El pasado 24 de octubre Celestino Corbacho, ministro de Trabajo e Inmigración, dijo: "En dos meses debería acabar la crisis financiera(...) Empezará un futuro de confianza". Si al 24 de octubre le sumamos dos meses,nos plantamos en Nochebuena. Está claro que Corbacho y todo el Gobierno ante su inoperancia manifiesta han puesto su destino en manos de Papa Noel. A ver si el gordo barbudo les soluciona todos sus problemas...
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