lunes, 23 de noviembre de 2009
España, una nueva historia. (71)
En su inmensa mayoría, los moriscos expulsados se establecieron en el norte de África, otros muchos negociaron con las autoridades otomanas para poder instalarse en los territorios musulmanes de los Balcanes y un pequeño grupo consiguió regresar a España. Fue el caso de Ricote, según cuenta Cervantes en la segunda parte (capítulo LIV) del Quijote. En medio de un camino, Sancho acude junto a una comitiva de peregrinos con ropa extranjera y uno de ellos se le acerca dando grandes señales de júbilo ante la extrañeza del aludido exclamando desde una honda pena: "¿Cómo es posible, Sancho Panza, hermano, que no conoces a tu vecino, el morisco, tendero de tu lugar?". A lo que, tras recuperarse de la sorpresa, contesta: "¿Cómo diablos te había de reconocer, Ricote, en ese traje de moharracho que traes? Dime: ¿quién te ha hecho franchote, y cómo tienes atrevimiento de volver a España, donde si te cogen y conocen tendrás harta mala ventura?".
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