miércoles, 30 de noviembre de 2011

L´Hospitalet "mon amour"

La opinión de Álex Salmon en El Mundo.


No sabe la alcaldesa de L´Hospitalet, Núria Marín, lo que agradecí su llamada de ayer para avanzarme la información que iba a anunciar por la tarde sobre Ràdio L´Hospitalet y TV L´Hospitalet. No quería cerrarlas pero los casi 2´8 millones que cuestan las hacen inviables. Puede que sea fácil defender lo incorrecto y peligroso que es cerrar un medio de comunicación. Hace unos años un titular que apuntara en esta linea a un medio público era la antesala de una lapidación en la plaza también pública. Sin embargo, los tiempos en los que nos movemos hacen que una decisión así sea entendida por la mayoría de ciudadanos que prefieren una planta de hospital abierta que una susurrante voz radiofónica. Entendiendo que la tele es muy cara, no quiero aceptar que L´Hospitalet esté a punto de cerrar su radio. Y no es una cuestión sólo sentimental, que también (fui uno sus fundadores en 1982 junto a Enric Conde, Ramon Escardó, Mari Carmen Juan, Francesc Casbas y Enric Villalta entre otros), sino un tema de información local y existencia de ciudad. L´H era impersonal cuando empezamos y trabajamos para que dejara de sentirse un apéndice de Barcelona. Y lo dice uno de l´Eixample. Es cierto que no han sabido reinventar aquella radio que nos iventamos (la primera tertulia, información de tráfico, radio en bloques informativos -flash-, corresponsales de barrio), pero, como dice Ramón Luque, cerrándola será imposible.

1 comentario:

Enrique Conde Blanco dijo...

Hola, Àlex. Hasta el Uruguay, donde vivo desde hace unos años, me llegó la noticia del cierre de Ràdio L'Hospitalet. Pude entender las razones, pero la comprensión racional no frena a los sentimientos. Aún en la distancia, primero desde Madrid y ahora desde este lado del Atlántico, siempre he seguido con cariño la trayectoria de los medios en cuyo nacimiento he tenido participación. Y más, lógicamente, si me cupo la responsabilidad de dirigir su fundación y seleccionar al primer equipo, como es el caso de Ràdio L'Hospitalet. Más allá de la tristeza propia, creo que la existencia de una emisora propia de L'Hospitalet ("La nostra", afirmaba orgullosamente su primer indicativo) contribuyó durante estos casi 30 años a reforzar la identidad hospitalense, y que su falta será una gran perdida para la ciudad, mucho más importante de lo que a primera vista aparenta. Un abrazo, Enrique Conde Blanco.