2011 es año de elecciones municipales y por lo tanto año de inauguraciones. Sospecho que en cada Ayuntamiento hay un técnico cuya única labor es cuadrar los plazos de las obras para que su finalización coincida en tiempo electoral. Lo importante es la foto del político. Pasa una vez y otra, son campañas personales sufragadas con el dinero de todos. Solo en la ciudad de Barcelona de aquí a mayo se van a inaugurar una veintena de proyectos sobre la vía pública. Está claro que de los cuatro años de mandato sobran tres y medio.
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