La ministra de igualdad Bibiana Aído bastante tiene con bregar con el poco presupuesto que maneja para hacer alguna campaña que otra. No es desde luego un ministerio imprescindible, pero ya que existe la pobre hace lo que puede. Y digo pobre también en referencia a lo que debió pensar cuando su compañero del PSC Miquel Àngel Martín dijo que Mònica Terribas tenía cara de mal follada. Por cierto que este energúmeno sigue siendo gerente del Institut Metropolità del Taxi. Seguro que Bibiana se debe preguntar de qué sirve su ministerio si no puede meter a su compañero de partido en la trena. Zapatero y Aído han perdido una buena oportunidad para demostrar que el tan criticado ministerio de Igualdad es algo más que una cortina de humo en tiempos de crisis.
Una ministra de defensa catalana presidiendo un desfile embarazada pero también un socialista catalán insultando a las mujeres y manteniendo su cargo. Lo gracioso es que todos votan lo mismo que es quien lo permite.
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