Fue la primera vez en la historia de la democracia en la que unas víctimas del terrorismo nacionalista etarra se atrevieron a señalar a los responsables políticos de la ignominia terrorista que asola el País Vasco. Maite y su familia discriminaron bien. Excluyeron a los nacionalistas que traicionaron a la democracia con el Pacto de Lizarra, a los que abandonaron a su hermano, a los que permitieron que ETA le mantuviera en la diana, a los que se negaron a escuchar las peticiones de él mismo y de su familia para que le mantuvieran destinado en la Comisaría de Laguardia. Pero, a la vez, me pidió que localizara a Joseba Arregui y a José Antonio Ardanza para que les transmitiera en su nombre que ellos no debían darse por aludidos, que serían bienvenidos al velatorio. Así lo hice.
jueves, 20 de enero de 2011
Porque tengo hijos (25).
Fue la primera vez en la historia de la democracia en la que unas víctimas del terrorismo nacionalista etarra se atrevieron a señalar a los responsables políticos de la ignominia terrorista que asola el País Vasco. Maite y su familia discriminaron bien. Excluyeron a los nacionalistas que traicionaron a la democracia con el Pacto de Lizarra, a los que abandonaron a su hermano, a los que permitieron que ETA le mantuviera en la diana, a los que se negaron a escuchar las peticiones de él mismo y de su familia para que le mantuvieran destinado en la Comisaría de Laguardia. Pero, a la vez, me pidió que localizara a Joseba Arregui y a José Antonio Ardanza para que les transmitiera en su nombre que ellos no debían darse por aludidos, que serían bienvenidos al velatorio. Así lo hice.
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