domingo, 30 de octubre de 2011

El terror


¿Por qué fue tan escasa la resistencia activa contra la violencia política hasta los años noventa? Varios factores coincidieron para entender la pasividad y hacerla parecer incluso respetable. El primero de ellos fue, sin duda alguna, el prestigio del terrorismo como actividad admirada y temida, capaz de fascinar a sus posibles víctimas. Se ha observado con mucha lucidez que personajes como Hitler, Stalin o Mao no eran admirados a pesar de sus crimenes sino precisamente por ellos. El terror es muy eficaz a la hora de conseguir adhesiones transformadas en culto aterrorizado a los profetas y ejecutores de las peores violencias. Una vez descartada la oposición activa o pasiva, es más fácil adaptarse a la situación convirtiendo el miedo en sumisión voluntaria, incluso entusiasta.


Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

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