Extraído de "Mira por dónde" la autobiografía razonada de Fernando Savater.
Soy fruto del más denodado mestizaje hispánico: padre granadino, madre madrileña, abuela materna nacida en Buenos Aires, tatarabuelos catalanes y nací en el País Vasco. Si fuese un perro sería uno de esos "mil leches" callejeros que tienen aire tan despierto, no un estólido ejemplar de pura raza de los que ganan con indolencia los concursos repeinados y perfumados por dueños no menos fastidiosamente estólidos ellos mismos. Con una ascendencia tan heterogénea como la mía, los partidarios de las "raíces" y las "identidades" bien perfiladas lo tienen difícil para reclutarme. Estoy seguro de que cada cual proviene de la intersección azarosa e injutificable de otras biografías individuales, no del macizo de la historia ni de la entraña popular del terruño. Creo que el mestizaje y el desarraigo, lejos de ser lamentables perturbaciones a remediar, constituyen perspectivas privilegiadas para comprender la condición humana. No tengo raíces asentadas en una nación sino que sólo puedo reclamarme de semillas volanderas barajadas por los artificios administrativos de un estado plurinacional y transcontinental (lo que llamamos España) que ha potenciado amalgamas y favorecido híbridos a menudo a pesar de sus adsministradores más unanimistas.
2 comentarios:
Savater nunca será un perro. Aunque debería evitar rodearse de ladradores.
Si Savater fuese un perro me gustarían los animales
Publicar un comentario