Pero ¿no será que estamos confundiendo la diversidad con la magnesia? Una cosa es el respeto por la diferencia y el reconocimiento de los derehos de cada individuo, y otra la ilusoria creencia de que todos somos iguales. Ni todos los alumnos sirven para estudiar, ni tiene por qué un profesor ser competemte en todas la materias, ni hay motivo para creer, así, de golpe, que todas las culturas pueden llegar a suscitar el mismo interés. Quien más, quien menos, ya somos mayorcitos.
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