lunes, 30 de abril de 2012

1 de Mayo

1 de Mayo. Mientras muchos gritan en la calle, uno se tapa los oídos en su despacho.

He abierto otra carpeta sobre ETA

La opinión de Rosa Díez en su blog.



En la época en que Zapatero rompió el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo e inició la negociación política con ETA, abrí una carpeta en la que iba guardando todo lo que aparecía sobre la cuestión. En esa carpeta están los artículos que yo misma escribía; artículos de Santiago González, Florencio Domínguez, Rogelio Alonso; algún artículo memorable de Fernando Savater; editoriales de distintos medios de comunicación a favor y en contra del “proceso”; declaraciones de dirigentes del PSOE negando la ruptura del pacto y la negociación con ETA; declaraciones de Alfredo Pérez Rubalcaba, de José Luis Rodríguez Zapatero argumentando ora a favor del tiempo nuevo, ora en contra de que se hubiera iniciado un tiempo nuevo; declaraciones y manifiestos de las Víctimas del Terrorismo, de las que estaban, colectivamente y a través de sus asociaciones, en contra, y de las que estaban, colectivamente y a través del partido político en el que militaban (el PSOE), a favor.
En esa carpeta que lleva por título “Negociación Política con ETA” están guardados los acuerdos que el PSOE llevó al Parlamento Europeo y lo que aquellos días se escribió al respecto. Allí están guardados todos los pronunciamientos de los dirigentes del PSOE que decían públicamente que no se estaba haciendo nada distinto de lo que hizo antes Aznar. Allí están también las declaraciones de dirigentes socialistas que se congratulan de que por fin Zapatero se atreviera a hacer “por la paz” lo que nunca quiso hacer Aznar. Allí están las declaraciones de fiscales y jueces favorables a tratar a los terroristas como a militantes políticos equivocados en la táctica; allí están las declaraciones de los dirigentes de Batasuna-ETA, ensalzando al PSOE y proclamando su admiración por el Presidente del Gobierno de España; allí están las declaraciones de los más altos dirigentes del PSOE y del Gobierno calificando a Otegi como “hombre de paz”…
Están también las declaraciones de unos y otros sobre De Juana Chaos; su acercamiento al balneario del País Vasco; sus encuentros en la cárcel con su novia; las dolidas manifestaciones de dirigentes socialistas dispuestos a cualquier cosa para que el etarra no hiciera una huelga de hambre; sus exclusivas y permitidas declaraciones a un medio extranjero desde la cárcel, cual Gandhi moderno, defensor de los derechos humanos…
Todo está guardado en esta selección personal que no tiene otro objetivo que prevenir los errores y evitar las traiciones. Pero nunca creí que en esa carpeta debiera guardar lo que decían los dirigentes del Partido Popular de entonces. Siempre pensé que si el PSOE no cambiaba de rumbo y llegaba al Gobierno el Partido Popular, al menos en esto no sería necesario que les exigiéramos coherencia. Nunca creí que la única herencia de Zapatero que les gustara fuera precisamente la política antiterrorista que ellos parecían combatir desde la oposición. Nunca creí que cuando llegaran al Gobierno lo primero que iban a hacer era asumir como bueno todo lo que Zapatero hizo en esa materia. Nunca creí que su argumento definitivo fuera lo expresado por el Ministro del Interior: “Ahora somos Gobierno”.
Siempre creí que el PP aspiraba a llegar al Gobierno para hacer en esta materia lo que no podía hacer desde la oposición. Y ahora me doy cuenta de que lo que quería el PP de Mariano Rajoy desde la oposición no era mantener el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo suscrito por Aznar y Zapatero. Lo que el Partido Popular de Mariano Rajoy quería era ser el protagonista y no el acompañante en el cambio de política antiterrorista. La política de la firmeza contra ETA, de la colaboración internacional, de la derrota como objetivo irrenunciable, de la persecución de los criminales y de sus cómplices, de la deslegitimación de los objetivos de la banda terrorista y de toda su historia, fue enterrada por Zapatero. Pero hubo de ganar Rajoy las elecciones por mayoría absoluta –ninguna necesidad de pactar en esta materia con los eternos defensores de la idea del “conflicto”- para que descubriéramos estupefactos que lo que a Rajoy le molestó en la legislatura de la vergüenza fue que el aspirante al Nobel fuera Zapatero y no él.
Todo esto era para decirles que he abierto otra carpeta que lleva por título “Rajoy y ETA”. Y he empezado a recopilar sus declaraciones en la oposición; sus programas electorales; sus promesas estando ya en el Gobierno; sus críticas a la dispersión sin rendición; sus proclamas contra la negociación con ETA. Visto todo junto, empiezo a comprender la lógica del relato: no miente Rajoy cuando afirma que no habrá negociación con ETA. Ciertamente no hace falta que negocien nuevamente con ETA, dado que han asumido los compromisos que Zapatero adquirió con la banda. Empezando por la legalización de su brazo político y pasando por la solución del “problema” de los presos. Rajoy, hombre previsible al fin, respeta los compromisos adquiridos en esta materia por su antecesor en la Presidencia del Gobierno. Lástima, dirá Zapatero, no haber tenido antes esa conversación con Fernández Díaz, de la que el Ministro del Interior salió como Saulo tras caerse del caballo: reinsertado en la teoría del conflicto político y al servicio de la causa.
Pues eso, que ya tengo una carpeta en la que los protagonistas del tiempo nuevo son los que hacían de buenos en la carpeta anterior. Lástima que, en una carpeta y otra, las víctimas, los que sufren la incomprensión, los humillados, los insultados (“tú lo que quieres es venganza”, diría el Ministro nuevo del Interior a una víctima; ministro nuevo, insultos viejos…), sean las mismas. Lástima que, en una carpeta y otra, los terroristas, sus cómplices, los verdugos, los que no pagan por el daño causado, sean los mismos. Lástima que, en una carpeta y otra, el número de cobardes y traidores a la causa justa haya engordado tanto. Lástima que se cumplan los peores augurios y los muertos se estén quedando tan solos. Lástima de madres huérfanas, de jóvenes viudas, de niños sin padre… Lástima de país.
Llegará un día en que niños aún no nacidos les pregunten a los políticos, a los ciudadanos adultos de hoy: “Y tú, ¿qué hiciste mientras esto pasaba?”. Sólo aspiro a estar entre los que puedan mirarles directamente a los ojos y contarles cuál fue nuestra lucha.

El optimismo de la voluntad

"Debemos reconciliar el optimismo de la voluntad con el pesimismo de la inteligencia"

ANTONIO GRAMSCI

domingo, 29 de abril de 2012

Cultura española

La opinión de Albert Boadella en su blog. Hace algunos años Jordi Pujol se pavoneaba sobre la poca influencia de Cervantes en su formación literaria y por el contrario citaba el influjo de algunos escritores catalanes. Cada cual puede determinar aquellas cosas que cree que han sido decisivas en su vida por el ascendente ejercido en la infancia o la juventud pero la afirmación de mí querido UBU no es baladí. En este personaje las intenciones acostumbran a ser recurrentes y hay que buscar el objetivo siempre en el mismo lugar. Esta vez se trataba de mostrar que la cultura española es distinta de la catalana. Cuando uno se pone a pensar en las diferencias objetivas para establecer una afirmación en este sentido no encuentra por ninguna parte nada sustancial al margen de una lengua que parece dialecto de la otra o viceversa. Una cultura es algo más que un conjunto de coros y danzas regionales, torres humanas o caganers. La cultura catalana solo existe si admitimos la enorme trasfusión de toda la península y aceptamos que el flamenco, la zarzuela o los toros, también forman parte de nuestro paisaje cultural. En resumen, es cultura catalana por ser española. Ello viene a cuento porque el periódico ABC me pide unas breves reflexiones sobre lo que une a los españoles. Tenemos infinidad de rasgos, y entre ellos, la habilidad con que nos movemos todos en el caos ya sea social o simplemente en un bar de tapas, pero finalmente, he optado por algo que conozco gremialmente como es el arte. Sin lugar a dudas, el arte es uno de los factores que mejor establecen nuestra pertenencia a una cultura española. Este país no posee culturas regionales en el sentido amplio con que nos referimos al término. Es evidente, que el llamado arte y cultura española se beneficia de unas variantes que tienen su raíz en las formas literarias producidas por las distintas lenguas o el simple folklore de sus territorios. Sin embargo, a menudo tales ramificaciones tienden a confundirnos sobre el sentido específico, global y al mismo tiempo heterogéneo que puede significar una cultura autóctona. La fusión de una larga historia común produce en el terreno de las artes la existencia de una profunda idiosincrasia cultural que acaba formando parte del patrimonio de todos. Encontramos unas artes realizadas por castellanos, catalanes, extremeños, vascos o andaluces pero cuyas herencias y formas de expresión se engloban dentro de un conjunto de cierta homogeneidad, el cual, frente a la mirada externa, es catalogado como español. El pintor Velázquez nos representa a los ciudadanos de esta nación de la misma manera que el malagueño Picasso o las zarzuelas del catalán Amadeo Vives, y a nadie se le ocurre reivindicar su pintura o su música como propia exclusivamente de la región en la que nacieron. Ciertamente, existe un teatro en catalán o en vasco pero su estructura narrativa no difiere para nada del teatro en español como no sean algunas piezas muy concretas ligadas al folklore tradicional. Si traducimos la obra al castellano desaparece el origen territorial (y lo afirmo por la experiencia de muchos espectáculos) En definitiva, afirmar que Cervantes no es un referente para la totalidad de los ciudadanos españoles, es tan disparatado como negar nuestra pertenencia a la cultura cristiana por el simple hecho de no creer en Dios.

Fantasmas de Estados

La opinión de Francisco Sosa Wagner en El Mundo.




La preocupación por la delicada situación económica que atravesamos ha colocado a las cotizaciones bursátiles, las primas de riesgo, las emisiones de deuda o el rescate de este o de aquel país en el eje en torno al cual giran nuestro desasosiego y nuestros ataques de ira. Pues descubrimos ahora que, entre los gobernantes, han proliferado los pícaros que, como en el cervantino Retablo de las Maravillas, se hicieron con el poder para ofrecer al pueblo una función insólita de teatro. Cuya entrada nos está costando un ojo de la cara.
Pero en medio de este galimatías, que viene acompañado de ese despliegue florido de anglicismos en que consiste la moderna cursilería, acaso no hayamos dedicado suficiente atención a dos hechos que tienen el aspecto de ser nubarrones despeinados dispuestos a encapotar nuestro futuro como comunidad política.
Me refiero, en primer lugar, a la opción por un Estado propio que un partido político catalán acaba de hacer en un congreso. Quiero subrayar que no estamos hablando de una organización cualquiera sino de aquella que ha compartido las riendas del poder con todos los gobiernos que en España han sido y son desde que existen los mecanismos democráticos. Un partido regional invariablemente cortejado y contemplado con los ojos codiciosos de la lujuria por sus hermanos mayores nacionales. Recibir una calabaza desde Cataluña ha sido una forma de labrarse el fin de los cambalaches parlamentarios y de las propias piruetas políticas; por el contrario, acogerse a su bendición era demostración de sutil templanza y de habilidosa flexibilidad en el manejo de la cosa pública. O, como se ha solido decir, de cintura.
En segundo lugar, debe citarse la manifestación que hace unos días recorrió las calles de Pamplona con una bandera que reclamaba “independencia” para el País Vasco y sus cuatro puntos cardinales. Reivindicación apoyada a distancia y con amor de padre por otro partido nacionalista, buen tejedor de glorias en la política española.
Es decir, estamos a principios del siglo XXI, varias décadas después del desmantelamiento de la farsa franquista, contemplando el espectáculo de unos partidos que representan a miles de ciudadanos, empeñados en el designio de comenzar una aventura como Estados. De la misma forma que el pequeño bote de un barco se echa a la mar en busca de la mar de aventuras sin pensar en que pueda quebrarse o romperse no bien se enfrente a la primera roca.
Algunas plumas ilustres defienden que sería bueno disponer en nuestro texto constitucional de un mecanismo de secesión de una parte del territorio para que, por una vía pacífica y de mutuo entendimiento, cada cual emprendiera el destino que le pareciera más conveniente. Pero lo cierto es que tal previsión no consta en el Derecho político español por lo que cualquier medida que se tomara en esa dirección -que sería unilateral- supondría la ruptura grave de nuestro ordenamiento y también la irreversible quiebra del equilibrio en el que desarrollan su vida nuestras instituciones.
Con todo, teniendo en cuenta la población que anda detrás de esas pancartas, a lo mejor no es malo propiciar una salida de esta naturaleza a la que se diera su conformidad desde España. Eso sí: previo un finiquito minucioso que no dejara cuenta pendiente sin comprobar ni saldo sin cobrar.
A partir de ahí, desligados de la opresora monarquía española, ya podrían proclamar sus repúblicas independientes. Porque no sería cosa de entronizar un nuevo monarca extraído de las casas reinantes por la sencilla razón de que no quedan o están para pocos trotes o padecen una artrosis desbocada. Una república implicaría nombrar un presidente (a ser posible, sin antecedentes penales), buscar un palacio en cuyas ventanas cante el ruiseñor y unos guardias con uniformes vistosos como cristalerías de luces. El himno no es problema pues existe, lo mismo que las gargantas para cantarlo. Y la bandera ya ondea en sus edificios, tan solo se trataría de quitar la otra y en ello con un minuto sobra.
Es coser y cantar y no digamos presidentes de tribunales de justicia, de cuentas, constitucionales... Colas harían los profesionales más distinguidos para atarse al ejercicio de estas responsabilidades aunque con ello pusieran en peligro su salud y su vida familiar. Coches oficiales habría que comprarlos a cientos con lo que el ramo, tan deprimido ahora por la crisis, volvería a conocer días de gloria y esplendor.
Habría que imponer a esa población entusiasta tributos e impuestos pero ésta los pagaría con entusiasmo; la lacra de la evasión fiscal no se conocería, pues que todo lo recaudado iría a parar al engrandecimiento de la nueva nación. A lo mejor crear un Ejército, comprar tanques, aviones de combate o buques de guerra, formar escuadrones, batallones y divisiones no gusta a algunos pacifistas pero hay que contar con ellos porque la pluralidad es una seña de la nueva república que se distingue así de la vieja monarquía que ponía grilletes por años a quienes no mostraban entusiasmo militar.
Pues ¿y diseñar una moneda propia? ¡Ahí es nada poder reivindicar la vieja prerrogativa de acuñar moneda! Eso sí que sería gloria y no verse obligados a aceptar exigencias foráneas para disponer de la calderilla del euro. A partir de ahí, sería innecesario endeudarse pero, si tal acaeciera, los virtuosos republicanos de la nueva nación adquirirían cualesquiera títulos que se les hiciera llegar. Si aun así, hicieran falta nuevos fondos, ahí estarían los mercados internacionales dispuestos a comprar el producto financiero más sólido y el de garantías más aquilatadas.
¡Adiós a los vaivenes de las primas de riesgo! Sólo por despedir a estos parientes, merece la pena iniciar la aventura de la independencia.
Porque, lector paciente, el discurso contrario, el que consiste en aclarar a quien no quiere oír que el nacionalismo ha sido el partero de las desgracias colectivas más aniquiladoras que ha sufrido la humanidad, que reproducirlo en los inicios de este siglo XXI es suicidio y homicidio a un tiempo, y añadirles que no hay sueño más placentero para las grandes empresas del planeta que la proliferación de Estados raquíticos, empinados en su ridícula poquedad, esforzarse en todo ello -digo- es sin más empeñarse en perder el tiempo. O, como se dice clásicamente, majar en hierro frío.
Con todo, al menos pluma en ristre, es obligado no darse por vencido, vestir las armas del combate y luchar      

viernes, 27 de abril de 2012

Sin perdón

La opinión de Rosa Díez en El Mundo.



«No, no he perdonado a ninguno de los
culpables, ni estoy dispuesto ahora ni nunca
a perdonar a ninguno, a menos que haya
demostrado (en los hechos: no de palabra,
y no demasiado tarde) haber cobrado
conciencia de las culpas y los errores del
fascismo [...] y que esté decidido a condenarlo,
a erradicarlo de su conciencia y de
la conciencia de los demás. En tal
caso sí, un no cristiano como yo está
dispuesto a seguir el precepto judío
y cristiano de perdonar a mi
enemigo; pero un enemigo que se
rectifica ha dejado de ser un enemigo
». Primo Levi.
Leo entre la perplejidad y el bochorno
las aclaraciones del ministro
del Interior en relación con el
plan integral para la reinserción de
terroristas que han anunciado que
va a poner en marcha. Si por la mañana
me sentí engañada al conocer
la noticia, cuando he leído las explicaciones
del ministro me he sentido
completamente traicionada como
ciudadana.
O sea, que el Partido Popular, que
llegó al Gobierno de la Nación prometiendo
a los ciudadanos que iba a
ser implacable con los terroristas y
asegurando que exigiría el cumplimiento
íntegro de las penas para los
presos encarcelados por delitos de terrorismo,
ahora nos dice que no sólo
no exigirán los mínimos establecidos
en la ley para optar a los beneficios
penitenciarios –petición de perdón, desvinculación
de la organización terrorista y colaboración
con la Justicia–, sino que relajarán
esas exigencias cuando los asesinos
sean terroristas.
Dice el Gobierno de Mariano Rajoy que
los terroristas ya no tendrán que pedir perdón
a sus víctimas para ser considerados
reinsertables en una sociedad democrática
a la que quisieron destruir; dice el Gobierno
de Mariano Rajoy que los terroristas que
quieran reinsertarse –o sea, que quieran
acceder a beneficios penitenciarios– ya no
tendrán que colaborar con la Justicia para
resolver los más de 300 crímenes de ETA
que aún no han sido esclarecidos ni juzgados.
O sea, que el Partido Popular ha llegado
al Gobierno para hacer aquello que ni siquiera
el PSOE se atrevió a hacer con luz y
taquígrafos. El PP ha llegado para hacer el
trabajo sucio a quienes siempre quisieron
tratar a los terroristas como si fueran unos
chicos descarriados a los que hay que premiar
por haber decidido que, de ahora en
adelante y en tanto les demos la paga y les
guardemos respeto, nos perdonarán la vida.
Y dice el ministro del Interior que todo
este plan es producto de aquella enmienda
que presentaron conjuntamente PNV,
CiU, PSOE y PP para rechazar la propuesta
de UPyD de ilegalizar a Bildu y Amaiur.
O sea, que la cosa era para eso; que no se
trataba, como explicaron en la tribuna del
Congreso de los Diputados, de reforzar el
compromiso contra ETA, sino de ceder
ante ETA en una de sus eternas reivindicaciones:
que se trate a los terroristas como
a presos políticos y se les aplique la
Ley de forma más relajada que a otros
asesinos. Qué cobardía la de este Gobierno,
incapaz de explicar en sede parlamentaria
su nueva estrategia en relación con
la banda terrorista…
Ahora nos dirán que no se han explicado
bien. Pero su problema, señor Rajoy, es que
lo hemos entendido perfectamente. Como
dijo el ministro del Interior cuando le preguntaron
por qué ahora hacían en esta materia
cosa distinta que la que prometieron
respondió, tan lacónico como sincero:
«Ahora somos Gobierno».
Ya lo dijo hace años Pilar Ruiz, la
matrona de los Pagaza: «¡Qué solos
se quedan los muertos!». Y los vivos
también, diría yo. Al menos aquéllos
que creyeron –entre los que me encuentro–
que al menos en esta materia
ustedes iban a comportarse.
Qué vergüenza la de este Gobierno,
que quiso enmascarar en un
presunto pacto para fortalecer la
unidad de los demócratas frente a
ETA lo que no era otra cosa que una
coartada para darle otro triunfo político…
¡Qué vergüenza, que cobardía
y qué falta de honor! Qué quieren
que les diga, su comportamiento
es un fraude democrático para el
conjunto de la sociedad, más allá de
que hayan votado o no al partido
que gobierna España. Sepan ustedes
que, cuando renuncian a exigir
que los terroristas pidan perdón,
cuando renuncian a exigir a los terroristas
que colaboren con la Justicia
para esclarecer los crímenes impunes,
cometen un acto de traición.
¿Se acuerdan de cuando le llamaban
traidor a Zapatero? Pues aplíquense
el cuento. Son ustedes, Gobierno de don
Mariano Rajoy, señores del Partido Popular,los que no merecen perdón.

jueves, 26 de abril de 2012

Resbalad mortales

-Así es, en efecto. Patinar es media vida mía. Me conserva en relativa buena forma y, como suele decirse, patinando se conoce gente. Sartre escribió páginas excelsas sobre el patinaje y el deslizarse, que usted recordará, por supuesto.
-Desde luego. Resbalad mortales sobre la superficie de las cosas sin apoyaros nunca, para no hundiros, para no quebrar el hielo, para no quebrar la costra de la existencia, ¿no es eso lo que viene a decir Sartre?


El temblor del héroe, ÁLVARO POMBO


miércoles, 25 de abril de 2012

"Hay que eliminar el CIS por sectario, inútil y caro"

No a la subida en L´Hospitalet de Llobregat

La carta de un lector hospitalense publicada en El Periódico de Catalunya. El Ayuntamiento de L'Hospitalet tiene previsto incrementar el IBI para el 2012 en un 18%, porcentaje escandaloso teniendo en cuenta que la mayoría de salarios y pensiones están congelados o se han bajado. Parece ser que la crisis que ha propiciado la mala gestión municipal la han de pagar los ciudadanos. ¿Dónde están las asociaciones de vecinos y los ciudadanos, insensibles a esta medida, aprobada con el voto de ICV-EUiA, en una ciudad con una tasa de paro elevadísima? Para acallar las protestas se ofrece pagar en tres plazos y unas ayudas para un sector minoritario de la población. ¿Estaba contemplado esto en el programa del PSC, señora Marín? ¡No a este incremento!

Ventura Fernández Paisano - (L´Hospitalet de Llobregat)

martes, 24 de abril de 2012

El PP catalán no cree en la igualdad de todos los españoles


Noticia publicada en LIbertad Digital.


El PPC apuesta por un modelo de Estado basado en el "autonomismo diferencial", que busque "soluciones para las comunidades en función de su historia, su lengua y su cultura", y reclama una financiación "singular" para Cataluña donde el Gobierno catalán tenga una participación importante en la gestión de los impuestos.

Así lo estipula la ponencia política de los populares catalanes, que se debatirá en el congreso de los días 5 y 6 de mayo, una cita en la que el PPC quiere "refundarse" para ser alternativa de gobierno frente al nacionalismo "identitario radical y separatista". "La actual ley orgánica de financiación de las autonomías es mejorable, sin tener que salir de este marco, es compatible mantenerse dentro y al mismo tiempo reconocer la singularidad del hecho diferencial catalán", ha defendido hoy en rueda de prensa el portavoz del PPC en el Parlament, Enric Millo.

El modelo de financiación por el que apuestan los populares busca conseguir para Cataluña un "resultado similar" en financiación al de los territorios forales, por lo que la solidaridad "necesaria" tiene que estar condicionada en el tiempo y debe tener carácter finalista, para que no "perjudique" la capacidad de Cataluña de seguir siendo motor económico de España.

Sobre este extremo, Millo ha llamado no obstante a superar "el viejo discurso de que lo mejor es lo que tiene el País Vasco", en referencia al concierto económico: "treinta años más tarde tenemos más conocimiento para definir modelos incluso más eficientes que este modelo". "Dejemos de mirar al pasado", ha abundado.

La propuesta de financiación de los populares se basa en el principio de la suficiencia financiera -que la cesta de impuestos en la que la Generalitat participa directamente sea suficiente para ejercer el autogobierno según el Estatut-, así como en la máxima de "encajar mejor el esfuerzo fiscal que hacemos los catalanes en el gasto territorial aplicado a Cataluña".

Los populares catalanes también apuestan por un "autonomismo diferencial", que consiste en que se busquen soluciones diferentes para el desarrollo de las distintas autonomías en función de su historia, lengua y cultura.

Para el PPC, el "autonomismo diferencial" que defienden es "mejor" para Cataluña que el federalismo "igualitario" porque este último modelo lo que hace es "igualar a todos y decir que todos deben tener el mismo tratamiento".

lunes, 23 de abril de 2012

Europa y España, dos crisis políticas en una

La opinión de Carlos Martínez Gorriarán en su blog. Un día es Esperanza Aguirre y al día siguiente José Bono, o algún foro o medio prestigioso como el Financial Times, quien da la voz de alarma sobre la insostenibilidad del Estado de las Autonomías. Sin embargo, no creo que nadie ecuánime (he dicho ecuánime) pueda negarnos a UPyD el mérito de haber diagnosticado los primeros, y con acierto y profundidad, la crisis política de la España de las Autonomías y su relación con la crisis económico-financiera que atravesamos (o está a punto de atravesarnos). Claro que, como dijo Octavio Paz a propósito del ostracismo que padeció por haber denunciado la dictadura castrista cuando la mayoría apoyaba la revolución cubana, si hay algo que no te perdonan es haber tenido razón antes de tiempo. Pero la política tiene esas cosas y habrá que asumir ese coste. Así que vamos a las cosas: estamos atrapados en una doble crisis que, como el bucle diabólico de las serpientes del Laocoonte, amenazan con asfixiarnos. Ya no sólo es el insostenible Estado de las Autonomías el que está en el candelero, sino también la Europa del euro, en parte debido a la incapacidad de España para resolver su crisis política, resolución que, por otra parte, requeriría de una política institucional y democrática europea inexistente. Pero, para exasperación de los aislacionistas que brotan como setas tras la lluvia en todas las crisis históricas, estamos más ligados que nunca a Europa como también la soberanía es algo más impotente que nunca. Repasemos cómo hemos llegado a este punto, porque comprender un embrollo es el primer paso para salir del mismo. Está fuera de toda duda que el peculiar desarrollo del Estado de las Autonomías –menos Estado común responsable y más Autonomía fiscalmente irresponsable- sólo podía financiarse con el boom económico ligado a la nefasta burbuja inmobiliaria. La colusión de intereses de Cajas de Ahorros controladas por las fuerzas vivas autonómicas y municipales con promotores inmobiliarios fue motor esencial del inflado de esa burbuja. Y también, lo que es peor, de que no se desinflara a tiempo. No se ha insistido lo suficiente en la gravedad de que el 51% del sistema financiero español (las Cajas) estuviera controlado por los mismos que decidían, con la peculiaridad de su irresponsabilidad fiscal, el 50% del gasto público español: el 36% de las Comunidades Autónomas y el 14% correspondiente a los ayuntamientos. Como estamos viendo, en caso de problemas era papá Estado y nos las adolescentes CCAA, desatadas en rivalizar por el inflado de sus narcisistas diferencias, quien respondería por el destrozo. Hispabonos, le llaman ahora a eso. La orgía de dinero fácil se basó en dos falacias muy caras: que las burbujas especulativas podían sustituir con ventaja a la economía competitiva (el “milagro español”), y que el ciclo de crédito barato internacional y doméstico no iba a tener fin. Todo ello empeorado por el negacionismo de la crisis ejemplificado por Zapatero y su gobierno, pero en el que participaron todos los grandes partidos, sindicatos, patronales, agencias de calificación y medios de comunicación. Las escasas Casandras en ejercicio que advertían del inminente final de la fiesta eran tratadas don desdén o simplemente ninguneadas; en UPyD lo sufrimos a fondo. La negligente y populista gestión política e institucional -¡ay, el Banco de España, puesto como modelo mundial de regulador bancario (de un sistema de los más sólidos del mundo, decían) mientras colaboraba en la orgía!- no hizo sino empeorar las cosas cuando las burbujas empezaron a desinflarse, a veces catastróficamente en el caso de la banca internacional. Bastaron dos años (2008-2010), los que fueron del superávit al déficit y del casi pleno empleo al paro desbocado, para demostrar que lo negado por casi todos era la pura verdad, a saber: que el Estado de las Autonomías era insostenible en caso de crisis económica, y que se convertiría en un factor de empeoramiento de la crisis en vez de ser un instrumento democrático para atajarla. Pese a las indignadas negaciones de los partidos grandes, y particularmente de los nacionalistas y paleoizquierdistas -¿quién recuerda ahora a ZP empeñado en sostener desde la tribuna del Congreso, contra Rosa Díez y apoyado por el PP, que las Autonomías eran la clave del progreso social y económico de España y un milagro igualitario?-, los impasibles mercados y observadores económicos internacionales pronto pusieron sus focos en las Comunidades Autónomas. O mejor, en lo único que les importa de ellas: su deuda. Las descubrieron tras horrorizarse con el estado financiero de las Cajas de Ahorro que éstas debían controlar. Siguiendo el hilo llegaron al ovillo: el problema era más político-administrativo que económico: la deuda pública de España era comparativamente reducida, pero la privada –garantizada también por el Estado- es descomunal, y de extensión y profundidad desconocida: la banca estaba pillada por su propia retórica del crecimiento ilimitado. Siendo cierto que la deuda española es una consecuencia de la crisis económica y no su causa, no es menos cierto sino más que tiene su causa en un Estado mal gobernado, elefantiásico, carente de transparencia y de controles públicos financieros eficaces, y con un reparto absurdo de competencias: el Estado que debe responder por las deudas de todos, el único con responsabilidad fiscal, sólo decide el 20% del gasto público y la inversión (y administra el 30% de la eficiente Seguridad Social). De modo que una crisis política nacida de un Estado inviable agravó los efectos de la crisis financiera internacional y de la burbuja inmobiliaria doméstica al revelarse incapaz de adoptar medidas de racionalización indispensables. Mientras el Estado recortaba su administración y sus gastos (por ejemplo, rebajando el sueldo a sus funcionarios), CCAA y Ayuntamientos seguían endeudándose sin dar cuentas a nadie, emitiendo “bonos patrióticos” cuando los prestamistas habituales rehusaron invertir en su deuda desconocida pero enorme, ocultando facturas impagadas, haciendo quebrar a empresas y autónomos con esa morosidad, y ampliando por motivos clientelares su ya mórbido séquito de entes públicos, la mayoría perfectamente prescindibles. Hay que repetir, hasta que todos lo entiendan, que los gobiernos de turno ya tenían y tienen instrumentos constitucionales para atajar esta deriva, controlar los presupuestos autonómicos y locales, eliminar duplicidades o administraciones superfluas (como las Diputaciones provinciales y los pequeños ayuntamientos estructuralmente deficitarios) y mejorar la gestión pública (capítulos de ahorro estimados por nosotros en unos 40.000 – 60.000 millones € anuales, cifra que todos repiten ahora sin citar la procedencia), pero no se hizo así, ni se quiere hacer, por una razón tan obvia como inconfesable, o mejor por dos: el enfrentamiento inevitable con los nacionalistas, considerados por PP y PSOE como sus socios naturales, y también con sus propios partidos, que han gobernado sus feudos autonómicos exactamente igual que aquéllos. Eso explica que la situación financiera calamitosa de muchas comunidades no distinga el color del partido que más tiempo las ha gobernado, sean PSOE, PP o CIU. Así como la crisis nace de un conjunto de malas políticas, son esas mismas las que ahora preservan de los recortes a ese Estado elefantiásico, mientras la podadera se emplea para los servicios públicos, educación, sanidad, defensa o I+D. ¿Y qué tienen que ver nuestras calamidades nacionales con la de la Europa del euro? Todo: si en vez de un club desigual y desorientado de egoístas Estados nacionales hubiera una verdadera unión política europea, una Europa federal con instituciones de gobierno económico bajo legitimación y control democrático, habrían quizá sucedido dos cosas imposibles hasta ahora. En primer lugar, una reacción contra la crisis a través de una política fiscal europea única, como única es la moneda, con un Presupuesto de la Unión que habría permitido traspasar recursos de las zonas con superávit a las deficitarias, del mismo modo en que en la fase anterior expansiva la periferia europea traspasó recursos al centro de la UE a través de sus importaciones. Es el funcionamiento habitual de un estado federal, como los Estados Unidos. Y en segundo lugar España se habría visto obligada, por su pertenencia a esa verdadera Unión Europea, a acabar con aquellos elementos del Estado de las Autonomías que lo hacen políticamente inestable e irracional, y financieramente insostenible. Habríamos tenido que acabar con las duplicidades y triplicidades, la gestión irresponsable y populista, el cáncer de los entes públicos incontrolados con el despilfarro, la opacidad y la corrupción que les son inmanentes. Nuestra democracia chirría desgarrada entre un sistema autonómico que ha vaciado de soberanía fiscal al Estado, y una Unión Europea que no es tal pero ha desprovisto a sus miembros de soberanía monetaria, sin compensarlos en casos de crisis. A esta UE que no es ni chicha ni limoná, como España considerada como Estado –ni centralista ni federal, sino todo lo contrario-, le es ahora indiferente si nuestra democracia se rige por normas constitucionales serias y es gobernada con buenas prácticas y sensatez, o todo lo contrario. Sólo le importa si podremos pagar la deuda contraída porque es el euro mismo el que estaría en juego en caso de quiebra. Terrible panorama, ciertamente: y sin embargo, una oportunidad histórica para que la UE se convierta en un verdadero Estado de nuevo tipo, y España deje de ser un chapucero work in progress encaminado hacia el fracaso como Estado.

domingo, 22 de abril de 2012

23 de abril: libros y la Rosa

Libros...



...y la Rosa.
UPyD Barcelona Rambla Santa Mónica, 6-8 Celebraremos el Día de Sant Jordi desde las 10 a las 20 horas.

Claridad

La clarividencia de El Roto.

sábado, 21 de abril de 2012

¿Queremos seguir siendo catalanes?

"Mantendremos el euro por receta". Eso dijo el jueves el portavoz del Govern demostrando nuevamente la realidad catalana. Es, pues, urgente que se nos consulte si queremos seguir siendo catalanes, es decir, si queremos seguir pagando las cosas dos veces. Arturo San Agustín en El Mundo.
Y añado. Al final la consulta popular no será sobre la independencia de Catalunya sobre España...será sobre la idoneidad de ser catalán y español o sólo español.

viernes, 20 de abril de 2012

Impulso Ciudadano denunciará al Consistorio de Barcelona por desacato

Noticia publicada en Intereconomia.com I
Impulso Ciudadano acusará al Ayuntamiento de prevaricación y desacato si no cumple las resoluciones judiciales. El Tribunal de Justicia de Cataluña fallará el 4 de mayo sobre los recursos contra el reglamento linguïstico. La plataforma Impulso Ciudadano actuará contra el Ayuntamiento de Barcelona si incumple la resolución del Tribunal Supremo (TS) que desestima el recurso presentado por el consistorio contra el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en el que suspendió cautelarmente siete artículos del Reglamento de Uso de la Lengua Catalana, recurrido en 2010 ante la máxima instancia judicial catalana por el Partido Popular (PP) e Impulso Ciudadano. El presidente de esta entidad, José Domingo, en declaraciones a Radio Intereconomía en Barcelona, ha calificado de “escandalosa” la actitud del ayuntamiento de la Ciudad Condal, que ya ha anunciado que no acatará la decisión del Supremo conocida esta semana, mientras espera que el TSJC se pronuncie sobre el fondo del asunto en una sentencia que se dictará el próximo 4 de mayo. Según el portavoz del consistorio barcelonés, Joaquim Forn, el reglamento municipal se ajusta al Estatuto de Autonomía y a la Ley de Política Lingüística de 1998. A juicio del presidente de Impulso Ciudadano, “no acatar las resoluciones judiciales es el mayor descrédito para una administración pública”. José Domingo ha avanzado que su entidad “denunciará al Ayuntamiento de Barcelona por desacato y prevaricación si no cumple la última resolución del Tribunal Supremo y la próxima sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña”, que decidirá sobre los recursos interpuestos por el PP e Impulso Ciudadano. Como medida cautelar el TSJC acordó suspender siete artículos del reglamento lingüístico del consistorio -normativa que regula la lengua utilizada tanto en las relaciones internas del personal del ayuntamiento, como las comunicaciones externas con los ciudadanos-. Los puntos que quedaron en suspenso se refieren a la obligatoriedad de que las actuaciones internas del ayuntamiento se hagan en catalán; al artículo que establece que las actas de las sesiones plenarias se redacten únicamente en catalán y el epígrafe que dispone que en las comunicaciones orales con los administrados el personal municipal debe emplear la lengua catalana, excepto cuando el ciudadano pida ser atendido en español. También han quedado suspendidos los artículos referidos a la rotulación exclusivamente en catalán y, en idéntico sentido, el relativo a los impresos, sellos de goma y expedición de documentos. Tras la suspensión cautelar de estos artículos, el Ayuntamiento de Barcelona recurrió ante el Tribunal Supremo el auto del TSJC que acordaba estas medidas. El fallo del TS, que es firme, avala la decisión de la más alta instancia judicial de Cataluña al establecer que “si no se adoptaba la medida cautelar de suspensión, la aplicación de la disposición general a lo largo de la posible duración del proceso podía hacer perder su finalidad legítima al recurso”, ya que no quedaban garantizados los derechos lingüísticos de los ciudadanos. El reglamento lingüístico del Ayuntamiento de Barcelona se aprobó en el Pleno municipal del 5 de febrero de 2010 y fue recurrido por Impulso Ciudadano en abril de ese mismo año por la vía contencioso-administrativa ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

jueves, 19 de abril de 2012

miércoles, 18 de abril de 2012

El Rey hace caso a UPyD

UPyD pidió las disculpas del Rey. Y así ha sido.




Definición de "Pinza" y "Contubernio" según PPSOE

martes, 17 de abril de 2012

Entrevista a Francisco Sosa Wagner

El castellano en la UOC.


La carta de un lector publicada en La Vanguardia.


Hace un tiempo pensé en finalizar mis estudios universitarios y, dado que ya tengo cierta edad y obligaciones familiares, pensé en utilizar los nuevos métodos a distancia. Llamé a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) para informarme. Una de las primeras preguntas que me hicieron fue si quería estudiar en catalán o en castellano. Dije castellano y me respondieron que cada crédito costaba 80 euros. Me quedé pensativo y pregunté ¿y en catalán?, me dijeron 30 euros. Luego pregunté si hay descuento para familias numerosas. Me dijeron que si es en catalán, del 50%, pero en castellano, no hay. Si hacemos números anuales, el coste del curso es de 4.800 euros en castellano y 900 en catalán. ¿Es esto igualdad de oportunidades? En el 2010 la UOC tenía 40.479 estudiantes inscritos. Si sólo el 50% estudia en catalán, el coste de esta subvención asciende a 61.437.000 euros. En tiempos de crisis, ¿es esto moral?

Alfonso Calzado Desvalls

lunes, 16 de abril de 2012

domingo, 15 de abril de 2012

El esperpento o los idus de abril


La opinión de Rosa Díez en su blog.


“Hecho grotesco o desatinado” es la primera acepción que da al término “esperpento” el diccionario de la Real Academia Española. Lo de los idus no hace falta que lo explique.

Viene esto a cuento de la noticia conocida ayer y de la que era protagonista el Rey de España, nuestro Jefe del Estado. La prudencia me aconsejó callar cuando supe que su majestad había sido sorprendido al haberse lesionado mientras estaba en Botsuana cazando elefantes. El sentido de la responsabilidad me lleva a pronunciarme hoy públicamente; la política se hace en la plaza pública y yo soy representante de los ciudadanos; por eso considero que debo compartir con todos ustedes mi reflexión respecto de un hecho que tiene interés político y tendrá, no me cabe duda, consecuencias políticas.

El Jefe del Estado no puede irse de cacería a África mientras el país se desangra como consecuencia de una triple crisis, la política, la económica y la social. No hay agenda privada ni invitación privada que no sea de interés público cuando estamos hablando del Jefe del Estado. El respeto a las instituciones que conforman el entramado constitucional –la Corona es una de ellas- nos obligan a ser estrictos a la hora de exigir al Rey un comportamiento responsable, acorde con la alta jerarquía que ostenta y con la situación del país al que representa.

Valle Inclán nos brindó la invención literaria del esperpento. Mayor esperpento es difícil de imaginar: el nieto mayor del Rey en el hospital (pobre niño, preocupado porque se enfadara el abuelo…); la Reina en Grecia para la Pascua Ortodoxa; el yerno imputado por delitos de corrupción política; la prima de riesgo por encima de cuatrocientos puntos; la bolsa cayendo en picado; las autoridades europeas desconfiando de nuestras cuentas, en país en claro riesgo de intervención… Y el Jefe del Estado de cacería en África con unos amigos.

No hay mayor esperpento que ver la comicidad en la tragedia. Trágico es para esta España dolorida que nuestro Jefe del Estado no parezca ser consciente de la gravedad de la situación y de lo inoportuno e inadecuado que resulta que parezca creer que tiene derecho a comportarse como si fuera un ciudadano corriente. No es ético, ni moral, ni responsable, ni respetuoso para con los ciudadanos lo que ha hecho el Rey.

Tampoco me han parecido muy edificantes las palabras del Príncipe Felipe tras visitar en la clínica a su padre el Rey: “Pronto estará renovado y contento…” Es “imparable”… A quien asume las funciones de Jefe de la Casa Real le es exigible un discurso más institucional, que compense siquiera un poco el despropósito protagonizado por su egregio padre.

Finalmente, desde el máximo respeto al orden constitucional, a todos sus símbolos y a todas sus instituciones, entre ellas la Corona, espero que Jefe del Estado pida disculpas a los españoles. Confío en que lo haga y de a los ciudadanos la oportunidad de recuperar la confianza en la institución. Ojalá sepa estar a la altura y la cosa se quede en el esperpento.

Palabra de Federica.


Leyendo la biografía de Federica Montseny que escribió en su día la actual diputada por UPyD, Irene Lozano, descubro una interesante anécdota. El 18 de noviembre de 1982, es decir, tres meses después de la victoria del PSOE, la anarquista Federica dijo: "Los socialistas no han tomado el poder, sino el poder a los socialistas". Una verdad que el tiempo se encargó de cristalizar, lo malo es que me temo que esta sentencia no sirve sólo para socialistas, me da miedo pensar que sirve para todo aquel que llega al poder.

sábado, 14 de abril de 2012

jueves, 12 de abril de 2012

El robo mas grande de la historia de Cataluña



El gegant


El gegant, quan parla, rugeix. Quan dóna la mà, estreny. Quan trepitja, esclafa. No és de mala fe, només de potència i envergadura. De tota manera, és cert que la inèrcia al voltant convida que el gegant acabi actuant de forma monstruosa. Normalment la seva raresa el margina i és fàcil que la ràbia o la tristesa l´indueixin a l´aïllament. Retirat, contempla un món que discorre alegrement sense ell i incuba el dolor que li causen els menyspreus.
Al cau es cou la fúria, els desitjos de revenja, la incomprensió. El gest es torna sever, la veu cavernosa, les maneres es perden -al cap i a la fi, no hi ha ningú a qui poder molestar-, i el gegant es va transformant en un ogre, un ésser desagradable i esquerp que té tot el que per a molts ha de tenir un monstre.


Només per a gegants, GABI MARTÍNEZ

miércoles, 11 de abril de 2012

"La Ley de Consultas de Cataluña está hecha para vulnerar la Constitución"

Pascua florida


La opinión de Antonio Gala en El Mundo.


Ni a mí ni a nadie positivo le interesa lo que diga ETA o lo que piense si es que piensa. Sólo interesa su disolución: ya ha dado bastantes motivos para no creer en ella ni en los que se presentan como portavoces. Y de la izquierda abertzale no cabe escuchar otra declaración que la de ETA desaparecida. Si no, es inútil que solicite un pacto democrático. Para todos ellos tal fin consiste en un hecho póstumo: los católicos piensan que el purgatorio se llega después de la muerte, para borrar cicatrices; para construir la paz en la inexistencia y el olvido (casi imposibles) de un pasado demasiado reciente. Meter al enemigo debe literalmente morir como enemigo. Y que uno de ellos resucite como aliado es improbable. Hay que crer en los hechos y en las largas realidades, no en propósitos de la enmienda que son flatus vocis. Las declaraciones pueden ser contradictorias o increíbles. La desaparición hay que demostrarla con una prolongada penitencia. Hay demasiada gente sufriendo la situación de hoy como para añadir desolaciones de ayer. Por el momento.

martes, 10 de abril de 2012

Con la que está cayendo...

El silencio de Rajoy


La opinión de Federico Jiménez Losantos en El Mundo.


¿Qué clase de embrujo padece el político de Pontevedra para no vender ni siquiera lo que ya estaba vendido? ¿Qué raro mecanismo suicida ha activado La Moncloa en su inquilino como para tenerlo contra la pared en sólo cien días? ¿Por qué los actos de Gobierno parecen huérfanos incluso del intérprete que transmite a los discapacitados el discurso de los diputados por la tele? ¿Por qué vuelve a oírse en el ámbito del centroderecha el no se deja ayudar, igual que en la segunda legislatura de Suárez o en el último año de Aznar?

Simiocracia

lunes, 9 de abril de 2012

El día de la patria vasca


La opinión de Rosa Díez en El Mundo.


Un año más los nacionalistas vascos han celebrado el día de su patria vasca. No lo han hecho juntos porque las ramificaciones de Batasuna se han ido a Pamplona para que nadie olvide que Navarra forma parte del lote. Pero desde Navarra y desde Euskadi han celebrado el día de la misma manera: reivindicando una sociedad uniforme, normalizada, en la que sólo tengan cabida quienes tienen la misma visión que ellos: sólo es vasco quien no es español; sólo es vasco quien quiere la independencia; sólo es vasco quien hace borrón y cuenta nueva de los crímenes de ETA. Por eso han celebrado el día de su patria.

Todo el entramado de los testaferros de ETA nos ha recordado que están más fuertes que nunca. Nos han recordado que el crimen sirvió para esto, para que se mezclen entre las gentes de bien y parezcan de los nuestros, de los que nunca amenazaron ni extorsionaron, de los que siempre defendieron la ley, de los que defendieron la sociedad plural, de los que defendieron que se les aplicase -también a ellos- unos derechos constitucionales que muchos de nosotros aún no habíamos disfrutado: el derecho a la vida, el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la libertad de movimiento… Ya están aquí, entre nosotros, reconocidos por el poder político, ostentándolo, ejerciendo el liderazgo de esa sociedad que han venido construyendo a golpe de socializar el terror y de asesinar a quienes no aceptaban ser normalizados… Sé que soy una ceniza por empeñarme en hablar de esas cosas que han sido proscritas por lo políticamente correcto; ya sé que es mejor hacer como que estamos muy contentos porque ya no nos matan; ya sé que no hay que llamar la atención sobre las soeces palabras del lehendakari vasco, que dice que hay gente en la cárcel (por Otegui) por cosas que hoy no tienen sentido…

«P.- ¿Qué opina de la sentencia sobre la doctrina Parot y las pendientes sobre Bateragune y la legalización de Sortu?

R.- El planteamiento no puede ser otro que el respeto a los tribunales, pero estoy seguro de que actuarán según la realidad y el nuevo tiempo que vivimos. Dicho esto, me gustaría que la izquierda abertzale tuviera una fuerza legal, para hacer legal lo que es real. Está gobernando en instituciones no poco importantes de este país. La sociedad vasca no entendería otra cosa, igual que le sorprenden sentencias que hacen que esté en la cárcel cierta gente por cosas que ya no tienen ningún sentido».

No quiero callarme ante tanta indignidad, ante tanta complicidad, ante tanta cobardía; no quiero dejar de señalar esta nube de cloroformo que se extiende sobre Euskadi y sobre el resto de España. Una nube densa, que tapa conciencias.

La nube de cloroformo propicia ese olvido que todo lo cura, que convierte en iguales a los que sufren y a los que infligen el dolor, a las víctimas y a los verdugos. Ese olvido imprescindible para que los enemigos de la democracia se muevan como pez en el agua dentro de las instituciones plurales que quieren destruir; ese olvido que reclama Günter Grass a los alemanes respecto del holocausto.

Esta misma nube de cloroformo ya la quiso extender Zapatero en su proceso de negociación con ETA; pero entonces soplaba demasiado viento y se hizo girones: las víctimas, los movimientos cívicos, algunos políticos huérfanos de partido, el PP (si, el PP también) movieron con fuerza los brazos y la nube dejó al descubierto toda la ignominia del pacto, toda la cesión democrática que se estaba tejiendo. A pesar de que había fiscales y jueces dispuestos a «mancharse la toga con el polvo del camino», sin niebla que adormeciera las conciencias y nos impidiera ver la descarnada realidad, no pudieron hacer pasar por héroes a los traidores, por víctimas a los verdugos, por democrático lo totalitario.

Pero ahora no corre ni un soplo de aire. Las huestes que fueron apostándose en la retaguardia con la ayuda de los que siempre creyeron -incluso mientras portaban féretros con los cadáveres de sus amigos asesinados por ETA- que los asesinos «tenían sus razones», han salido a la luz. Hoy esas huestes hambrientas de poder y de dominio ocupan instituciones y plazas públicas, mezclados entre nosotros, como si fueran uno más. Cuando uno de los suyos sale de la cárcel le bailan un aurresku de honor y le reciben como un héroe; en la calle llevan la cabeza alta, orgullosos de lo que son y de lo que hicieron, y nos exigen que olvidemos. Los que extienden el cloroformo le llaman a eso «un tiempo nuevo». Sí, es verdad que es un tiempo nuevo; es el tiempo en el que te marginan si sostienes que no hay ninguna obligación de perdonar y mucho menos de olvidar. Es el tiempo en que te miran mal si afirmas que ETA sigue existiendo y que mientras eso sea así sus testaferros no deberán estar en las instituciones ni ser tratados como demócratas. En este tiempo nuevo cualquiera se cree con derecho a descalificarte por exigir a este Gobierno lo mismo que se le exigía al anterior: mientras ETA exista, ni agua. En este tiempo nuevo te conviertes en una persona molesta si no eres capaz de entender que el «ahora somos Gobierno» justifica cualquier cambio de táctica en relación con ETA.

Bueno, que todo esto era para decirles que los amigos de ETA, los que comparten sus fines, los que han colaborado para que sus medios tengan éxito, los que no condenan ni condenaron ninguno de sus actos, están entre nosotros; era para decirles que están más chulos y ensoberbecidos que nunca; que nosotros estamos más callados, más humillados y más solos que nunca. ¿Que no todos nos sentimos así? Es verdad; es que el «nosotros» se ha hecho cada vez más pequeño. Hay mucha gente que ha salido de este «nosotros» para abrazar la causa de los ganadores.

Hace muchos años, cuando mis hijos eran pequeños, mi marido y yo hablamos de irnos de Euskadi. Nos planteamos si teníamos derecho a obligar a nuestros hijos a vivir en una sociedad objetivamente menos libre que la del resto de España. Llegamos a la conclusión de que precisamente porque teníamos hijos había que dar la batalla para que la sociedad vasca fuera normal, no normalizada; para que nuestros hijos fueran de mayores lo que quisieran, para que no tuvieran que asimilarse a ninguna ideología totalitaria si querían vivir en libertad. Y nos quedamos por eso. Nunca más volvimos a hablarlo y nunca pensamos irnos por miedo. Hoy que mis hijos son mayores y sé lo que sufrieron pienso en aquello y me pregunto si mereció la pena. Pienso que nunca me iré por miedo, pero que existe el riesgo de que nos terminemos yendo por asco hacia el dominio de los malos y por la incomprensión, cuando no el furor, de los que se dicen buenos. Repaso lo que ha sido nuestra vida y concluyo rápidamente que ha merecido la pena; y que seguirá mereciendo la pena mientras alcemos la voz y demos testimonio.

"Los intereses de Cataluña tienen que equilibrarse con los del resto de España"

Eurovegas

miércoles, 4 de abril de 2012

PSC y nacionalismo


La carta de un lector de El Periódico de Catalunya.


Para una persona que se identifica con el progresismo es muy decepcionante que el partido progresista de Catalunya que debería ser el PSC no tenga respuestas críticas hacia lo que representan el nacionalismo y el independentismo, la carga de intolerancia que tiene este pensamiento en un contexto europeo y español. Que la respuesta oficial al cambio estratégico de CDC, que pasa de un nacionalismo más o menos integrador a otro muy diferente, sea que este partido no es coherente si pacta con el PP es muy sorprendente. Esta podría ser la respuesta de un militante de CDC que quiere la independencia, pero no puede ser una respuesta progresista y crítica que va al fondo de la cuestión. Parece que en el PSC no han hecho una reflexión de lo que representa la cultura nacionalista del agravio y el enfrentamiento (sustancia de este pensamiento) que sufrimos continuamente desde los medios de comunicación (mayoritariamente nacionalistas) de Catalunya. Los que rechazamos cualquier nacionalismo que niega o enfrenta identidades estamos muy solos en Catalunya, y por eso creo que el PSC no está asumiendo sus responsabilidades.

Toni Berdié - (Barcelona)

martes, 3 de abril de 2012

Revocación de compromisos


La opinión de Ignacio Camacho en ABC.


"La subida de impuestos, la bajada del despido, las alzas tarifarias o la amnistía fiscal fueron denostadas con contundencia retórica por el presidente solo pocos meses antes de serlo. Muchos ciudadanos que lo votaron confiados en su transparente solvencia se sienten desconcertados ante esta rápida revocación de compromisos".

Europa Superstar

Tras el pop alegre de La Casa Azul encontramos en esta canción una realidad tan triste como real. Una canción agridulce del genial Guille Milkyway.


Pie en pared


La opinión de Joaquín Leguina en su blog.



A propósito de los pujos separatistas de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) defendidos y aprobados en su congreso de Reus (conviene recordar que fue lugar de nacimiento de un connotado y brillante liberal español, el general Prim), leo en un editorial de El País (27-III-2012) que “Todo esto no se corresponde con la fuerza burguesa y previsible, tranquila y responsable que CDC ha sido hasta ahora”.
“¿Previsible, tranquila y responsable?” ¿Quién ha inventado esta fábula? Ese “tranquilo” y “responsable” tan solo es uno de los muchos disfraces de los nacionalistas catalanes. Concretamente aquel que se suelen poner cuando se suben al puente aéreo para volar hacia Madrid, pero si alguien se tomara la molestia de analizar las ideas primigenias, sus derivas y disparates y su historia, apenas encontraría nada nuevo en estas declaraciones de los líderes de CDC. Ahí están el mismo victimismo de siempre y la caricatura de una España –la de “las aguas sucias que nos invaden”, en palabras de Oriol Pujol- culpable de todos los males que sufre Cataluña. Vamos, que “somos los más listos, los más altos, los más guapos, los más trabajadores y no volamos como las águilas porque nos lo impide Madrid”.
Tampoco es nuevo el silencio elocuente y culpable de los dos grandes partidos y también del Gobierno ante los despropósitos –todos ellos anticonstitucionales- de los dirigentes del CDC, comenzando por el –por ahora- más joven de la saga Pujol (¿pretenderán estos Pujol emular a los Kim de Corea del Norte?).
De “delirantes” ha calificado estas propuestas nacionalistas la señora Sánchez Camacho, pero su partido, el PP, sigue apoyando a CDC en Barcelona y busca el apoyo de CDC en Madrid. Y ahí está una de las claves de tanto disparate: el papel de charnela política que juegan en Las Cortes los nacionalismos periféricos. Por no hablar del desaguisado zapateril impulsando el nuevo Estatuto, que sólo ha servido para exacerbar las querencias independentistas de estos pavos.
Hace ya mucho tiempo que sonó la hora de poner pie en pared y de recordarle al nacionalismo que la Constitución está ahí para cumplirla y que nunca la podrán echar abajo ellos solitos sin que se monte la gorda en aplicación del artículo 2 de la misma.
¿Cuándo querrá la UE terminar con esta plaga del nacionalismo, cuya última masacre se llamó Yugoslavia? Bastaría para ello con un simple acuerdo como éste: “Aquel que fuerce la ruptura de las fronteras actuales quedará fuera de la Unión”.

lunes, 2 de abril de 2012

domingo, 1 de abril de 2012

La senyera hasta en la palma



"Les quatre barres" hasta en la sopa.