domingo, 24 de enero de 2010

Identidades asesinas. (10)

Esta metamorfosis sin precedentes, que se despliega ante nuestros ojos mediante innumerables zumbidos, mediante innumerables fogonazos, y que sigue acelerándose, no deja de tener sus tropiezos. Es verdad que todos aceptamos muchas cosas que nos ofrece el mundo que nos rodea, bien porque nos parezcan beneficiosas, bien porque las creamos inevitables; pero todo el mundo tiende a rebelarse cuando siente que una amenaza pesa sobre un elemento importante de su identidad: su lengua, su religión, los diversos símbolos de su cultura o su independencia. Así, la época actual transcurre bajo el doble signo de la armonización y la disonancia. Nunca los seres humanos han tenido tantas cosas en común, tantos conocimientos comunes, tantas referencias comunes, tantas imágenes y palabras, nunca han compartido tantos instrumentos, pero ello mueve a unos y otros a afirmar con más fuerza su diferencia.

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