miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Y el hombre dónde estaba?


"Yo soy un buen ejemplo de ese crucigrama de pertenecias y rechazos que, como dice Amatya Sen, constituyen la identidad de un individuo, para mí la única aceptable. Peruano, latinoamericano, español, europeo, escritor, periodista, agnóstico en materia religiosa y liberal y demócrata en política, individualista, heterosexual, adversario de dictadores y constructivistas sociales -nacionalistas, fascistas, comunistas, islamistas, indigenistas, etcétera-, defensor del aborto,del matrimonio gay, del Estado laico, de la legalización de las drogas, de la enseñanza de la religión en las escuelas, del mercado y la empresa privada, con debilidades por el anarquismo, el erotismo, el fetichismo, la buena literatura y el mal cine, de mucho sexo y tiroteo. ¿Se agota lo que soy en esa pequeña enumeración en la que, a simple vista, abundan las incoherencias y contradicciones? No. Podría llenar todavía varias páginas más mencionando todo lo que creo ser y no ser y estoy seguro de que siempre se me quedarían muchas cosas en el tintero. Cada una de ellas me solidariza con buen número de personas y me enemista con otras tantas y de toda esa amalgama de tensiones y fraternidades, que nunca se aquieta, que está siempre rehaciéndose resulta mi identidad, la única en que me reconozco. Todo el mundo podría decir otro tanto de sí mismo, si se examina con imparcialidad."


Mario Vargas Llosa, "¿Y el hombre dónde estaba?"

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