Uno puede estar de acuerdo con las razones que llevaron a los 'indignados' a acampar en Plaza de Cataluña. Puede estar de acuerdo o no con que ocupen un espacio público durante días. Pero lo que me ha dado mucho asco es que muchos 'conciudadanos', por llamarles de alguna manera, han cuestionado la oportunidad o la legitimidad de esta acción por su poca implicación en la defensa de la inmersión lingüística o su teórica poca sensibilidad hacia la causa nacional catalana. Seguro que les hubiera encantado exigirles el nivel 'C' de catalán para permitirles manifestarse o sentar sus posaderas en el centro de Barcelona. En vez de a los Mossos tenían que haber llevado a algunos examinadores, a ver como llevaban los 'pronoms febles' y si sabían el nombre del 'presidente mártir'.Que los 'indignados' sean personas cansadas de la nula sensibilidad social de las entidades bancarias y los políticos, o desesperados por las injusticias del sistema no importa. Para que 'molen' y no les manden los Mossos a reventarles la cabeza han de tener la sensibilidad nacional muy alta. Es lo que se lleva en la Cataluña del 2011, y si no eres de la 'causa' eres una mierda pinchada en un palo. Yo pensaba que en una democracia se podía ser de derechas, de izquierdas, o estar al margen del sistema. En la democracia orgánica catalana primero has de ser de los 'nuestros', y después puedes escoger color. Pero la superestructura, ni la toques: Els Segadors, Montserrat, Barça, ‘Som un poble oprimit' i ‘Visca els Països Catalans'.
Lo digo bien alto: esto no es un país. Esto es una república bananera. Y a menudo da vergüenza ser catalán.
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