sábado, 31 de diciembre de 2011

75 años sin Unamuno


"Bolchevismo y fascismo son las dos formas -cóncava y convexa- de una misma y sola enfermedad mental colectiva".


Miguel de Unamuno

366 días para hacer posible lo necesario


Rosa Díez en su blog.


Acaba el año y se amontonan los buenos deseos para el que se va a iniciar. Pero antes de empezar la singladura de ese bisiesto que nos brindará un día más para trabajar, quiero repasar los momentos de este que se nos va, que agota la última hoja del calendario.

Me gustaría tener la memoria prodigiosa que envidio en mi querido amigo Santiago González, o esa disciplina que observo en Irene Lozano, que apunta cada día en su blog cuadriculado todas las cosas que se suceden ante nosotros. Pero como no dispongo ni de lo primero ni de lo segundo he de conformarme con recordar, deshilachadas, las cosas que más me han marcado a lo largo de este 2011 que toca a su fin.

En lo personal es fácil: ha nacido Luca, nuestro primer nieto. Nada mejor podía habernos sucedido. Un niño en casa es algo que debiera existir siempre. No hay quitapenas mayor; no hay manera más eficaz de aprender a relativizar las cosas de la vida; no hay nada más útil para recordar en cada momento lo vulnerables –y lo necesarios- que todos podemos ser. O sea, un año sobresaliente.

Y en lo político –que también es personal, naturalmente- tampoco me resulta difícil ponerle nota al año: notable alto. Dirán ustedes por qué no le pongo un sobresaliente a un año en el que hemos pasado de tener tres cargos electos (diputada nacional, diputado autonómico en el País Vasco y diputado Europeo) a tener casi doscientos sumando los concejales, la alcaldesa, los diputados autonómicos, los diputados nacionales y el diputado europeo. Bueno, no le pongo sobresaliente porque podemos y debemos seguir mejorando nota. Porque esto no es la meta, sino el camino; porque esto no es sino una etapa del viaje (a Itaca, o a donde cada cual quiera llegar) que estamos recorriendo y en el que cada vez nos acompaña más gente.

Como ocurre siempre en la vida cada tramo es un desafío. Hemos conseguido cosas que nadie esperaba de nosotros; hemos penetrado lugares recónditos de España, esos a los que sólo llegan los medios de comunicación tradicionales, vetados para un partido como el nuestro. Pero hemos conseguido que nuestra voz se escuchara porque cada uno de nuestros afiliados y simpatizantes ha sido protagonista del compromiso de regeneración democrática que la sociedad española necesita.

Cuando se escriba la historia real de este joven partido político se percibirá la importancia que han tenido en nuestro crecimiento y consolidación como partido los sueños y las esperanza de miles de personas anónimas que han tejido esta red de complicidades y afectos que hoy es UPyD. Sin esas mujeres que acudían de la mano de su nieto a un mitin -por primera vez en su vida-, y expresaban en alto que les habíamos devuelto la esperanza; sin esos chavales que se afiliaban al partido a principio de curso para hacer algo por la sociedad (con el mismo ánimo que quien se apunta a una ONG para salvar las ballenas, o que lucha contra el hambre en África) ; sin los centenares de voluntarios, de todas las edades, que han salido a la calle a repartir folletos con nuestras propuestas, que han chateado en Internet, que han retransmitido los actos, que han ido a las universidades, a los centros de trabajo, a las tertulias de amigos a hablar de política y de un partido diferente que tiene como eje de su acción política la libertad y la igualdad y que enarbola la bandera de la regeneración democrática, sin el entusiasmo diario de afiliados y simpatizantes…hoy no tendríamos Grupo Parlamentario en las Cortes; ni ocho Diputados en la Asamblea de Madrid; ni concejales por toda España…

Sin toda esa gente que trabaja de forma altruista en las distintas sedes, acompañando a los candidatos durante la campaña, trabajando en las propuestas una vez que esta a finalizado, componiendo los grupos de trabajo, contestando cada petición de información, cada duda que llega de los ciudadanos, hoy no seríamos una referencia para millones de españoles que están descubriendo que se puede hacer política de otra manera.

El año 2011 nos ha permitido compartir la alegría y celebrar los resultados electorales. Pero en los mejores momentos que este año me ha brindado no había cámaras, ni se generaban titulares; han sido esos momentos en los que alguien se ha acercado para decirme: “ánimo, sigue así”; “sois nuestra última esperanza”; “me habéis levantado del sofá”; “gracias, llevaba muchos años sin creer en nadie”; “felicidades, sigue luchando”; “mis hijos me han convencido de que os vote, que contento estoy de haberlo hecho…”; “menos mal que alguien dice lo mismo que yo pienso, creía que estaba tonta…”; “gracias por no insultar a nadie”; “hace mucho que un político no nos trata de usted y nosotros le tuteamos…”; “he vuelto a creer en la política…”… Todas esas sensaciones, toda esa emoción que no he podido compartir, si que ha sido mágica.

Mi padre me solía explicar, cuando yo era una adolescente y hablábamos de política –en aquellos años en los que la democracia era un sueño y la política un instrumento para conseguirlo— lo grande que era poder elegir a tus representantes; y la enorme responsabilidad que conllevaba ser elegido. Siempre insistía en lo segundo: “hija, nada más grave que defraudar la confianza”. Pienso en sus palabras cuando recuerdo las caras, el tono, la expresión, los ojos emocionados, las manos tendidas y cálidas de todas las personas con las que he hablado a lo largo de estos meses, de estos cuatro años. Y le prometo a mi padre, allá donde esté, que nunca olvidaré el honor y la responsabilidad que representa asumir este encargo.

También quiero recordar, en este fin de año, a todas las víctimas de ETA, particularmente a las que aún no conocen a los asesinos de sus seres queridos. También con ellas quiero comprometerme a no abandonar. Y quiero reconocer el sacrificio de todos aquellos ciudadanos dignos que siguen luchando desde Euskadi en defensa de la justicia y la dignidad. Muchos, con todo derecho, podrían haberse ido a otros lugares de España a vivir más cómodamente; y se han quedado aquí para seguir librando la batalla, haciendo suyas aquellas palabras de George Steiner: “Mi padre me dijo: si te vas a América será bueno para tu vida…Pero entonces Hitler habrá ganado”. Gracias por no desistir. Y doy gracias también a quienes nos protegen, a nuestros escudos, a quienes con su sacrificio y su trabajo bien hecho, tan poco reconocido, nos permiten vivir con más seguridad y más libertad.

En fin, que acaba el año pero sigue la tarea; la nuestra es defender la ciudadanía, el proyecto político más digno de ser atendido. Y, defendiendo la ciudadanía y la igualdad, defender la libertad. Termino con una cita de nuestro Fernando Savater:

“La libertad no se refiere a lo que queremos hacer sino a lo que podemos hacer. Para los griegos la libertad consistía en la negación de la esclavitud. La esclavitud es el problema de Andrómaca, mientras que el de Héctor se llama Aquiles o la muerte. Como bastantes otras, la reivindicación de la libertad fue femenina antes de hacerse globalmente humana”.

Pues eso: que gracias a todos por estar ahí. Y Feliz 2012.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Sin el español...


Hacer monolingües de una lengua minoritaria a hablantes de comunidades bilingües o proporcionarles un deficiente conocimiento de la lengua escrita, por no trabajar con ella en los textos escolares y relegarla a mera asignatura, equivale a restarles oportunidades de antemano, sin dejarles elección, por más que complazca a coleccionistas de especies endémicas o a extravagantes muñidores de hechos diferenciales. Como ha escrito Ángel López García, los nacionalistas "se equivocan cuando cifran casi todas sus complacencias en una "normalización" que tendría como resultado la pérdida de la plena competencia lingüística bilingüe de sus habitantes. No es el idioma español quien necesita a los hablantes de estos territorios, sino justamente al revés: sin el español, su proyección peninsular, primero, e internacional, después, resulta poco menos que irrealizable".

Lenguas en guerra, IRENE LOZANO.

Rubalcaba a rebufo de UPyD


http://www.lavozdegalicia.es/espana/2011/12/30/0003_201112G30P22991.htm

Y ahora resulta que Rubalcaba quiere dirigir un PSOE que diga lo mismo en toda España. Curiosamente lo mismo que ha defendido UPyD desde el primer momento, curiosamente lo mismo que decía Rubalcaba que no se podía hacer mientras tuviesen el poder en tantas Comunidades Autónomas. Es decir que se atreve a hacer esta promesa proque el PSOE se ha quedado en cuadro no porque se crea de verdad esa forma de actuar. De todos modos Rubalcaba debe entender que más importante que el mensaje unitario es el mensaje en sí. Es decir que al padre de la inmersión lingüística no hay que exigirle que defienda la inmersión lingüística en cualquier punto de España si no que no la defienda en ninguno.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Querían aprender y hablar castellano


Mientras en América la Corona española extendía su imperio de fe, en Europa se multiplicaba el prestigio, la utilidad y la necesidad de la lengua castellana. Las circunstancias políticas, históricas y sociales fueron facilitando su extensión como lengua de la Administración y lengua de cultura, que todos querían conocer y deseaban utilizar. Si en Portugal Camoens y el dramaturgo Gil Vicente escriben una parte considerable de su obra en castellano (incluso este último ensaya un híbrido que denomina "algarabía luso-hispana"), no puede soprender que suceda en la propia España. A lo largo de los siglos XVI y XVII los miembros de la nobleza catalana y de la burguesía incipiente querían aprender y hablar castellano, algo muy importante si se tiene en cuenta que los hábitos lingüísticos de las clases altas suelen marcar la pauta para el resto.


Lenguas en guerra, IRENE LOZANO

Staten Island


State Island es una isla republicana en una ciudad de mayoría demócrata como es Nueva York. Staten Island ha intentado independizarse de Nueva York en varias ocasiones desde 1980, porque la población se sentía ninguneada por la alcaldía de la ciudad. En 1993 se organizó incluso un referéndum en el que el 65 por ciento abogó por la separación, pero la asamblea del estado de Nueva York tumbó el resultado.
Una historia dedicada a todos los independentistas febriles que piden al año nuevo imposibles.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Un 40% de los asesinatos de ETA ha quedado impune


http://www.elmundo.es/elmundo/2011/12/27/espana/1324985834.html?a=f52ffec56560e9d2a9670e7100170721&t=1324988552&numero=

Tenemos el idioma


Para esa población rural catalanohablante, a la que se encomienda la custodia de las esencias ancestrales y cuya supuesta pureza espiritual se ensalza para mejor mantenerla dominada, los párrocos predican gustosos en las lenguas vernáculas. Con agrado y siendo felices a la vieja enseñanza del Pentecostés, se sumarían al nacionalismo representantes de la religión con frecuencia cultivadores de la filología catalana, como Antoni Griera o el sacerdote Antoni Alcover, autor del Diccionari Català-Balear-Valencià, que decía: "Pues claro que somos una nación. Tenemos todos los síntomas distintivos y el carácter. Tenemos el idioma".


Lenguas en guerra, IRENE LOZANO

martes, 27 de diciembre de 2011

El peligro de una sociedad que se cierra


Parte de la entrevista realizada en La Vanguardia a Inger Enkvist, hispanista, ensayista y pedagoga sueca.


¿Qué opina de la inmersión lingüística?
Que la educación no debería de ser una cuestión política. Catalunya debería permitir a la familia elegir entre el castellano y el catalán como lengua vehicular si lo que queremos priorizar es el dominio del lenguaje.

Cuénteme.
Lo más importante es que los niños tengan vocabulario y conocimientos, y para eso escuela y padres deben estar de acuerdo y fortalecer la lengua materna, así es más fácil aprender el otro idioma, pero como materia. En mi país se dan tres clases por semana en sueco y todo el mundo habla sueco. La lengua es un instrumento, no una meta.

Entiendo.
Entre mi universidad y la catalana había un acuerdo de intercambio de estudiantes, pero no quieren venir por la cuestión del idioma, ellos han estudiado español y quieren perfeccionarlo. Si una sociedad se cierra está quitándole oportunidades a sus jóvenes.

La débil imposición del castellano


La prueba definitiva de la débil imposición del castellano la dan hoy varios millones de hablantes de catalán, gallego y vasco. Nada parecido a lo que sucede en Francia, Gran Bretaña, Irlanda o Italia, donde las lenguas minoritarias, cuando no han quedado reducidas a dialectos familiares, se enseñan en la escuela como rarismos, a ratos sueltos.

Lenguas en guerra, IRENE LOZANO

lunes, 26 de diciembre de 2011

Y ahora resulta que quien roba en realidad es Catalunya.


Tanto repetir que "Espanya ens roba" y resulta que el alcalde de Barcelona, Xavier Trias ha denunciado que la Generalitat debe a su ayuntamiento 200 millones de euros. Claro que estos datos no se utilizarán como arma arrojadiza ni con sonrojante demagogia. El día que se abra el melón de las balanzas fiscales algún polluelo se aarrepentirá de haber piado tanto.

A la libre decisión de los ciudadanos


Cuando el federalista Valentí Almirall, autor de "Lo catalanisme", relaciona las ventajas para la región que puede tener el fomento del catalán, lo hace sin reivindicarla como lengua exclusiva: "la cooficialidad de nuestra lengua no debe perjudicar los derechos de ninguna otra y, en cambio, aportará ventajas a nuestra región y contribuirá al progreso general". Almirall intentó hacer del catalanismo la bandera de la izquierda, pero fracasó.
En el Congreso Federalista para la Constitución de un Estado Catalán (1883), la lengua sigue sin salir a colación, lo que hace decir a Vallverdú: "No parece aventurado concluir que preferían dejar la cuestión del uso de la lengua a la libre decisión de los ciudadanos".


Lenguas en guerra, IRENE LOZANO

Maestros


He aprendido el silencio a través del hablador; la tolerancia a través del intolerante; y la amabilidad a través del grosero. Por extraño que parezca, no estoy agradecido a estos maestros.

JALIL GIBRAN

sábado, 24 de diciembre de 2011

viernes, 23 de diciembre de 2011

Nada fluye


Probablemente nada fluye y todo tiembla.


Historia de las malas ideas, EDUARDO GIL BERA

UPyD: Regeneración democrática

Si lo llego a saber...


Si lo llego a saber, me hago relojero.

ALBERT EINSTEIN

jueves, 22 de diciembre de 2011

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Recortes en todo menos en embajadas y lengua


Noticia publicada en ABC.


La reducción del presupuesto de la Generalitat de 2012 apenas afecta a la partida destinada a promoción de la lengua catalana, 40,5 millones frente a los 40,7 millones que se gastaron en 2011. Esta cifra abarca la oferta de cursos, incremento de la presencia del catalán en el cine y, en general, mejorar la competencia lingüística oral y escrita y "promocionar acciones para la oficialidad del catalán en las instituciones europeas en el marco de las relaciones Estado-Generalitat e incrementar la presencia del catalán en el mundo".

Por otro lado, la acción exterior del gobierno autonómico, presidido por el nacionalista Artur Mas, pasa de 35 millones de euros a 26,9 millones de euros. En este capítulo se incluye el apoyo a las comunidades catalanas en el exterior con la finalidad de "defender los intereses catalanes ante la UE y el resto de actores internacionales". La partida contempla las controvertidas "embajadas" catalanas en el extranjero, que supondrán idéntico gasto que en 2011, un total de 1,1 millones de euros.

Los presupuestos del año próximo ascienden a 37.027 millones de euros -contando la Generalitat y todas sus empresas-, un 5,9 % un menos que los de 2011. La partida destinada a personal supone la cuarta parte del gasto, un 25,8% frente al 24,5% de 2011 -se pasa de 9.649 millones a 9.548 millones en 2012-, aunque esta cifra no incluye el impacto de los recortes anunciados en el ámbito del funcionariado y empleados públicos. Desciende, eso sí, el gasto en altos cargos y personal eventual, cuyo número baja a 523, aunque el gran decremento se produjo el año pasado, cuando se pasó de los 721 asesores heredados del ejecutivo tripartito a 549.

El debate de investidura según J.Losantos

Banalizar el perdón


La opinión de Martín Prieto en La Razón.


El único personaje del mundo etarra que pidió perdón por sus crímenes es un monje que profesa en un convento en Iparralde. Espantado de sus actos, no tuvo que hablar con nadie ni explicar nada para aliviar su contrición en una regla monástica. Decía Churchill que las condecoraciones nunca se piden, nunca se rechazan y nunca se exhiben. El perdón, que habita los esquinazos más recónditos de la conciencia humana, debería seguir el mismo protocolo. Mi casa de Buenos Aires está en el barrio del Abasto, donde nació Carlos Gardel, tomado por sinagogas y judíos ultraortodoxos, con sus sombreros, barbas, trencitas y ropones negros. Conversaba con mis vecinos sobre lo suyo por antonomasia, la Soah, y me explicaron que no esperaban ninguna satisfacción de los nazis ni nada tenían que perdonar quienes fueren limpios de corazón. Con el universo etarra nos hemos equivocado teológicamente exigiéndoles una petición de perdón a sus víctimas. El perdón se siente, no se solicita (gran escenario para farsantes e hipócritas) y el victimado está obligado a perdonar a su vez al ofensor. Tanta búsqueda del perdón universal conduce al último aquelarre del abertzalismo que, juntacadáveres, engloba a los asesinos, a los asesinados y hasta a las víctimas de eso que llamamos impropiamente «violencia de género». A este coro de cantamañanas sólo les ha faltado piar contra el maltrato animal y los perros abandonados. Todo es violencia, sí, especialmente algunos textos del radical-nacionalismo. Si en 30 años no hemos necesitado que nos perdonen la vida, no vamos ahora a agradecerles unas palabras de arrepentimiento sólo necesarias para ellos mismos y su lavatorio de sangre ajena. Ni los reinsertados como Soares Gamboa admiten estar arrepentidos. Para los encarcelados pedir perdón es la forma que tiene la llave de la celda.

Problema


No podemos resolver un problema pensando de la misma manera que cuando lo creamos.


ALBERT EINSTEIN

Un nuevo país


Lanza tus sueños al espacio como una cometa, nunca sabes lo que te van a traer: una nueva vida, un nuevo amigo, un nuevo amor, un nuevo país.


ANAÍS NIN

martes, 20 de diciembre de 2011

lunes, 19 de diciembre de 2011

Por mucho que cambie el PSC, él siempre está ahí


Pasan los años, el PSC cambia de líderes pero él siempre está ahí. Josep Maria Sala, condenado por Filesa que volvió a la Ejecutiva tras pasar por Can Brians, sigue ahí...

Nacionalismo pegajoso


El nacionalismo es tan pegajoso que no pocos furibundos antinacionalistas acaban interiorizando sus manías, como les pasaba a los jesuitas que pretendían convertir a los mandarines chinos al catolicismo y terminaban quemando incienso en el altar de los antepasados.



CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

Bombones de arsénico


La opinión de Victoria Prego en El Mundo.


Siempre hacen lo mismo los terroristas y quienes les secundan. Lo hacen con cada cambio de Gobierno: el lobo le enseña al recién llegado por debajo de la puerta la pata de cordero y espera a que el incauto del otro lado se trague el anzuelo y acabe cayendo en sus fauces. Cuando Zapatero ganó las elecciones en 2004 le enviaron al poco una carta en la que le decían que él estaba destinado a ser el Gran Pacificador de España. Sólo tenía que creerse que ETA estaba dispuesta a renunciar a las armas sin condiciones y que sus delegados en la vida política, Otegi y otros, eran en realidad unos apóstoles de la paz.

El presidente del Gobierno cayó en la trampa y así fue como, tragando y tragando y volviendo a tragar, llegamos hasta las conversaciones de Loyola en las que todas y cada una de las exigencias eternas de la banda terrorista fueron puestas sobre la mesa. Se negoció todo lo que ETA quería. Y claro que aquello fracasó: ni siquiera aquel Gobierno, tan bien dispuesto a ofrecer antes que a exigir, estaba capacitado para aceptar someterse al nivel del chantaje que se le requería.

Y ahora los proetarras están intentando dorar la píldora a los demócratas, especialmente al Gobierno del PP, un partido al que ni siquiera en la campaña electoral llegaron a acusar de lo que el PNV y hasta el PSOE le acusaron: de constituir una potencial amenaza para la paz. Ayer salieron con esta especie de pésame a los familiares de «todas las víctimas, sin excepción», en una declaración de intenciones que, si nos fijamos con detalle, es en realidad un bombón relleno de arsénico. Y lo es porque, entre tanta disposición de reparar el daño causado y tanta voluntad por «cicatrizar las heridas abiertas», se cuela la eterna versión que los terroristas y sus apoyos siguen dando de estos 50 años de asesinatos: la existencia en el País Vasco de un «conflicto político» que ha provocado un «conflicto armado». Nada nuevo, pues, bajo el sol. Aquí lo que hay es una estrategia distinta para cumplir un programa idéntico. Y ése es precisamente el peligro: que muchos no se van a fijar -o, por razones distintas, no se van a querer fijar- en lo que hay bajo la pata del cordero.

Unos no van a querer verlo porque están agotados. Otros no van a querer verlo porque necesitan justificar su desastrosa y fracasada apuesta por la negociación política con la banda. En el primer caso, el de los agotados, está la mayoría de la sociedad vasca que ya no desea otra cosa que ésta que empieza a tener ahora: tranquilidad. El mero hecho de que los terroristas no asesinen supone un mundo para quienes han vivido sometidos al miedo durante toda su vida. También es un mundo para los demás demócratas. En esto sí vamos ganando. En lo demás vamos perdiendo, y habrá que tener mucho cuidado para no llegar demasiado tarde a esta conclusión.

Y el riesgo ahora mismo es grande. Si, además de la instalación de la tranquilidad y la ausencia de miedo, los ciudadanos ven cómo los mismos individuos que hace nada amenazaban a cara descubierta a todo aquél que se enfrentara a la dictadura del terror empiezan ahora a decir que quieren reparar el dolor causado, es del todo comprensible que acepten de buena gana la mano tendida. Y pueden empezar a creer que, de verdad, los que hoy siguen negándose a condenar a ETA van aceptando su error y van entrando por la senda de la legalidad y la decencia política.

Lo que sucede es que esa simple esperanza en el ánimo de los demócratas resulta ser un paso gigantesco para la estrategia de los radicales. Les permite ablandar la resistencia y el rechazo de la opinión pública y, sobre todo, obtener una cierta mayor respetabilidad ante sus potenciales votantes en lo que es su gran objetivo, su máxima apuesta: las próximas elecciones autonómicas vascas.

Ésta es la cuestión: que estamos asistiendo a la exhibición de un buenismo insólito que busca prestigiar la opción proetarra ante los votantes vascos. Al mismo tiempo, se intenta colocar al Gobierno ante un duro dilema: rechazar la rama de olivo que se le tiende ante la vista de todos y convencer a quienes observan la escena de que eso que parece una rama de olivo es, en realidad, la mecha de una carga de dinamita política.

Nunca se vio, por ejemplo, una reacción tan angelical como la de Amaiur, un partido al que la Mesa del Congreso ha negado la posibilidad de formar grupo propio. Ninguno de los grupos parlamentarios que han pasado por la Cámara y se han visto perjudicados en sus intereses por decisiones de la Mesa se ha portado nunca así. «Lo que pasa es que el PP no se ha acostumbrado todavía al nuevo escenario vasco» vino a decir, comprensivo y bondadoso, el diputado Errekondo. Compárese eso con lo dicho por Rosa Díez en los días precedentes para comprender que en lo de Amaiur hay gato encerrado. «Es que ahora están dedicados al blanqueo de su mercancía», diagnostica un diputadovasco.

Ardua tarea, por tanto, la del nuevo Gobierno y la de su presidente, Mariano Rajoy, que mañana mismo va a empezar a fajarse en esta tarea. Porque mañana en el Congreso de los Diputados no sólo se va a hablar de economía. El PNV va a pedir con toda seguridad a Rajoy que haga realidad lo que las organizaciones de apoyo a los presos etarras dan ya por hecho: la excarcelación de los condenados por terrorismo. Y ya veremos si el PSOE no trata de amortizar en su favor el anuncio de la banda de renunciar a los asesinatos y no emplaza al nuevo presidente del Gobierno a no «estropear» lo logrado manteniendo posiciones de dureza que, dirán muchos, no harán sino proporcionar argumentos victimistas a los radicales y favorecer sus posiciones. «A partir de ahora va a haber mucho tonto útil que le va a facilitar el trabajo a esta gente» pronostica este diputado vasco.

El debate de investidura que empieza mañana será la primera ocasión en que se midan las dos interpretaciones de esta nueva estrategia política del mundo proetarra. Lo que ya se ha comprobado es que desde la izquierda próxima al PSOE se apuesta claramente por aceptar como regalo la mecha de la carga de dinamita política y colgarla en el balcón del Congreso como si fuera una auténtica rama de olivo. Detrás de esa posición está la esperanza de que, de verdad, los radicales estén avanzando hacia un escenario de paz y de concordia. Pero la experiencia demuestra que en este asunto resulta muy peligroso trabajar a base de deseos. Mejor será amarrarse firmemente a los hechos y actuar después de haberlos contrastado. No vaya a ser que después de las autonómicas vascas nos encontremos con un plan Ibarretxe en su versión más virulenta y con el respaldo, además, de una aplastante mayoría de votantes que se hayan tragado los bombones pensando que los buenos son los batasunos y los malos, los demás.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El campo de la razón y la argumentación


Las lenguas están hoy en la arena política, y ese no es, desde luego, el campo de la razón y la argumentación. En democracia, la verdad está supeditada a la supremacía numérica, es decir, a ganar elecciones, y para ello con frecuencia son más útiles las consignas que los razonamientos.


Lenguas en guerra, IRENE LOZANO

De nuevo un equipo español es el mejor del mundo.

De selecciones...



Y ahora de clubs.

Tribu alérgica a las verdades


Los nacionalistas y sus asociados han hecho luego grandes esfuerzos para tergiversar los hechos, aplaudiendo a quienes se niegan a moverse de sus prejuicios favorables al terrorismo y acusando en cambio de inmovilismo a quienes dieron pasos para romper con ETA arriesgando su vida, pero así van las cosas en esa tribu alérgica a las verdades más evidentes.


Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

sábado, 17 de diciembre de 2011

Cenizas desaparecidas en L´Hospitalet de Llobregat

La opinión de una lectora hospitalense en El Periódico de Catalunya.


Desde hace 11 meses, el día 6 de cada mes mis hermanas y yo vamos al cementerio de L´Hospitalet a ponerle flores a un columnario donde están las cenizas de mi madre. La sorpresa fue cuando llegamos y allí no había nada. Nos habían avisado de que iban a hacer obras, pero que no nos causarían ninguna molestia. Fuimos a preguntar dónde estaban las cenizas y la respuesta fue que no lo sabían, y que la persona responsable no volvería hasta dentro de seis días. Así que nos quedamos con el disgusto y las flores en la mano. Lo peor es que no nos dieron ninguna explicación, ni cuándo podíamos volver. Para ellos solo son unas cenizas más, pero para nosotras, no. El próximo día 6 hará un año de su muerte y tenemos todo el derecho a poder ponerle flores.


Anna Capdevila Aguilera
L´Hospitalet de Llobregat

La injusta Ley electoral

viernes, 16 de diciembre de 2011

¡Feliz 2012!

Ética. estética y política en sede parlamentaria



La opinión de Carlos Martínez Gorriarán en su blog.


Seguramente muchos lectores conocerán ese vademécum paródico de la política que es la genial película de Monty Python llamada La Vida de Brian. Acaba con una escena redonda en la que un grupo de patriotas judíos aparecen para liberar a un grupo de crucificados por los pérfidos romanos. Son la última esperanza de los supliciados y los romanos, cuando les ven llegar, echan a correr abandonando el campo. Pero, sin embargo, los guerrilleros del Frente del Pueblo Judaico sacan sus espadas y se suicidan para demostrar su voluntad de resistencia indomable al invasor romano, desentendiéndose de los condenados a la cruz. Aquí tienen la escena.

Con esta brillante parodia los irreverentes cómicos británicos se desternillaban de esos hiperidealistas de la política revolucionaria que, en el nombre de la ética más inmarcesible, se condenan a sí mismos al suicidio porque cualquier otra acción sería incompatible con su principio fundamentalista de no aceptar ningún tipo de contaminación política. Incluso la liberación de los crucificados podría conducir a enojosos compromisos que los kamikazes del Frente del Pueblo Judaico eludían con elegancia inmolándose para que sus “principios” permanecieran al margen de cualquier peligro de transacción.

En otro orden más serio de reflexiones, Max Weber desarrolló su famosa distinción entre la ética de los principios y de la responsabilidad: ambas son elecciones éticas a las que no sólo los políticos, sino cualquier persona que toma decisiones –desde ejecutivos de empresas a padres de familia que educan a sus hijos-, se enfrenta a menudo: elegir entre una actuación responsable, y por tanto atenta a las consecuencias de su elección, u optar por los principios desentendiéndose de éstas. Lo más perspicaz del análisis de Weber es dejar sentado que ambas opciones son impecablemente éticas, sólo que una se preocupa de las consecuencias y la otra sólo de los principios en juego. Esto puede chocar, pero desarrollando el análisis weberiano es fácil darse cuenta de que hay problemas asociados a la acción y a la elección que van más allá de la ética. O por decirlo de otro modo: no todo comienza y acaba en la ética. Percatarse de esto no es precisamente inmoral, sino el marco axiológico y pragmático que da verdadero significado a las convicciones éticas. Por ejemplo, que las convicciones éticas no pueden ser coartadas para la pasividad ante el mal (lo que se ha venido a llamar “buenismo”). Esto tiene importantes consecuencias políticas, pero parémonos antes un momento en la estética.

Ética y estética son conceptos o nociones emparentadas, pero diferentes. Lo malo es que hay cierta confusión posmoderna al respecto y es corriente encontrar personas que confunden ambas: consideran inmoral o no ético lo que rechazan por razones estéticas. Por ejemplo, que UPyD se haya asociado de modo instrumental con el FAC para asegurar el Grupo Parlamentario que el PP pretendía negarnos para, con la excusa de la “igualdad de trato”, negárselo a Amaiur (o lo contrario, que era algo perfectamente posible y muy verosímil). Personas que, como no les gusta nada la imagen del FAC, no quieren aparecer asociados en modo alguno con ese partido. Consideran que eso contamina los principios de quien lo haga, como si la asociación contaminara de modo automático y privara de ética a los asociados. Si fuera así, todos los diputados del Congreso estaríamos contaminados en nuestros principios por los principios rivales de los demás diputados con los que estamos voluntariamente asociados en el Parlamento (no por “imperativo legal”, como dicen los fariseos nacionalistas, sino porque nos da la gana y nos han elegido para hacerlo). Si un diputado no puede asociarse con otro cuyas ideas o identidad parezcan “feas”, olvidémonos del parlamentarismo y, de rebote, de la democracia. Como eso no es deseable, hagamos más bien otra cosa: dejemos de contaminar la ética con prejuicios estéticos. Es aconsejable leer a Kant para esto, porque dejó sentada la máxima ética de que no es legítimo usar al otro como un medio: debemos ver a los demás seres humanos como fines autónomos, no como instrumentos para los nuestros privados. Así que dejemos de reducir la política a la ética, porque es otra cosa. Vamos a eso.

La política tiene sin duda exigencias éticas y base ética, pues sin reflexión moral es muy difícil desarrollar una política entendida como “cosa pública” e interés general. Es decir, la clase de política que en general llamamos democracia. Porque la democracia parte del principio de que la comunidad política está formada por iguales, pero esa idea sólo tiene sentido a partir de una ética de la igualdad de o entre ciertas personas (o todas). Lo que los griegos llamaban hómoioi q formaban el demos de una polis. Para esto, nada como Aristóteles y su idea de que la naturaleza humana integral es inseparable de su pertenencia a una comunidad política como zóon politikon (animal político, sin ironía alguna), con el debido fundamento lógico de la idea ético-política de igualdad. El mismo Aristóteles distinguió magistralmente el ámbito de la ética del de la política: emparentadas, pero distintas (como la ética y la estética).

A diferencia de la ética, que ante todo pertenece al ámbito personal del yo, la política es el ámbito del nosotros, la cosa de todos o Res publica de los romanos. La política busca soluciones para asuntos a los que la ética no llega (y viceversa). Reducir la política a decisiones meramente éticas (o aparentemente éticas) es un error comparable a confundir, por ejemplo, la ciencia con la tecnología o la nutrición con la gastronomía. Ni hacer telescopios es astronomía, aunque hagan falta para hacerla, ni la proporción de lípidos aconsejable es una receta de cocina. Sólo cuando se ignora esta diferencia de niveles o ámbitos se llega a la conclusión de que acciones indispensables en política, tales como pactar, acordar o negociar, y no sólo con los iguales a ti en ideas sino con los rivales, son acciones “carentes de ética”. O si se rechaza que hay una ética de los principios y una ética de las consecuencias o de la responsabilidad en relación conflictiva.

Empeñarse en hacer una política reducida a gestos éticos –o que parezcan que lo son, siendo más bien estéticos- es condenarse a la irresponsabilidad y a la parálisis. No, estamos en política para hacer política, es decir, para hacer progresar nuestro proyecto político contra viento y marea. Y eso exige hacer cosas tan políticas como maniobrar, acordar, prever, negociar, calcular y tener sentido de la oportunidad (que sólo un moralista apolítico consideraría oportunismo), o comerte un sapo de vez en cuando como el que nos ha servido el PP con su indecente equiparacion burocrática de UPyD y Amaiur. Para hacer política con mayúscula en el Congreso, UPyD ha tenido que asociar temporalmente a un diputado (tan diputado como nosotros) del FAC, un partido con el que tenemos tan poco que ver como con los demás del Congreso. Quien rechace esta asociación por “falta de coherencia” o “inmoralidad” estará confundiendo estética con ética, y ésta con política, o sencillamente desea que fracase nuestro proyecto político.

Coda final: a Churchill, fervoroso anticomunista, le reprocharon durante la guerra mundial la alianza con Stalin y los discursos a favor del pueblo ruso y la resistencia soviética. Sus detractores decían que eso era incoherente, traición a sus principios y cosas peores. Churchill respondió asegurando que si Hitler invadiera el infierno él haría un discurso en los Comunes a favor del diablo. De eso se trata, exactamente.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Del balonmano al Congreso

Mikel Errekondo fue un estupendo jugador de balonmano que llegó a jugar con la selección española 9 veces. Han pasado los años y aquel joven deportista se ha convertido en Portavoz de Amaiur.



Tras la fría reunión que ha tenido con el Rey no me he podido resistir a poner una foto con su yerno, Iñaki Urdangarin... Lo que es la vida.

"El PP ha decido tratar a UPyD como a AMAIUR"

#18D o el origen de todos los males


La opinión de Irene Lozano en El Confidencial.


Como empiezo hoy a escribir en este periódico digital, me presento: soy diputada nacional del cuarto partido político más votado de España, pero me senté el martes en el hemiciclo compartiendo siglas con tan sólo cuatro diputados más. El gusto es mío.

También podría presentarme de este otro modo: no pertenezco sólo al grupo de cinco diputados nacionales de UPyD, sino al de 1.143.225 ciudadanos penalizados el 20N por una Ley Electoral injusta. ¿Que no quieres caldo? Pues tómate la segunda taza del reglamento del Congreso: no hay grupo. Es un placer.

Si tuviera entre las manos un machete me verían ustedes arrancando la mala hierba de la legislación electoral donde el duopolio PP-PSOE pasta con placidez. Pero como tengo los dedos sobre un teclado, en lugar de podar, escribo. Aunque la mala hierba nutre en términos absolutos al duopolio, también otorga un inmenso poder relativo a los nacionalistas. En este nuevo Congreso, el PP disfruta de una mayoría absoluta de escaños, pese a no haber obtenido ni la mitad del voto popular; CiU, que no llegó al millón de votantes, ya se ha visto recompensada con su presencia en la Mesa; y así podría escribir una nutrida lista de comparaciones. Muy odiosas, sí.

La añeja injusticia de la Ley Electoral adquiere un carácter sangrante en este nuevo Congreso, porque muestra de forma palmaria que el edificio de normas, reglamentos y jurisprudencia está mal construido. Y paradójicamente beneficia, por un lado, a quienes querrían mantenerlo intacto para preservar su trama de intereses bipartidistas, y por el otro, a quienes quieren demolerlo en beneficio de su nacioncita. Para quienes deseamos su reforma en aras de una mayor representatividad y proporcionalidad, esa abstracción que llamamos “el legislador” se ha convertido en el estrangulador: primero te ahoga y, cuando te ha dejado con un hilo de voz, explica que tu balbuceo es apenas audible.

Como el duopolio y los nacionalistas no desisten de alimentarse con mala hierba, los ciudadanos se han puesto a desbrozar. En medio de una gravísima crisis económica y con cinco millones de parados, la primera manifestación masiva de la legislatura se va a celebrar contra la Ley Electoral, este domingo. Tengo para mí que los ciudadanos han comprendido cómo se entrelazan todas las crisis: la económica, la política, la institucional y la de valores. Y al final, todos los caminos conducen a un sistema electoral anticuado y maltrecho, basado en la provincia decimonónica y en el ingenio de un señor apellidado d’Hondt, que juzgaba peligroso el pluralismo político.

Póker de cargos, dinero, coches y asesores

Ya hemos visto lo que da de sí la alternancia de los cesantes: consiste en esperar que los ciclos políticos –y no la buena gestión- otorguen hegemonías, en contrarrestar la presencia de corruptos en las listas con apelaciones al voto útil; en barajar ese maravilloso mazo que te regala el póker de cargos, dinero, coches y asesores cada ocho años, porque juegas con las cartas marcadas.

UPyD lleva cuatro años pidiendo un cambio en la Ley Electoral. El 15M también elevó esa reclamación a bandera de sus protestas. Ahora, este 18D, los ciudadanos se han citado para manifestarse otra vez por ese cambio necesario. Creo tan vital la autoorganización de la sociedad civil, que me congratula la decisión de UPyD de no ser uno de los convocantes. Y me alegro en la misma medida de anunciar que estaré en esa manifestación, en calidad de diputada, votante, ciudadana política en suma, que es lo que somos todos.

Le recordaremos al duopolio la gran frase de Chesterton: “Nunca tendrá ni rastro de autoridad quien sólo tenga el poder de hacer algo y no el derecho de hacerlo”. Les diremos al PP y al PSOE que carecen de autoridad: que su ley electoral les otorga a perpetuidad el poder de no cambiar la ley electoral, pero el derecho se les acabó hace mucho tiempo.

Lengua común y excluida


La lengua común es tan necesaria para que haya una democracia funcional como el sufragio universal y la igualdad jurídica. La libertad y la igualdad son imaginarias, carentes de contenido, si se imponen barreras lingüísticas cuyo fin sea, precisamente, marginar a ciertos ciudadanos menos duchos en la lengua del poder, o también impedir que la lengua habitual de la mayoría quede excluida por decreto de las instituciones públicas.

Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La muda de una serpiente



El pensamiento dibujado de El Roto en El País.

Dando la mano al nacionalismo



Una vez que ha finalizado la constitución de la Cámara, lo primero que ha hecho Rajoy ha sido reunirse con Duran i Lleida. Ni con una mayoría absoluta se quitan el complejo de regalar concesiones al nacionalismo.

martes, 13 de diciembre de 2011

Contrato con España


Hoy 616 parlamentarios del Congreso y del Senado juran sus cargos, y estaría bien que todos ellos firmasen un "Contrato con España". Todos los que, se supone, van a representar a los españoles, deberían dejar por escrito que trabajarán por todos los españoles. Todos los que busquen medrar o solo estén dispuestos a trabajar por un trocito de España, que se queden en su casa o en su región.

Para todos sus ciudadanos...


Hay una razón de fondo mucho más poderosa, aunque no esté de moda en España. Es la misma que adoptaron los revolucionarios franceses para convertir la Francia del antiguo régimen, un mosaico de territorios con regímenes jurídicos y administrativos diferentes, y con lenguas o dialectos distintos, en una República unida, capaz de vencer a sus muchos enemigos. A saber: una comunidad política democrática o republicana necesita una lengua común de y para todos sus ciudadanos.


Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

lunes, 12 de diciembre de 2011

Otro desahucio parado en L´Hospitalet de Llobregat




Gracias a la solidaridad de los vecinos hospitalenses esta mañana se ha parado un desahucio en la Calle Jardín. Próxima cita el jueves a partir de las 8 de la mañana en el número 7 de la Calle Llançà.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Iguales ante la ley


La opinión de Rosa Díez en su blog.


Hemos explicado en numerosas ocasiones los efectos perniciosos sobre la democracia de una Ley Electoral que consagra la desigualdad del voto entre los ciudadanos. La ley actual, cuyos antecedentes hay que situar en las postrimerías del franquismo, no sólo es injusta por los efectos que provoca a la hora de atribuir representantes a los distintos partidos políticos. Es sobre todo injusta porque vulnera un principio democrático básico: que los ciudadanos han de ser tratados por las leyes en condiciones de igualdad. Y nada más contradictorio con ese principio que un sistema electoral que se rige por un principio que devalúa el voto de todo ciudadano que comete la osadía de elegir las candidaturas de un partido político que no es ni PP ni PSOE ni nacionalista.

Es por eso que para UPyD la reforma de la Ley Electoral es una asignatura pendiente de la democracia. Esta semana se constituirán las Cortes, se elegirá la Mesa, prometeremos o juraremos nuestros cargos como Diputados y la X Legislatura iniciará su trabajo. Nuestro partido presentará inmediatamente una serie de iniciativas que tienen que ver con las tres áreas troncales de nuestro compromiso con los ciudadanos: regeneración democrática, políticas económicas y políticas sociales para garantizar la cohesión y la equidad entre todos los españoles.

Pero antes de empezar tendremos que afrontar y vencer un nuevo escollo: la constitución del Grupo Parlamentario de UPyD. Para que todo el mundo lo entienda, la diferencia entre tener grupo propio o formar parte del Mixto radica en la capacidad y autonomía de trabajo que te da una opción u otra. A la hora de presentar y defender iniciativas los grupos tienen su propio cupo; dentro del Mixto (que tiene un cupo) hay que repartirse a su vez ese turno ente los partidos que lo componen; así que dependiendo del número de diputados que formen parte del Mixto te puede tocar defender una iniciativa legislativa en un periodo de sesiones, o en uno y medio, o en dos… según. O interpelar al Gobierno. O intervenir en el Pleno… O sea, el Grupo Parlamentario es un instrumento de trabajo para defender en mejores condiciones el proyecto que una opción política representa en la Cámara. Es un instrumento al servicio de los ciudadanos, para cumplir la tarea que nos han encomendado, aquella por y para la que somos diputados.

Si nos quitan ese instrumento, si no nos reconocen el derecho (un millón ciento cuarenta y tres mil doscientos veinticinco votos, ciento cincuenta mil más que CIU, casi cuatro veces más que el PNV…) estarán castigando dos veces a quienes tuvieron la osadía de votar el proyecto y las candidaturas de UPyD. Si no nos reconocen ese derecho (habiendo, como hay, todo tipo de precedentes en los treinta años de democracia y de aplicación del Reglamento de la Cámara) nos estarían penalizando dos veces: la primera con la Ley Electoral; la segunda con una interpretación del Reglamento hecha ex profeso para privarnos de un instrumento fundamental para el desarrollo de nuestra tarea. Sería como condenarnos dos veces (a nosotros y sobre todo a los ciudadanos que nos votaron) por el mismo “delito”: haber elegido votar a un partido nacional que no es ni PSOE ni PP.

El Reglamento de la Cámara no tiene otro objeto que dar a los diputados instrumentos para desarrollar su tarea en condiciones de igualdad con sus correligionarios. Facilitar el trabajo de los diputados es responder al mandato constitucional de garantizar y facilitar la tarea de representación política de los cargos electos. No podría entender que la mayoría de la Mesa, el Partido Popular, obstaculizara el trabajo de un partido político que ha sido colocado por los ciudadanos como la cuarta fuerza política en número de votos. No podría entender que se constituyeran, a la vez, grupos parlamentarios con poco más de trescientos mil votos, poco más de la cuarta parte de los que tiene UPyD. Y menos aún podría entender que alguien quisiera utilizar la situación de Amaiur (que tendrá grupo, sí o sí, pues le basta con formarlo los seis del País Vasco, que tienen más del quince por ciento y sumar a partir de enero, nuevo periodo de sesiones, al séptimo electo por Navarra que pasaría unos días en el Mixto) para aplicar a UPyD la lectura más estricta y literal del reglamento, sin tener en cuenta ni los reiterados precedentes ni el espíritu y objetivo de la Ley.

En fin, que falta poco para saber cómo actuará la nueva mayoría. Espero que lo haga aplicando la ley en coherencia con su espíritu y con el objetivo constitucional de garantizar la igualdad a la hora de elegir y ser elegidos, y que corrija con la aplicación del Reglamento la penalización que la Ley Electoral ha inflingido a UPyD y a sus votantes. Será lo legal y será lo justo.

Veremos. En todo caso, sepan nuestros votantes que no renunciaremos a nuestro derecho a representarles en las mejores condiciones.

Hace 24 años...

Derecho universal


Pues el catalanismo no estaba de ningún modo dispuesto a respetar ese derecho universal a la escolarización en lengua materna de los castellanohablantes. Estaba en contra del bilingüismo porque lo juzgaba negativo para la supervivencia del catalán, pero sobre todo porque era inadecuado para romper con la comunidad política española e imponer la nacionalista catalana, que es de lo que se trataba. Así que los hijos de emigrantes o de burgueses catalanes de habla materna castellana fueron obligados -más los primeros, dependientes de la enseñanza pública- a renunciar de grado o por fuerza al hasta hacía poco sagrado derecho a la escolarización en lengua materna, suprimido en nombre del superior derecho colectivo del catalán a regir todos los aspectos de la vida pública, e incluso privada, de los catalanes. Naturalmente, como las lenguas no tienen derechos de ninguna clase, ni tampoco obligación, los afectados fueron los derechos y obligaciones de los habitantes del antiguo Principado.

Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

sábado, 10 de diciembre de 2011

Manita



Para enseñar la manita no hace falta enseñar los 5 dedos, con 3 también es manita.

Paz Vs Odio


Tanto los nacionalistas como la Iglesia, parte de la izquierda y algunos pacifistas han comparado la situación vasca con la del Ulster, sobre todo para recomendar una estrategia de negociación pacificadora semejante a la impuesta allí por los gobiernos de Irlanda y del Reino Unido. Pero los partidarios de sentar paralelismos y lineas convergentes entre los casos vasco y norirlandés a menudo dejan de lado una de las diferencias más cruciales: que las víctimas de ETA nunca han promovido una respuesta violenta contra la comunidad nacionalista.


Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRRIARÁN

viernes, 9 de diciembre de 2011

Dedicado a los que confían en Amaiur

Las ocho mil Españas


La opinión de José Antonio Martín Pallín en El País.


Un reportaje de este periódico sobre la fragmentación municipal ha puesto de manifiesto que los integristas unitarios que repudian las señas de identidad de determinadas nacionalidades, fundamentalmente las de Cataluña y Euskadi, defienden numantinamente los vínculos emocionales con su pueblo natal negándose a reconsiderar la disparatada división de España en 8.114 municipios.

Los expertos en Derecho Administrativo señalan que nos enfrentamos a una realidad absolutamente irracional, ineficaz y costosa. No alcanzo a comprender cómo se puede hacer ostentación del rechazo a los signos identitarios de las nacionalidades y, al mismo tiempo, considerar intocables sus fragmentados territorios municipales. La consecuencia lógica es que el bienestar está insatisfactoriamente cubierto por entidades municipales atomizadas y con arcas paupérrimas, que frustran la gestión racional del territorio y el bien vivir de sus habitantes.

Cuando se plantea la necesidad, más acuciante en tiempos de crisis, de agrupar municipios para mejorar sus prestaciones, no entiendo a los dirigentes políticos que declaran públicamente que plantear la supresión de municipios "es ofender a los ciudadanos y crear problemas". Admito que la tarea es problemática, pero de ninguna manera puede constituir una ofensa para los ciudadanos afectados. Otros políticos despachan la cuestión acudiendo a metáforas inmovilistas demasiado manidas: sería abrir un melón de consecuencias imprevisibles.

En una sociedad democrática los políticos deben afrontar los problemas en lugar de eludirlos y dilatarlos eternamente.

En el reportaje al que me refería al principio, un profesor de Derecho Administrativo manifestaba: "Evidentemente, sobran municipios. Es imposible que municipios con 80 personas o menos puedan prestar servicios de calidad". No obstante, reconocemos que se necesita una fuerte voluntad política y que es posible que resulten afectados sentimientos y nostalgias.

En el trabajo periodístico se citaba un caso que podría figurar en el imaginario de una España berlanguiana. La alcaldesa de un pequeño pueblo estaba orgullosa de haberse independizado de otro, no mucho más extenso, porque este empleaba los impuestos en su territorio. Conseguida la secesión, presumía de tener su propio pabellón deportivo y su biblioteca municipal. ¿Era imposible compartir ambas instalaciones? No me parece una buena política colocar un pabellón deportivo al lado de cada encina.

Los pequeños Ayuntamientos manejan competencias y prestaciones que deben plantearse desde una perspectiva supramunicipal, como la planificación urbanística. Por encima de la autonomía municipal está la ordenación del territorio. Se trata de un interés general que potencia el Derecho Administrativo y protege el Derecho Penal. La Ley de Bases de Régimen Local confiere al Estado la potestad de "establecer medidas que tiendan a fomentar la fusión de municipios con el fin de mejorar la capacidad de gestión de los asuntos públicos locales".

En el súmmum del surrealismo, el alcalde de San Sebastián de los Reyes ha llegado a afirmar que Alcobendas tiene una cultura diferente, por lo que carece de sentido hablar de unificación. Interesante trabajo para un sociólogo: encontrar los rasgos diferenciales entre los habitantes de estas dos localidades.

Las consecuencias colaterales de esta fragmentación no pueden ser ignoradas. Los ciudadanos españoles deben saber que en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior están inscritos más de 1.000 formaciones a la espera de las elecciones municipales. Solo pretenden obtener un puesto para negociar su voto con el partido que lo necesite, a cambio de la Concejalía de Urbanismo. Las bases de la corrupción urbanística están servidas.

La autonomía municipal en materia urbanística es nefasta y destructiva. Atenta contra el desarrollo sostenible y olvida que lo prioritario es la ordenación racional del territorio. Desde la perspectiva medioambiental resulta insostenible. Si se han creado mancomunidades para gestionar las basuras y residuos, ¿por qué no unificar y concentrar toda la actividad municipal de forma más eficiente y rentable?

La fragmentación municipal genera una innecesaria proliferación de cargos técnicos y de personal administrativo. Apelar a los sentimientos identitarios y esgrimir que afrontar la irracionalidad crearía problemas, es tanto como renunciar a la política democrática. La Constitución exige a los poderes públicos la promoción de las condiciones favorables para el progreso social y económico que incluye nada menos que la salud y la educación.

Hace ya unos años, un divertido anuncio publicitario enfrentaba a dos municipios, Villarriba y Villabajo, con motivo de sus fiestas patronales. Cada uno cocinaba el arroz por separado. A la hora de lavar la paella, los de Arriba, al parecer más avispados, utilizaban un mágico detergente que, en unos minutos, les permitía comenzar el baile antes que los de Abajo, que manejaban utensilios más ineficaces. ¿No hubiera sido más sensato compartir la paella y que se encargase de comprar el detergente un solo municipio, por ejemplo Villaenmedio?

Cómplices




La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.

Albert Einstein

jueves, 8 de diciembre de 2011

Pasividad y tolerancia


Entre los años 2003 y 2007 la Ertzaintza sólo detuvo a un terrorista de ETA, pero la pasividad y tolerancia que desvela este balance grotesco no acaban en la esfera policial. La educación y la cultura, por ejemplo, son esenciales para erradicar la violencia, especialmente entre los jóvenes. Habría sido más sencillo arrinconar a ETA, deslegitimándola totalmente ante la sociedad, si los textos escolares vascos hablaran de la banda como lo que es, un grupo terrorista sin ninguna razón remotamente razonable, y si los medios de comunicación y la Iglesia católica hubieran sido más beligerantes contra la violencia, más comprometidos con las víctimas y menos tentados por la neutralidad. Todavía en fecha tan tardía como agosto de 2007, el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, hablaba en una homilía de conseguir la paz mediante "cesiones por todas las partes de algunas de sus legítimas aspiraciones", admitiendo que los terroristas son una parte con legítimas aspiraciones. También hay que simpatizar con los empresarios y profesionales extorsionados, pero el dinero con el que compran su propia tranquilidad es utilizado para agredir y matar a quienes no pueden o quieren pagarla. Todavía es más grave que la extorsión etarra haya servido para crear tramas de corrupción en las haciendas forales vascas, al amparo de un falso principio de solidaridad con las fortunas expoliadas.


Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÄN

Cantó, "con muchas ganas de que empiece la acción"

miércoles, 7 de diciembre de 2011

De lenguas propias


El nacionalismo lingüístico ha impulsado la batalla por la supremacía lingüística como la batalla principal en su lucha por la hegemonía. Para justificarse, ha recurrido a una curiosa retorsión del léxico que impulsa una retorsión más agresiva de la realidad social. Las piezas principales de ese léxico contrario a los hechos son los conceptos de lengua propia y de normalización lingüística, en este orden. Los sociolingüistas al servicio del nacionalismo han creado el sintagma "lengua propia" para oponerlo al concepto empírico de "lengua materna", que como el adjetivo indica no denomina otra cosa que la lengua que adquirimos espontáneamente en el seno de la comunidad de lenguaje familiar, es decir, escuchando y hablando con la madre, padre, hermanos, abuelos, tíos, amigos de la familia -biológica o de adopción-, vecinos locuaces y demás deudos. O en el orfanato, si nos ponemos dramáticos. Es un concepto cristalino: cada cual tiene como lengua materna la que el azar del nacimiento le ha deparado. No hay en esto ni ideología ni identidad, solamente historia y biología.


Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

Un partido necesario

La opinión de Nacho Prendes en La Nueva España.


Desde hace una semana no hay conversación familiar, amistosa o profesional que no desemboque en una queja sobre lo injusto de nuestra ley Electoral, una ley que otorga siete diputados a un partido con 333.628 votos y sólo cinco a otro al que han votado más de 1.100.000 españoles. Muchos son los que se apuntan ahora el tanto de haber descubierto esta falla de nuestro sistema político, pero cuando hace cuatro años un partido recién constituido, UPyD, colocaba como punto central de sus propuestas la reforma del sistema electoral, eran legión los que nos acusaban de vivir fuera de la realidad. Es el proceso de sobra conocido por el que suelen pasar todas las nuevas ideas: primero se ningunea, luego se ridiculiza y finalmente se copia.

Ni se trataba, ni se trata, de defender las propias aspiraciones. Otros son tan perjudicados como nosotros por esta injusta ley, aunque nunca han colocado esta cuestión en el centro de sus propuestas, pero sí somos los más convencidos. Convencidos de que no sólo vivimos en una crisis económica de magnitudes desconocidas, sino que íntimamente relacionada con ésta, en su base misma, se encuentra una crisis política e institucional que confiere perfiles especialmente dramáticos a la crisis financiera global hasta convertirnos en el país campeón absoluto de paro. Una crisis de un modelo institucional especialmente complejo e ineficaz, incapacitado para la adopción de las medidas y reformas necesarias y que, en actitud suicida, entrega la llave de la gobernabilidad a los que tienen como aspiración confesa acabar con él.

A estas alturas algo está claro: la única espada que puede desatar este nudo gordiano es la reforma del sistema electoral. Una reforma que nos permita construir la democracia del siglo XXI, que no puede estar basada en otro principio que el de la igualdad real del voto. Que cada voto cuente lo mismo independientemente del territorio o la opción política elegida, para que las instituciones de representación política sean el reflejo fiel de la voluntad ciudadana. 1.140.242 electores entendieron este mensaje y nos prestaron su confianza, por eso UPyD es el único partido que sube en todas las circunscripciones, el que mayor subida de votos en términos absolutos y relativos experimenta y se convierte en la cuarta fuerza en votos absolutos y la tercera fuerza en cuatro comunidades autónomas y veintitrés capitales de provincia.

También la subida en Asturias es muy estimable, hemos pasado de 9.347 votos en 2008 a 24.747 escrutinios. Una subida de más de un 150 por ciento en un contexto especialmente difícil para un partido sin un solo concejal en nuestra comunidad y que ha dispuesto de unos medios ínfimos en comparación a los de los otros cuatro que han conseguido representación, es para sentirse muy satisfecho. Este crecimiento sostenido, peldaño a peldaño, desde nuestra fundación hace cuatro años hasta la representación institucional -que más pronto que tarde también llegará en Asturias- nos aporta solidez y la seguridad de saber que si algo es UPyD es un proyecto de futuro. Nada que ver con alguna «burbuja política» que tan bien conocemos en Asturias, de esas que a la postre resultan tan dañinas como las «inmobiliarias». Basadas en activos políticos ficticios, generan un hinchazón de entusiasmo que al estallar, de la mano de su vacuidad, dejan arrasado el campo político y, lo peor, contribuyen a aumentar el sentimiento de desánimo y desafección del ciudadano por los asuntos públicos.

Nuestro crecimiento tiene otras bases, en primer lugar es el fruto del trabajo desinteresado y voluntario de afiliados y simpatizantes, gente optimista y resistente, que nos permitieron hacer una campaña muy digna a pesar de la escasez de recursos. No tenemos detrás ningún grupo mediático, económico o grupo de presión de esos que disponen de mecanismos de promoción y defensa de intereses. Por eso nuestro lema de campaña, más que un eslogan, era una declaración de principios, ese «toma la palabra» que llama al compromiso y a la necesidad de recuperar la política, la buena política.

Además si algo ha sabido aportar UPyD es cohesión, compromiso y credibilidad. Cohesión como única manera de defender la autonomía de la política frente a los mercados y los puros intereses financieros, por eso pedimos unas instituciones europeas fuertes, una fiscalidad europea común y una mayor integración política y económica, pero también nos atrevemos a solicitar lo mismo para España y su modelo territorial, una España en la que prime la cohesión frente al particularismo y el sálvese quien pueda. Compromiso, un compromiso inequívoco con nuestras ideas y con nuestro programa, desde la libertad que otorga el no cargar ni con los pesados fardos de ideologías de otro tiempo, ni con la estructura clientelar que parasita a los partidos viejos.

Y finalmente la credibilidad que tanto necesitamos como país y que perdimos en los recovecos de una política errática, puramente táctica e incapaz de abordar las grandes cuestiones y reformas pendientes. Credibilidad que nosotros acreditamos con nuestra trayectoria de cuatro años defendiendo la necesidad de esas reformas estructurales desde la soledad de nuestra única diputada en el Congreso y que seguiremos defendiendo ahora de la mano de un potente grupo parlamentario.

Empezando por la necesaria reforma de nuestro sistema electoral que al igual que hicimos en abril de 2008, cuando se iniciaba la anterior legislatura, volveremos a plantear en el Congreso de los Diputados. Porque si algo han demostrado estas elecciones es que UPyD es un partido imprescindible, precisamente porque su única aspiración es convertir en posible lo que tanta gente sensata juzga como necesario.

Una lengua común a todos los ciudadanos


Pero, ¿a qué fines sirve la normalización lingüística?; ¿al restablecimiento del orden natural de las cosas, o al amor a la lengua de los ancestros? Si bien hay elementos sentimentales y románticos en esa política, que en muchos casos entran en el campo del puro delirio, la verdadera razón es más inconfesable -y lo verdaderamente natural, por otra parte, es que las lenguas cambien, se extingan y dejen lugar a otras-. El problema radica en que cualquier comunidad civil y política digna de tal nombre necesita una lengua común a todos los ciudadanos. No es desde luego un requisito indispensable: hay comunidades políticas divididas por la misma lengua; por ejemplo, Estados Unidos y Gran Bretaña, como decía Bernard Shaw com preciso sarcasmo, o los países latinoamericanos, o los árabes. Viceversa, existen comunidades políticas muy sólidas y plurilingües, como Suiza. O la propia España, ¿por qué no?


Movimientos cívicos, CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

martes, 6 de diciembre de 2011

La traición revelada


La opinión de Rosa Díez en El Mundo.



He dudado mucho antes de sentarme a escribir este artículo porque siento un profundo desasosiego ante la cuestión que voy a abordar.

Nunca se está suficientemente preparado para conocer y reconocer el mal; siempre se abriga una esperanza, aunque sea ligera, de que las cosas no sean tan horribles como aparentan.

Pero llega un momento en que no cabe ya albergar ninguna duda. Es ese momento en el que quien ha hecho el mal se siente impune, presume de sus fechorías e incluso quiere ganar dinero con el relato de las mismas.

El golpe llega cuando el macguffin de la paz deja de ser tal y se convierte en espanto; la bofetada, inmisericorde, golpea cuando lo perpetrado por quienes tienen el encargo de velar por que se cumpla la ley y se haga justicia hacen cosas que serían perseguibles de oficio en cualquier país en el que la separación de poderes fuera algo más que una declaración constitucional.
Pero el shock definitivo se produce cuando ese complot contra el orden instituido se pone en evidencia y nadie reacciona, y no pasa nada.

Hago estas consideraciones tras leer las dos primeras entregas del diario de la negociación entre el Gobierno y ETA escrito en comandita por el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, y el periodista de cabecera de José Luis Rodríguez Zapatero, Luis Rodríguez Aizpeolea.

Dos hombres que estuvieron en los pormenores de la traición tantas veces negada y tantas veces consumada por el Gobierno socialista y el PSOE.

Dos hombres que cuentan ahora con todo lujo de detalles lo que hicieron mientras lo desmentían e insultaban de paso a quienes lo denunciábamos y criticábamos; no me sorprende que los que nos vendieron ante ETA quieran vendernos ahora su historia de indignidad y sacar suculentos dividendos con ello.

Pero me asusta la falta de respuesta democrática ante estos hechos; me da más miedo el silencio que la propia traición.

Es, una vez más, el síntoma de una sociedad democráticamente imberbe, falta de cuajo, necesitada de una profunda regeneración. Una sociedad decente no aloja en su seno gobernantes dispuestos a mentir en nombre de una paz que no encierra sino la renuncia a defender los valores democráticos.

En un país que se respete a sí mismo no hay espacio para quienes traicionan los principios democráticos; tampoco lo hay para quienes por cálculo y/o por cobardía callan y otorgan.

El silencio tiene muchas caras. Quizá haya quien calla porque espera repartirse dividendos, aunque se opusiera cuando el proceso de claudicación ante ETA estaba en marcha; otros piensan que el fin justifica los medios, así que si ETA no mata no vale la pena pensar cuál ha sido el precio pagado.

Luego están los que se buscan una coartada para no hablar del asunto, los que prefieren mirar para otro lado mientras se proclaman amantes de la paz.

Son esas gentes que lo único que buscan es que les dejen en paz, seguir con su vida, no comprometerse con nada ni con nadie; son los que prefieren olvidar que centenares de españoles, conciudadanos suyos, arriesgaron y perdieron la vida para defender sus libertades.

Están también los que han llegado a la conclusión de que los enemigos de la paz somos nosotros, los que no estamos dispuestos ni a olvidar ni a callar; nos llaman intransigentes y nos culpan del mantenimiento del conflicto; a veces son los mismos que siempre acompañaron la estrategia de mimetizarse con la bestia para humanizarla; algunos nos odian más que a ETA porque no les dejamos que vivan en paz con su mala conciencia y con su mentira.

La historia de la indignidad de principios del siglo XXI en España tardará tres o cuatro generaciones en escribirse. Hará falta tiempo para que tomemos distancia, para que los protagonistas no se sientan culpables por acción u omisión, para que puedan hablar de ello sin pedir perdón en primera persona.

Y es que la historia de la indignidad tiene algunos nombres propios, pero los protagonistas han hecho su trabajo miserable porque una ingente mayoría de ciudadanos cobardes lo han permitido. Por eso digo que hace falta tiempo para que alguien cuente a nuestros nietos la verdad de este tiempo oscuro; porque quien más y quien menos ha sido cómplice de la felonía.

Sé que mucha gente que me tiene simpatía preferiría que no escribiera sobre estas cosas. Habrá quien me llame exagerada, quien me recrimine la crudeza de los términos que empleo, quien me acuse de no ser objetiva por ser vasca... Pero me consta que hay muchísimas personas que no tienen una tribuna en la que decir lo que piensan y que se encuentran tan aturdidas y avergonzadas ante la traición desvelada como yo; por eso no callaré.

Aunque a nadie represento, no callaré en nombre de los más de 300 crímenes de ETA que aún no han sido juzgados; no callaré en nombre de todos los que siempre creímos que con ETA no cabe negociación política alguna, que si se empieza a hablar con la banda terrorista de una sola de las reivindicaciones en cuyo nombre instauraron la primera víctima ya se ha traicionado a la democracia; no callaré en nombre de los que nos negábamos a creer que el PSOE pudiera caer tan bajo; no callaré en nombre de tantos compañeros y amigos que fueron asesinados por ETA mientras la banda hablaba con sus jefes de filas; no callaré en nombre de tantos hombres y mujeres buenos que vinieron desde pueblos remotos de España a recoger a sus hijos muertos, a sus maridos asesinados, a sus hermanos, a sus padres...; no callaré en nombre de todos esos nombres propios que no conocemos, de todas esas fotos de carné en blanco y negro que nos recuerdan cada día que hay asesinos vivos que aún no han sido juzgados, que aún no han pagado por sus crímenes.

No callaré porque un día creí en alguno de ellos, de los culpables de la traición; no callaré porque creí que me decían la verdad quienes siguen dirigiendo el Partido Socialista Obrero Español; no callaré porque me mintieron cuando pregunté si estaban negociando con ETA en el 2004, en el 2005, en el 2006...

No callaré porque nos engañaron a todos, porque siguieron negociando mientras los cuerpos de las víctimas aún estaban calientes; no callaré porque lo hicieron premeditada y alevosamente, porque fueron cobardes y mentirosos, porque nos faltaron al respeto. No callaré porque hemos de defender la democracia de sus enemigos y también de aquellos que no están dispuestos a protegerla.

Tampoco callaré ante el silencio estruendoso de quienes tienen más voz que yo pero prefieren callarse.

No callaré ante la hipocresía ni ante el cálculo partidista; no callaré para tener la fiesta en paz; no callaré si se empiezan a archivar expedientes, si se pone sordina, si se extiende el cloroformo, si deciden que por la paz un avemaría...

No callaré mientras haya un solo crimen de ETA sin juzgar, mientras una sola familia no haya podido hacer su duelo, no conozca el nombre de los asesinos de sus seres queridos, no haya sido recompensada por y con la justicia.

En España convivimos bien con la mentira; fíjense que nuestro particular Chamberlain y su estratega ni siquiera reconocieron que hubieran viajado a Múnich y a pesar de la mentira y de sus consecuencias millones de españoles siguieron votándoles.

Es desolador, lo sé; pero yo me niego a aceptar que no nos quede otro remedio que vivir en una sociedad que no se avergüenza de su indignidad colectiva; sé que existen millones de españoles esperando una señal para despertar de este letargo que les ha llevado a considerar la baja calidad de nuestra democracia más como una atmósfera que como un accidente, que diría Chesterton. Por eso, porque tengo fe en el ser humano, sigo escribiendo sobre estas cosas.

Por eso y porque hay 852 conciudadanos nuestros que ya no pueden hacerlo y que fueron asesinados para que otros pudiéramos seguir disfrutando de nuestra vida en compañía de nuestros seres queridos.

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