jueves, 13 de junio de 2013
Y seguir viviendo como Dios...
Te envolvías en TU bandera y eras un progresista. El que se envolvía en LA OTRA era un facha. Así de fácil. Si ya habías chupado del bote durante el franquismo, podías seguir haciéndolo en el pujolismo. Solo tenías que cambiar de bandera. Y ya se sabe que, a fin de cuentas, la bandera no es más que un trapo y además puede ser de conveniencia. En ese sentido, hasta resultan entrañables esos alcaldes franquistas que nunca cambiaron de camisa y que pasaron sus últimos años ladrando su rencor por las esquinas de sus pueblos y dando vivas al Caudillo con voz de cascajo. Genio y figura hasta la sepultura, ciertamente. Pero qué poco talento práctico... Con lo fácil que era pasarse a Convergencia -los hay, incluso, que rizando el rixo del oportunismo, se pasaron directamente del franquismo a Esquerra Republicana- y seguir viviendo como Dios...
El manicomio catalán, RAMÓN DE ESPAÑA
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