viernes, 31 de diciembre de 2010
Porque tengo hijos (9)
Decía Egibar en esa misma sesión plenaria que Euskadi aspira a ser como Alemania. Una vez más, le ha traicionado el subconsciente; porque la Euskadi de verdad, la del Estatuto, la del autogobierno, es ésta en la que vivimos, plural, mestiza, tolerante; la de hoy ya es como la Alemania democrática de hoy. ¿Cuál es la Alemania-Euskal Herria de Egibar? ¿La del muro? ¿La de las dos comunidades? Ésa es la que dividió a los alemanes, la que tuvo un presidente llamado Adolf Hitler que ganó unas elecciones sin ser por eso nunca un demócrata: la que tuvo un presidente que declaró una guerra mundial en nombre de la patria y de la raza, que mandó asesinar a millones de seres humanos porque eran y querían seguir siendo alemanes libres y diferentes.
La historia está para recordarla y aprender de ella; y más allá de otras circunstancias históricas, es un hecho cierto que si triunfó el fascismo en esa Alemania soñada por Egibar fue porque los nazis tenían una estrategia y una táctica. Y la sociedad democrática, no. No tenía estrategia, no tenía liderazgo, no tuvo valor para defender un proyecto de convivencia; fueron incrédulos y pasivos, desisitieron de dar la batalla y perdieron.
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