jueves, 10 de diciembre de 2009

Progresa adecuadamente. (30)


A pesar de que este sea, sin duda, su aspecto más llamativo y el que mueve a consecuencias más lamentables, la crisis de autoridad en la escuela no afecta únicamente a la relación enre profesor y alumno, o a la que un alumno cualquiera pueda establecer con sus propios compañeros. La crisis de autoridad tiene que ver con el grado de exigencia de cada alumno para consigo mismo, es decir, con el ejercicio de la responsablidad. Dicho de otro modo: en la medida en que el descrédito de la autoridad y la entronización del igualitarismo comportan una renuncia a crecer, a progresar -a elevarse, en una palabra, por encima de lo que uno era anteriormente y a procurar destacar incluso con respecto a los demás-, el alumno se complace en este régimen placentero, en este "vuelo de Peter Pan" del que habla Valentí Puig al describir la pedagogía buenista. Si todos somos iguales; si ya no hay buenos y malos alumnos, sino únicamente alumnos buenos; si hasta las notas desaparecen y son reemplazadas por eufemismos del tipo "progresa adecuadamente" -con la LOGSE; luego la LOCE recuperaría el sistema clásico de evaluación-; si nada ni nadie, en fin, le exige al niño que deje de ser niño, no es de extrañar que en la última década el nivel general de conocimiento de los jóvenes españoles haya caído en picado.

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