bien o mal. Yo no pretendo dar consejos, porque los catalanes no los escuchan. Pero si usted me pide que hable, no puedo permanecer insensible y calaldo. Cuando las cosas van mal y tengo ocasión de decirlo, creo que mi deber es hacerlo. Nada más.
-Entonces, a sus ochenta y tres años, ¿se considera un jubilado? Con una buena jubilación, por cierto.
-Todo esto, el piso en que trabajo y el de al lado en que vivo, es de la Diputación. Estoy muy agradecido, como estoy agradecido a los catalanes de América que me ayudaron económicamente cuando estaba exiliado en Saint-Martin-le-Beau. Pero solo me jubilaré el día que me muera. Sigo al pie del cañón. Aquí trabajamos seis personas. Recibo a mucha gente, me mandan miles de cartas y las contesto todas, doy conferencias...
-¿La idea de la muerte le preocupa?
-Como a todo el mundo. Pero como para la edad que tengo me encuentro bien, no pienso en ello. Y si trabajo tanto es precisamente porque cuando se llega a esta edad hay que trabajar. Lo malo es no haber nada, porque entonces o piensas en el pasado, o en el dolor de cabeza que tienes: si trabajas no piensas ni en lo uno ni en lo otro.
-Usted siempre se ha cuidado mucho: ni fuma ni bebe.
-La condición principal del político es tener salud: un político con dolor de estóamgo hace disparates.
-Se ha dicho que preparaba usted sus memorias.
-No, quiero demasiado a mi país para hacer mis memorias. Las memorias han de ser sinceras, ¿no? Y a este país nuestro, que es muy joven, no le gusta la sinceridad. Hay que engañarle, y yo no sé engañar. Muchas cosas que otro no diría yo las digo, porque creo que hay que hacerlo. Pero no quiero perder el tiempo escribiendo memorias: a mí el pasado no me interesa, nada, nada. Ya investigaréis vosotros, ya encontraréis mis papeles en Poblet.

Contra Catalunya. (3)


He pensat sovint en un curiós fenomen doble: per un cantó, els franquistes volien desaparèixer, si de cas, blindats per l´oblit, uns anys després. Per l´altre cantó, al catalanisme emergent li calia presentar la imatge d´un país homogeni. Un país decidit a demostrar-se a ell mateix que havia estat bell, bo i sagrat. Sense fissures, sense franquistes. Un vel de silenci va cobrir la nació. Així es cobreixen les escenes o els capítols mal resolts. La historiografia hi va contribuir: durant molts anys, els historiadors, que quasi tots eren d´esquerres, van creure que la tasca consistia a preservar la memòria dels honrats lluitadors de la clandestinitat, i encara més la dels supervivents del daurat món de la República. Hi van dedicar tots els esforços. Fins al punt que alguns epsiodis o algunes vides només van adquirir sentit al paper pautat de la historiografia resistencial. En canvi, ficar el nas a les escombraries del franquisme no els va escitar mai.

sábado, 25 de julio de 2009

Nada por la patria. (36)

Continuamos con la entrevista que Iván Tubau realizó a Tarradellas en 1982.




-También fue usted periodista. ¿Le interesaba el periodismo como arma política?
-El periodismo es la mejor arma que tiene el político. Incluso hoy, aunque ahora el periodismo está en manos de la burguesía. En Cataluña no hay ningún diario independiente, todos estám sometidos a la misma orientación política, aunque algunos lo disimulen. En cambio, en el País Vasco existe un diario como Egin, que es otra cosa, y que me ha sorprendido por lo bien hecho que está. Eso no quiere decir que yo comparta las ideas de ese periódico: yo soy un liberal, uno de los pocos liberales de verdad que todavía quedan en el mundo. Yo no me peleo con nadie, ni siquiera con mi mujer.
-Hablemos un poco, si le parece de su mujer, de su vida privada. ¿Cómo la ha compaginado con la política?
-Solo he conocido una mujer en mi vida, la mía. Hace unos días celebramos nuestros cincuenta y cuatro años de casados. Antes habíamos tenido siete años de relaciones. Si alguna lo hiciera dirían: "Ésa está loca." Le diré una cosa: creo que si he llegado a ser presidente de la Generalidad ha sido, primero, gracias a mi madre, y después, gracias a mi mujer. Sin mi mujer no lo hubiese conseguido. Porque ella se sacrificó por mí. Yo lo he sacrificado todo por la política, empezando por la familia, emepzando por mi mujer, y ella lo ha aguantado todo.
"Lo peor que le puede pasar a un político es no escoger bien a su mujer. Porque las mujeres influyen mucho, son más inteligentes que nosotros. Pero hay que tomar muchas precauciones: si el político encuentra una mujer que lo adula, hará disparates. Si ahora estuviera aquí, mi mujer le dirá que ella no ha influido para nada sobre mí. Pero no se lo crea: una sola mirada te influye. La gente piensa que la influencia de la mujer es que te haga un sermón. No, hombre, no. Si te hace un sermón no lo escuchas. Es solo una mirada, una palabra.
-Su mujer de usted ¿tenía algún parentesco con el presidente?
-No, no, mi mujer es el producto de una época de Cataluña que se ha roto. Su primer apellido es Macià, un apellido bien catalán, y el segundo es Gómez. Su madre era de la Rioja, castellana vieja, pero hablaba catalán como nosotros. Esto fue la gran gloria de Cataluña en aquellos años veinte: por un lado, Macià; por otro Gómez.
-Todo un símbolo de integración.
-Sí, pero aquella comunidad se rompió en el treinta y pico, como se ha vuelto a romper hace pocos meses. La Cataluña de ahora no tiene nada que ver con aquella: ahora a la inmigración la persiguen, entonces no.
-Eso de que la persiguen, ¿cómo habría que entenderlo?
-No les meten en un campo de concentración, evidentemente, pero en Cataluña la política sectaria que hoy se hace, discriminatoria como es evidente, ha hecho que se separasen la comunidad catalana y la no catalana.
-O sea. Usted cree que se hace una política discriminatoria respecto de los inmigrantes.
-Desde mayo del ochenta, sí. Hay una política discriminatoria que no se ve, pero que existe. Y si se quiere enterar vaya un día a Hospitalet, a Sant Joan Despí, a esos lugares, y verá lo que le dicen. ¿Por qué hoy día el noventa y cinco por ciento de no catalanes está en contra? He de decir una cosa, perdone, puede juzgarme como quiera, pero en mis tiempos eso no pasaba. Y no pasaba porque el consejo ejecutivo de la Generalidad era un cosnejo de unidad nacional, un consejo de todos los partidos. Y ahora tenemos un Gobierno monocolor, de un solo partido, que como todos los partidos solos que no tienen mayoría, normalmente cae siempre en el sectarismo.
-Dicen, sin embargo, que la lógica democrática exige, en circunstancias normales, la alternanacia de coaliciones o gobiernos monocolores y no la unidad nacional.
-Eso solo lo dice la derecha. Hay un Gobierno en Madrid, otro en el País Vasco y otro en Cataluña, y los tres están en manos de la gran burguesía. Y los problemas del país, de la inmensa mayoría del país, siguen sin resolver. En toda Europa occidental, cuando acabó la guerra, hubo gobiernos de unión nacional; y por eso Europa pudo rehacerse. Aquí, no sólo no hay gobiernos de unión nacional, sino que los partidos que tienen el poder en la mano no quieren gobierno militar simplemente porque quieren administar el presupuesto solo ellos. El país está en manos e unas oligarquías que hacen su política, la de ellos, no la del país. La gran preocupación de los tres gobiernos que tiene ahora España son las elecciones del ochenta y tres, no los dos millones de parados ni la situación financiera.

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Contra Catalunya. (2)


Negar és més aviat laboriós: els dies clars, però cínics, l´autor agraeix que el lema d´aquets anys, que el barroer, moral i intelectualment barroer Conra Catalunya, hagi existit; al capdavall tot això li ha donat tema i potser encara passarà, a la fi, que aquest arribarà a ser el seu tema de la vida. Uns altres dies, tèrbols, d´ànim espès, ni tan sols cínics, l´autor i el seu orgull lamenten que s´hagin dedicat a un treball de tan escàs cubicatge intel-lectual: a l´autor li fa l´efecte que el qui va molt amb un coix finalment coixeja i si és ruc, ruqueja. Però en tot cas, l´aliment d´aquest llibre és la dissidència. Que quedi així fixat que l´autor no pretén ser imparcial, ni compondre allò -tan admirable- que en diuen un fresc temperat del seu país i del seu temps. Altres corpulències més generoses i fredes s´hauran d´encarregar d´aquest ajust, si els sembla bé. Aquí el propòsit no ha estat sinó el de donar resposta a un mandat de Joubert. "Investigueu la corrupció que deixen el temps pròspers". La corrupció, en aquest cas, d´un temps patriòticament pròsper.

Nada por la patria. (35)

Hoy Iván Tubau relata la enrevista que hizo a Tarradellas en 1982.




Recién mordidos los años ochenta ya había dejado atrás los ochenta años, los ochenta kilos de peso, los ciento ochenta centímetros de estatura y la presidencia de la Generalidad de Cataluña. Acaso la historia diga un día que fue un gran hombre este hombre grandote, de cordial andadura levemente simiesca, que hoy por hoy sigue siendo un viejo zorro de la política, un Capricornio sonriente y enérgico cuya agresiva vitalidad poco tiene que ver con la imagen de un anciano retirado de la vida pública. Es, sin embargo, el jubilado que más caro le cuesta al erario público español: cobrará, mientras viva, el mismo sueldo que el presidente de la Generadliad en activo (en este momento, cerca de medio millón de pesetas mensuales). El piso de la vía Augusta, donde se desarrolla la entrevista, lo usufructúa el ex presidente por gentileza de la Diputación barcelonesa, que también ha puesto a su disposición, con carácter vitalicio, la vivenda contigua y media docena de secretarios y secretarias. El honorable, que se jubilará cuando se muera, sigue trabajando al pie del cañón, aunque no escribiendo sus memorias proque "el pasado no me interesa nada".
Al ex presidente, un payés bien educado del Baix Llobregat que ha sabido soportar casi cuarenta años de exilio en la muy normativa Francia, no le gusta el tuteo sistemático, en lo cual coincide con el entrevistador. El tratamiento utilizado por ambos durante la conversación fue, pues, el vós catalán, que a la hora de traducir el diálogo se ha sustituido por usted, dado que el vos español ha devenido ya arcaico y acaso habría introducido cierta artificiosidad impertinente en un discurso del que interesaba transmitir el temple vivaz y polémico que realmente lo caracterizó: Tarradellas se muestra aquí más claro y contundente que nunca, como el lector comprobará.
-Si le parece, podemos empezar hablando de corbatas y faldas. ¿Por qué le molesta que los hombre lleven abierto el cuello de la camisa y las mujeres se pongan pantalones?
-Es una cuestión de orden moral. Este es un país que no tiene tenue. La gente viste mal, muchas veces adrede, porque piensan que queda más de izquierdas. Cuando llegué, el espectáculo era desolador. Acababa prácticamente de tomar posesión como presidente de la Generalidad, cuando entró en mi despacho una secretaria que me traía unos documentos a la firma. Una chica muy mona, muy guapa, muy simpática... con pantalones. Le digo: "Haga el favor de ir a ponerse una falda." "¿Qué quiere decir? ¿Lo dice en serio?" estaba asombrada. "Naturalmente que lo digo en serio." Lo entendió. Volvió al cabo de media hora, con falda.
"Una mujer puede llevar pantalones en su casa (mi mujer siempre los lleva), o un hombre ir sin corbata, pero salir así a la vida pública es contribuir a que el país dé sensación de tronado. He viajado por toda Europa y no he encontrado un sólo país, ni siquiera Rusia, donde la gente vista tan mal como aquí. Y no los pobres, porque son los ricos los que suelen vestir peor. A mí eso no me gusta. A los pocos días de mi llegada, todo el mundo en la Generalidad iba afeitado y bien vestido.
"Cietos maleducados dirán: "Este señor es un reaccionario." No, no. generalmente, los malos modos siempre los tienen los ricos, no los pobres. Los que hablan sin reniegos son muchas veces los que van a las seis de la mañana a la fábrica y en cambio hay un montón de señoritos que creen que hablar mal queda muy progresista, muy avanzado. No soy partidario de eso, pero que todo el mundo haga lo que quiera.
-Usted nunca ha sido un señorito, claro.
-Yo soy hijo de payeses de Cervelló. Mis padres, mis abuelos, todos. Payeses arrendatarios que las pasaban muy negras porque tenían que dar las tres cuartas partes de la viña. A los quince años vine a Barcelona y empecé a trabajar como aprendiz en una tienda de tejidos: un año trabajando sin cobrar ni cinco cémtimos, y al cabo de un año, cinco duros al mes y muy contentos de cobrarlos.
-¿Por entonces ya tenía usted ambiciones políticas?
.Aquel tiempo era muy distinto de ahora. La gente no trabajaba para tener cargos políticos, trabajaba porque creía que Cataluña debía tener su autonomía, nosotros teníamos unos derechos y unos deberes y había que restablecerlos. Toda aquella llamarada trajo primero la República y después el resto. Todo eso ahora no existe. Cuando yo era joven, cuando tenía diecinueve o veinte años, si me hubieran dicho que un día sería concejal de mi pueblo, que eran trescientos habitantes, habría dicho que no podía ser. Ahora todo el mundo tiene cargos: hacen diputados y senadores, ministros y consejeros, a gentes que no se sabe de dónde salen. Las generaciones que hoy tienen la responsabilidad de gobernar el país son unas generaciones frustradas, han fracasado completamente, no han dicho nada.
-Tampoco les dejaron hacer mucho durante el franquismo, ¿no?
-Perdone que se lo diga, pero este no es un buen argumento. La gente creyó que la política era muy fácil, que caería Franco y las cosas empezarían a rodar solas. Había algunas manifestaciones de oposición al régimen, evidentemente, pero las gentes de esa generación que le digo no hicieron sacrifició para llegar a los cargos que tienen.
-¿Cree usted que esto es aplicable a todos? porque hay personas que usted tuvo en su Gobierno cuando era presidente y que habían pasado años en la cárcel durante el franquismo, por ejemplo.
-¿Quién?
-El Guti, sin ir más lejos.
-Sí, sí, de acuerdo. Lo aprecio y lo quiero mucho. Hay otro que también pasó dos años en la cárcel: Pujol. Dos. No sé si llegaríamos a media docena. Pero en este país hay seis millones de habitantes. Lo que pasa es que la gente de este país no quiere saber la verdad, quiere que la sigan engañando. Entonces, claro, yo digo estas cosas y se nefadan conmigo. Y no vaya a ceer que porque digo estas cosas sea pesimista. No, soy optimista. Ahora hay ya gente joven que se pregunta qué pasó y qué puede pasar, porque tiene cierta similitud lo que pasa actualmente con lo que pasó hace cuarenta y cinco o cincuenta años. En esa gente confío.
-¿Se considera usted a la izquierda del Gobierno actual de la Generalidad?
-En esta autonomía de ahora yo no creo, porque no existe, no cuenta con las masas obreras. Yo no he cambiado de ideas desde que me definí como republicano de izquierdas. Son los otros quienes han cambiado. Ya sabe que cuando fui a ver al Rey, lo primero que le dije fue: "majestad, yo he sido, soy y seré siempre republicano." Yo no cambio, yo sigo siendo un payés.

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viernes, 24 de julio de 2009

Contra Catalunya


A partir de hoy iré publicando esbozos de "Contra Catalunya", el libro que escribió Arcadi Espada en 1997.



Entre els Déus i Crist, Catalunya va estar representada políticament per un avi. Aquest avi. Tarradellas, era caparrut i va arribar exercint l´autoritat. Exigia faldilla a les dones i corbata als homes, reunia els presidents del Madrid i del Barça perquè firmessin una pau de sainet molt improbable i viatjava per Espanya en periples benintencionats que també van tenir un punt delirant i marxià: per descomptat, qui busqui material per la mofa al mapa tarradellista de superfície té moltes probabilitats de trobar-n´hi. Ja era un home molt vell. Però va ser el principal responsable que el prestigi de Catalunya a Espanya no disminuís durant els anys molt delicats de la transició; que durant la transició es mantingués la imatge antifranquista d´una Catalunya avançada, però solidària. Fins i tot des del punt de vista dels interessos del nacionalisme català més àrid, l´actitud de Tarradellas va ser positiva: va permetre que Espanya, sobretot l´Espanya civil, assistís confiada i amb les tradicionals aspiracions d´emulació a l´experiment inicial de l´autonomia catalana pròpiament dita. Òbviament, n´hi ha que no pensen d´aquesta manera. Gent com Josep Benet, que en va ser enemic acèrrim, opinaven -i encara opinen- que Catalunya, en aquells moments, feia por a Madrid, que hauria pogut aconseguir-ho tot. "Tot", diuen, i es queden tan amples. No cal dir que Jospe Benet -un home malaguanyat per la conspiració que ha estat la seva vida, però sobretot malaguanyat pel fruit finalment estèril d´aquesta conspiració- és el símbol d´aquells que son del tot incapaços de reconèixer que el treball de l´oposició antifranquista va ser un fracàs, a pesar que aquest fracàs no entela gens l´heroisme dels qui van patir. Un emblema, en fi, Benet, dels qui volen esborrar, potser perquè la troben poc heroica, aquesta sentència que el temps farà més i més inapel-lable: l´única decisió transcendental de la classe política antifranquista va ser acceptar el pacte de la transició.

Cruz y raya


Yo reventé entonces: cuando vi que había gente a quien molestaba que se dijeran cosas que a mí me parecían normales. Ahí empecé a ponerme mosca.
O sea que, de repente, caigo en la cuenta de que me han hurtado mi lengua, de que me han hurtado mi historia, de que no me dejan explicar y defender lo mío... Y en ese momento es cuando digo: "Cruz y raya. Se ha acabado.

Nada por la patria. (34)


Entiéndase bien. No es que, como en El Periódico -que desde 1998 se publica en los dos idiomas a la vez-, todos los textos sean pasados del catalán al español con ayuda de programas informáticos (en unos pocos casos se lleva a cabo la operación inversa y ciertos periodistas jóvenes como Eva Piquer tienen el prurito y la capacidad de hacer personalmente las dos versiones). Pero no. Se trata de otra cosa. Lo que ha venido ocurriendo con algunas plumas catalanas o no, ilustres por una u otra razón, es que han publicado solo en catalán unos textos cuya versión original española ha permanecido inédita, como las tres páginas candelianas mecanografiadas sobre papel cebolla de las cuales extrajo el narrador el amable párrafo que le ha ofrecido más arriba. y eso no se ha dado solo en el articulismo, sino también en los libros, el teatro y, de manera abrumadora, en los guiones de cine.
De manera que, sin exagerar apenas, podría decirse que el catalán literario actual es mayormente una lengua traducida, una especie de latín que nunca ha tenido existencia real porque en realidad es solo un emblema. Lo que importa es que se publique mucho en catalán, no que se escriba, del mismo modo que lo que parece importarle a los normalizadores es que se proyecten en las salas muchas películas en catalán, aunque todas sean norteamericanos y de Walt Disney, pasadas a esa lengua de nadie que es el doblaje mientras los actores catalanes claustrofóbicos emigran a Madrid o se refugian en los culebrones que dios bendiga.
Por supuesto, hay excepciones en lo que a escritura se refiere. Dejando aparte al maestro Espinàs, que tiene 70 añitos cumplidos y por tanto nació antes de la guerra, dejando aparte también a Lorenzo/Llorenç Gomis, ese milagro de bilingüismo transparente en prosa y verso que anda por los 75, obras tan distintas e incluso opuestas como las de Pere Gimferrer y Quim Monzó evidencian que el catalán sigue siendo una lengua literaria con vigencia plena. Por su parte, este cronista puede asegurar y asegura que siempre ha escrito por sí mismo sus textos en catalán, sometiendo incluso a un marcaje empecinado a los correctroes para que no se los echaran a perder. Pero acaso vaya siendo hora de cerrar el paréntesis y volver a 1982.

La pregunta del día


En la campaña electoral del 1982, un tenderete ramblero del PSC-PSOE fue quemado por un grupo de independentistas. ¿Podría pasar esto en el 2009?

Nada por la patria. (33)


Este fragmento del texto candeliano se publica aquí por primera vez en la lengua en que fue escrito por su autor. Cuando en su día apareció, todo él había sido previamente traducido al catalán, porque eso era lo políticamente correcto y porque así el editor podía cobrar la ayuda (el suport genèric) que concedía la Generalitat a todos los libros publicados en el idioma de Ausias March, ayuda que no recibían, en cambio, los que aparecían en el de Cervantes, tan oficial en Cataluña como el otro.
Candel, como la mayor parte de los escritores catalanes nacidos antes de la democracia, no sabe escribir en catalán, pues el nacionalismo por sí solo no proporciona por arte de magia el dominio de un idioma cuyo código escrito no se ha estudiado y que uno no ha elegido como su lengua literaria o un de ellas. No obstante, el bueno de Paco Candel (como Manuel Vázquez Montalbán, Marcos Ordóñez y ocasionalmente algunos otros) publica artículos en la lengua que él mismo considera como propia del país: es un acto de fe y, en casos como el de Paco, que no tiene más medio de vida que la escritura, ayuda a procurarse los magros garbanzos periodísticos del juntador de palabras profesional.

Unos lo llaman copia, otros mejorar el producto.

jueves, 23 de julio de 2009

Josep Borrell y la historia reciente de nuestro país


Josep Borrell, el afamado ex ministro tuvo que dimitir de sus aspiraciones a presidente del Gobierno, respaldadas por unas elecciones primarias en el PSOE, cuando se descubrió que varias personas de su entorno más cercano habían estado mezcladas en un importante asunto de fraude fiscal, lo cual, para alguien que en tiempos se había presentado ante la opinión pública como implacable perseguidor de defraudadores, resultaba ciertamente impresentable. Pero, vamos a ver: si él mismo entendía que no era digno como candidato a presidente del Gobierno español, ¿cómo ha podido considerarse adecuado para presidir el Parlamento Europeo? ¿Y cómo han podido considerar sus compañeros de partido que, en efecto, no valía para lo uno pero sí para lo otro? ¿En razón de qué cabía bajar el listón de la honradez requerida, tratándose del segundo cargo?
No lo entendí, y sigo sin entenderlo. En España funcionan unas categorías éticas sumamente especiales. Lo que vale para esto no vale para lo otro, lo que valió ayer no vale hoy, pero volverá a valer mañana, si les inetresa a los que marcan las pautas.

Nada por la patria. (32)


¿Creen ustedes que Le Figaro, órgano de la derecha civilizada, define como fascista al partido de Le Pen? No. Lo llama "derecha nacional". Mientras, desde Hondarribia, mi amigo Alfonso Sastre, patriota vasco nacido en Madrid, exalta el patriotismo revolucioanrio de Euskadi y afirma que aborrece el cosmopolitismo. ¿Cuál crees que sería, Alfonso, en un País Vasco gobernado por esos patriotas revolucionarios que tanto te entusiasman, el destino de los negros y los moros que ahora llenan las calles de París y pronto llenarán las de Barcelona y las de tu patria adoptiva? a mí, Alfonso, ya ves, la palabra cosmopolita, ciudadano del mundo, me parece la más bella que inventaron los griegos.

Mienten como bellacos


Temen a China. Temen su impresionante expansión económica. Saben que los chinos están lanzados. Utilizan la disciplina comunista para reforzar el desarrollo capitalista. Tienen tasas de crecimiento increíbles. Lo fusilan todo: patentes, modelos... lo que haga falta.
Pero Washington sabe que China tiene un talón de Aquiles. Carece de fuentes energéticas naturales propias.
Solemos desconsiderar este género de factores, pero son claves en la determinación de la política mundial.
Ahora todo el mundo habla de que el petróleo se acaba. No se ponen de acuerdo los técnicos en la fecha de caducidad que tienen los combustibles fósiles como fuente de energía clave. Unos dicen que 20 años, otros que 30, otros que algo más. Pero todos dan por hecho que nuestras sociedades tienen que prepararse para dejar de pivotar sobre esas fuentes energéticas. Hay toda una serie de cálculos en marcha, incluyendo el estudio sobre cultivos agrícolas intensivos transformables en combustible para automóviles.
No defienden libertades, ni derechos humanos, ni nada por el estilo. Mueven sus peones militares pensando en la energía, en la supervivencia de sus modelos de bienestar. En la economía, en suma.
Ésas son su preocupaciones principales. Si no vemos la política internacional desde ese prisma, no entendemos nada de lo que hacen.
Mienten como bellacos.

Cuando la luna tapa al sol nos quedamos sin luz

Nada por la patria. (31)


A algunos siempre nos gustaron los atlas históricos. Eran una confirmación avant la lettre de la frase veraniega que reveló al vencedor del Tour como una mente de claridad envidiable: "Las fronteras que ponen los estados no existen en la realidad." Cualquier atlas histórico ilustra la tesis de Indurain: las naciones -o los estados, es decir las naciones con tanques- son entes fluidos e imprecisos que ayer eran verdes, hoy son azules y mañana pueden ser de color naranja.
Pero no es sólo el color lo que cambia, sino también las dimensiones y las formas: las patrias encogen, se dilatan, pasan de la redondez a la flacura y de la linea recta a la quebrada en virtud de que unos señores matan, otros mueren y al final los supervivientes se sientan en torno a una mesa a retocar perfiles y colores para que los forofos del atlas histórico disfrutemos viendo cómo queda la siguiente página.
Llevábamos mucho tiempo aburriéndonos con Europa. En los años 60 se había movido mucho el mapa de África, después un poco el de Asia, pero Europa permanecía tan impávida como robert Mitchum: la piel de toro, el hexágono, la bota, la gran mancha de Yugoslavia junto a la pequeñita de Albania, la RFA y la RDA, aquella enormidad llamada URSS...
De golpe, los mapas hasta ahora vigentes de Europa se han convertido en las páginas de un periódo ya cerrado del atlas histórico, mientras el número de aficionados a la cartografía política se multiplicaba. Ya sólo sirven los mapas que día a día publican periódicos y revistas, y su nerviosa consulta constituye una orgía visual constante, aunque seguramente no perpetua. La RFA y la RDA han pasado a ser una sola mancha llamada Alemania. Donde estaba la mancha verde llamada Yugoslavia aparecen seis manchas de colores que se llaman Eslovenia, Croacia, Montenegro, Macedonia (cuán bellos nombres), Bosnia-Herzegovina y Serbia. Donde ponía URSS pone Estonia, Letonia, Lituania y así hasta 15.
Pero los más apasionantes son los mapas que además de las nuevas fronteras nacionales incluyen etnias, lenguas, religiones o como diablos se llamen esos otros modos de clasificar al personal. Supongamos que en el mapa de las naciones Serbia está pintada de rojo (a Serbia la suelen pintar de rojo porque es la mala de esta película, Croacia de amarillo y Bosnia-Herzegovina (el nombrectito es más sospechoso que Checoslovaquia) de azul. Muy bien. Hasta aquí la cosa resulta aún aceptable a regañadientes para el amante de los establecido y muy estimulante para los partidarios de multiplicar los colorines reduciendo los tamaños: donde había un color ahora hay seis. Cuando se llega al mapa de las etnias, sin embargo, las manchas rojas desbordan por todas partes las fronteras serbias, invaden aquí y allá el espacio amarillo de los croatas y se reparten con estos y con los musulmanes, que son verdes, todo el territorio de Bosnia-Herzegovina, que como ya sospechábamos no tiene una etnia que pueda ser llamada bósnico-herzegovínica. Serbia, por su parte, tiene una mancha marrón (húngaros) arriba, una verde (musulmanes) a la izquierda, una rosada (albaneses) por la parte de abajo y dos manchitas malva (búlgaros) a la derecha...
Cuando se llega a los porcentajes étnico-lingüísticos ya es el delirio. Estonia tiene un 60% de estonios y un 40% de inmigrantes, en su mayoría de origen ruso. En Letonia, los letones son el 53% y los rusos el 33% (los restantes son bielorrusos, polacos y ucranianos). ¿Qué significará ser ruso en Letonia, ahora que Letonia se ha liberado del yugo ruso disfrazado de socialismo soviético? Deténgase a pensarlo por un momento. ¿Le gustaría ser ruso en Letonia?
Josep Gifreu advertía en AVUI que la independencia de los países bálticos significa (traduzco) "defender y garantizar el futuro de las culturas y lenguas propias, y eso sólo puede hacerse en detrimento de las otras (de la lengua y la cultura rusa en special)". Que no cunda el pánico, sin embargo, porque el gobierno letón "propone una solución -sigo citando a Gifreu- moderada": nacionalisdad única (cada cual deberá elegir entre la letona y la rusa, y los que opten por ésta serán considerados residentes), residencia mínima de cinco años en Letonia "y jurar lealtad al país".
A los más viejos del lugar es seguro que todo esto les recuerda a algo. No me refiero a los certificados de limpieza de sangre, no teman, sólo a la jura -¿podrán los agnósticos decir "prometo"?- de los principios del Glorioso Movimiento Nacional, que se sacó de la manga el Centinela de Occidente.
El mapa de Europa se ha puesto tan divertido como peligroso. Si yo fuera Bertrand Russell volvería a proponer un gobierno mundial en el que los derechos del individuo pasaran por encima de estados, naciones y pueblos, que sólo son manchas modificables en el mapa. Pero no soy un sueñatortillas. Me limitaré a constatar que mientras una persona llamada Alí recién llegada -sin elegir nacionalidad y sin jurar lealtad a ninguna patria- no tenga en Lituania los mismos derechos que una persona llamada Vitautas, este mudno seguirá siendo un lugar tan moralmente indeseable como el imperio soviético.

miércoles, 22 de julio de 2009

Con transparencia todo se ve más claro

Nada por la patria. (30)



El coche que nos precede, un Ford Escort, lleva al lado de la matrícula una bandera portada por Snoopy, el famoso perro de Schulz. Es una bandera de franjas horizontales. Los colores son el amarillo y el rojo. Pero las barras rojas no son cuatro sino dos, una arriba y otra abajo. Y barra amarilla hay sólo una, en el centro, de doble altura que las rojas. Se trata, en fin, sin lugar a dudas de la bandera española.
"Mejor nos desviamos en la próxima esquina -dice mi amigo mientras observa a los cuatro ocupantes del vehículo-, porque con los fachas nunca se sabe." "¿Y cómo sabes tú que son los fachas?", me decido a preguntar, aunque adivino la respuesta. "Esa bandera sólo la llevan los fachas", dice mi amigo. "Espera -intervengo de nuevo-, voy a fijarme en si el escudo es el franquista o el constitucional." Pero mi amigo ya ha girado, por supuesto a la izquierda, el Escort se ha perdido de vista y la comprobación es imposible. Tampoco importa mucho. En una enseña diminuta, a primera vista y a cierta distancia, es difícil distinguir las pequeñas diferencias entre un escudo y otro. Lo que salta a la vista es que es la bandera española. Y lo cierto es que, por lo menos en Catalunya, la bandera española en el culo de un coche suele dar más miedo.
Los norteamericanos se ponen las barras y estrellas como uniforme deportivo, los ingleses se desayunan con té y con la bandera inglesa impresa en el tazón, los franceses se atiborran de azul, blanco y rojo hasta la náusea. Cualquiera de esas cosas sería aquí inimaginable, porque la bandera antes llamada rojigualda produce, por lo menos en Catalunya, temor.
Puede que en algunos casos ese temor resulte injustificable, puede que no todos los que llevan la bandera española en Catalunya sean fachas. Pero lo cierto es que esa bandera -con el escudo antiguo, eso sí- es la que venden en el puestecillo de gadgets fascistas de la plaza de Catalunya o en el de Aragón esquina con el paseo de Gracia; lo cierto es que esa bandera -con el escudo antiguo, eso sí- es la que exhiben con aire provocativo los jovencitos fachas en la solapa de la chaqueta o en la pechera de la camisa, es la que ondea en las concentraciones de la ultraderecha.
Tal vez Santiago Carrillo y más tarde Felipe González no sospechaban, al aceptar la bandera roja y amarilla, que esto ocurriría. Pero, por lo menos en Catalunya, esto es lo que ha ocurrido.

Corruptio optimi pesima.


"Corruptio optimi pesima", dice el adagio. La peor corrupción es la de los mejores. La de los presuntos mejores, por supuesto.

Nada por la patria. (29)


Además de haber publicado en 1973 "De Tono a Perich", su primer libro de investigación periodística, hecho con una beca de estudios sociales de la Fundación March que está seguro de haber obtenido porque en el jurado estaba un falangista bueno llamdo Julio Manegat, el cronista tuvo el triste honor de escribir el último texto sobre Perich con Perich vivo: el cartoncillo de la que ni uno ni otro suponían que iba a ser la última exposición del humorista, en el Col-legi de Periodistes de Catalunya.
-Me gustaría -decía Perich- que pudieras decir que soy de los pocos dibujantes españoles que han seguido padeciendo la censura franquista una vez muerto Franco. De cada cuatro chistes uno me lo ocmo con patatas y a dos no los reconoce ni su padre, que soy yo. Es cansadísimo. Pero claro, Pastecca, eso no lo puedes decir en el texto de la exposición, porque a ti te pasa lo mismo y aunque a mí se me da una higa que te juegues tus garbanzos me jodería la hostia que te jugaras los míos.
El textero trató de decirlo, pero de modo tan sibilino que no se enteró nadie. ¿Cómo escribir un texto diciendo cosas que entiendan los lectores sin que las entiendan el censor o el aludido? Aunque parezca mentira, esa cuadratura del círculo la intentaron una vez y otra, durante el franquismo de Francisco Franco, un número indeterminado pero abundante de escritores, periodistas y dibujantes. Algunos dicen que alguna vez lo lograron. Pero es probable que tomen sus deseos por realidades.

Contra el anquilosamiento


Siempre me ha parecido que, cuanto más y con más libertad se exprese la gente, más fundamentadas resultan las decisiones. Por supuesto que hay quienes se aprovechan de la libertad de expresión para promocionar causas dudosas y favorecer ambiciones poco claras, pero eso forma parte de los políticamente inevitable, y hasta necesario.
Así obré, y así obraré siempre. Porque estoy convencido de que hay algo que es todavía peor que la división: la uniformidad forzada. Los partidos necesitan tener una cierta "movida" interna, porque si no se anquilosan.

Nada por la patria. (28)


De todos modos, la extensión del artículo principal en el periódico le permitió al cronista un estilo más demorado que la brevedad de la columna imposibilitaba. Además, tenía ganas de volver a escribir también en castellano y mostrar que el nacionalismo español era tan indeseable como el catalán o el letón. Y de preconizar el mestizaje, el bilingüismo, el cosmopolitismo y todas esas cosas que los nazis, los fascistas, los nacionalistas todos, los estalinistas y los suqueropujolistas que cierran cantando Els Segadors los mítines presuntamente comunistas aborrecen tanto si lo dicen como si no, y si no es que son tontos, servidores voluntarios o inconscientes de los ricos de siempre y la sangre eterna de Guifré el Pilós, ya ustedes saben.

Político en vacaciones

En las típicas entrevistas veraniegas los politicos siempre contestan que pasarán las vacaciones leyendo. Concretamente leyendo unos tochos de tomo y lomo. Sospecho que las neuronas de alguno no dan más que para pasar el agosto intentando resolver pasatiempos como este:

Nada por la patria. (27)


Después habla Ángela Diest, presidenta de Cadeca, o sea de "las madres de Vila-seca y Salou". Habla con dulzura, tiene una belleza un poco astillada y germánica y se percibe, pese a su esfuerzo por domeñarla, que la honda ira que la posee se parece a la de los justos:
-Nosotros pedimos que se abran líneas de enseñanza en castellano como los hijos de quienes hablan catalán pueden estudiar en su lengua materna. Que nuestros hijos puedan conocer el catalán, pero cuando quieran, si quieren, y en la medida que quieran. Nosotros queremos decir basta ya, queremos tener para nosotros lo que en su día pedimos para los catalanohablantes: que se nos respete nuestra lengua. Claro que tenemos miedo, claro que yo tengo miedo: por mi trabajo, por mi familia, por mis hijos. Pero si renunciamos a nuestra dignidad, ¿qué clase de sociedad vamos a dejar que creen para nuestros hijos? Si no cedemos ante el chantaje y el miedo, cada día seremos más. Si la causa es justa, se acaba ganando, si uno no se muere antes. Por eso quiero cerrar esto rindiendo un homenaje a Miguel Sánchez Mazas, recientemente fallecido en San Sebastián, que como pocos se atrevió a denunciar la discriminación de los castellanos en Cataluña. Sin miedo. En castellano también, por favor.

En política los retoques suelen servir para poco.

martes, 21 de julio de 2009

Nada por la patria. (26)


El primer converso fue el homo habilis. Converso es el que lleva hasta sus últimas consecuencias la capacidad de adaptación y cambia de pelaje o pluma según lo exija el pesebre. Los judíos se hacían con certificados de limpieza de sangre y colgaban un jamón a la puerta de su casa para demostrar que, puesto que comían cerdo, ya eran cristianos. Los conversos van en el vagón de primera clase del tren y los otros vamos en tercera. Luego, si el tren descarrila, los periodistas podrán decir que por suerte todos los muertos eran de tercera. Los de primera son los normalizados, los integrados. Los otros, los no integrados, somos desarraigados, fachas, españolistas o simplemente españoles. Integrarse requiere tener el carnet del Barça y cantar Els Segadors. Si no lo hacemos, ya se encargarán nuestros hijos, convertidos en comisarios políticos por los maestros, como aquellos niños de Bertolt Brecht que espiaban a sus padres judíos por cuenta del partido nazi, de obligarnos a hacer lo que hay que hacer. Ya se encargarán de dcirnos que no se dice "bucadillu de ques" sino "entrepà de formatge". Y aunque sigan llevando nuestros malditos apellidos, nuestros Díaz y Fernández y Álvarez, ya se encargarán de ponerles a sus propios hijos -nuestros nietos- Jordi y Josep Maria y Antoni para que quede claro que son catalanes como Dios manda: Jordi Fernández, Josep Maria Díaz. ¿Antonio Álvarez? ¿Cómo Antonio Álvarez? Querrás decir Antoni...

Confesiones de un político


De todos modos, debo reconocer que tampoco me ha quitado nunca el sueño ese género de ataques. Uno no puede dedicarse a la política y tener la susceptibilidad a flor de piel. Lo mío está más bien en el extremo opuesto. Tengo piel de paquidermo, y las situaciones conflictivas, lejos de deprimirme, me hacen más combativo. Y no es que sea masoquista. Lo creerán o no, pero nunca he sido ambicioso sino un idealista, con algún toque de pragmatismo. Yo sabía que con estas cargas y las de otras tantas, personales o políticas, lo más que podían conseguir es lograr mandarme fuera de la política, mandarme a casa. Y eso era precisamente lo que en el fondo de mi corazón he deseado diempre. Yo he sido un político "malgré moi", lo crean o no lo los que me lean.

lunes, 20 de julio de 2009

Nada por la patria. (25)


Las cosas han cambiado en unos cuantos años. A peor, por supuesto. Pero en lo que a la política lingúística se refiere, lo peor no es que se haya promulgado la ley en 1983, lo peor es lo que se hace sin que ninguna ley lo diga, porque la de 1983 no habla para nada de inmersión y la inmersión ya ha anegado a toda la enseñanza pública primaria, y sigue subiendo. A los 7 años, los niños hacen una hora semanal de castelanno. Una hora. Todas las demás, inmersión en el catalán. Si la inmersión era mala, como decían ellos cuando Franco la hacía en castellano, no tiene que aplicarse. Si se ha vuelto buena gracias a los dioses quebequeses, es una injusticia para los niños de lengua materna catalana. Lo cierto es que no costaría nada alternar catalán y castellano en las clases: el 93% de los estudiantes de pedagogía de Bellaterra, de los futuros maestros y maestras por tanto, son de familia castellanohablante. Gracias a Aina Moll, y no lo digocon ironía, ya no hay monolingües castellanos en la enseñanza de Cataluña.

Hace 40 años...

Nada por la patria. (24)


El nacionalismo es un crimen, porque edifica muros entre el hombre y la humanidad, entre las personas y el mundo. No hay nacionalismo bueno: serbio, croata, bosnio, musulmán, argelino, estadounidense, español, sudafricano, europeo, asturiano, católico, protestante, judío, islámico, todos, todos son criminales. Casi toda la sangre que se vierte ahora mismo en el mundo se vierte en nombre de las naciones o de las Iglesias, que viene a ser lo mismo. Ya no hay muro en Berlín, pero hay muros donde no los había: entre Eslovenia y Herzegovina, entre Chequia y Eslovaquia, entre Letonia y Estonia, entre rusófonos de Estonia y estonófonos de Estonia.

Sacar ventaja es antinatural


Aristóteles distinguía entre la oikonomía (la economía) y la khrematiké (la crematística). decía: si tienes cien ovejas y las cubres adecuadamente, al año siguiente tienes 180 o 200 ovejas: ése es un modo natural de obtener ganancia; pero si tienes cien monedas de oro y las guardas en un arca, al año siguiente seguirás teniendo cien monedas, porque el dinero no produce nada. No hay modo de sacar rentabilidad al dinero como no sea obteniendo ventaja sobre otros. Pero sacar ventaja es antinatural.

Nada por la patria. (23)


No basta con la democracia, debemos exigir un auténtico Estado de derecho. Adolf Hitler fue elegido. Jordi Pujol utiliza la democracia para imponer el monolingüismo. Los maestros, sumisos, ejecutan. La tolerancia es el único modo de defenderse de los dogmas. Se trata de no tolerar el abuso. Como dice Savater, la tolerancia no es pasiva, no es un "laissez faire".

¿Es Mariano Rajoy presidente de un partido democrático?


El artículo 6 de la Constitución Española dice: "Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la Ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.
Un partido cuyo presidente es elegido por su antecesor, convirtiendo su ratficación en una mera "fictio iuris" formal, no tiene, obviamente, una estructura interna y un funcionamiento democráticos.

Nada por la patria. (22)


Poco a poco más gente empieza a perder el miedo. Antonio Gala protesta porque en Barcelona no hay teatro en castellano. Albert Boadella advierte que el pujolismo es un virus que amenaza con infectar toda la sociedad catalana. Anguita acusa a Pujol de utilizar la patria, como Franco, para ocultar sus vergënzas. Francesc de Carreras denucnia la manipulación de la historia que está llevando a cabo el nacionalismo. Francico Ayala teme que se esté queriendo expulsar el español de Cataluña. Eugenio Trías afirma que en el nacionalismo catalán, como en todos los de sus características, anidan deseos proundos de limpieza lingüística. Incluso Manuel Vázquez Montalbán reconoce "al fin" la mala fe del sector integrista del catalanismo, que trabaja denodadamente por imponer el monolingüismo. Más nombres van saliendo. Fernando Savater, Jesús Mosterín, Luis Racionero, Juan Marsé, Miguel Sánchez Mazas... No era fácil ya decidirse, afortunadamente, a la hora de dar nuestro primer premio a la tolerancia...

La adoración al líder no es política es dictadura

Nada por la patria. (21)


El siguiente episodio de la sucinta selección que aquí se efectúa nos lleva a abril, el mes más cruel de 1995. La Tolerancia imprime 4.000 octavillas con el eslogan "En castellano también, por favor" y un texto reivindicativo.
Dado que una nación se construye concediendo derecho de voto a los muertos, como en su día descubriera el entrañable católico romano aunque inglés Chesterton, el nacionalismo catalán, al igual que los demás nacionalismos, es muy conmemoracionista. En abril de 1995 se dispone a conmemorar el 25 aniversario del Price dels Poetes, acto franquista de reivindicación lingüística en el que unos cuantos ilustres poetas en lengua catalana, de Pere Quart a Gabriel Ferrater, salieron a leer sus versos o a decirlos de memoria (pero más bien mal en lo que a Ferrater se refiere) ante un público enfervorizado reunido para la ocasión en el Price, local ya desaparecido cuyo uso habitual no era acoger recitales de poesía sino combates de boxeo y lucha libre.
El acto conmemorativo, en cambio, se celebra en el Palau de la Música catalana, que suena algo así como Ministerio de Cultura Española pero es una espléndida joya de la pastelería arquitectónica modernista, dicho sea todo ello con el debido respeto por el Modernismo, la arquitectura y la noble tradición monumentalista de la pastelería bareclonesa.
"Queríamos obligar a los nacionalistas -recuerdan los tolerantes- a mirarse en el espejo de la historia, para que se dieran cuenta de que estaban practicando ahora la misma intolerancia contra el castellano que Franco había practicado contra el catalán y que ellos habían criticado en el acto de 25 años antes."
habían reservado 23 entradas de anfiteatro -formaban por lo visto parte de la muy minoritaria secta de los superticiosos del 23- y se dispusieron a escuchar música y canciones. Según habían planeado, cuando salieron al escenario los cantautores Xavier Ribalta y Paco Ibáñez, los 23 se levantaron y, en silencio, lanzaron las octavillas sobre la platea. Sus consignas eran estrictas: no interrumpir el acto, no increpar a nadie, no decir nada y no responder a los insultos si los había. La octavilla incluía una estrofa de Gabriel Celaya, vasco, comunista y uno de los padres fundadores de aquella poesía social que en los oscuros años cincuenta recitaban de memoria los estudiantes antifranquistas en los colegios mayores del Régimen.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando fondo.


Así lo cuentan los tolerantes: "Buena parte de los espectadores, nacionalcatalanistas hasta el tuétano, se levantaron como fieras, con ademanes violentos y todo el arsenal de insultos ideológicos al uso. En un momento, cientos de personas bien vestidas, de aspecto respetable y muy democráticas, se convirtieron en verdaderas alimañas contra los 23 asustados miembros de la Asociación por la Tolerancia. Algunos sufrieron empujones, otros debieron abandonar el teatro y uno de ellos fue agredido brutalmente".