jueves, 31 de marzo de 2011

miércoles, 30 de marzo de 2011

martes, 29 de marzo de 2011

Una España, diecisiete españoles

La opinión de Manuel Martín Ferrand en ABC.

Dice Miquel Roca que «España es y debe ser reconocida como una realidad compleja». Así es en verdad y así viene siendo desde que Abderramán II, en Córdoba, festejaba chupando espárragos blancos como la nieve la llegada de la primavera, antes de que en la ribera del Ebro, donde hoy se cultivan los mejores, supieran de la existencia de un fruto tan apetecible como el que trajo al Califato un pintoresco andaluz del siglo IX, Zuryáb. El hecho de la complejidad, síntoma de riqueza en el muestrario, no debiera ser génesis de problemas mayores y si estos surgen es en función del empecinamiento igualitario con el que se trata de neutralizar —¿anular?— el festín de las diferencias.

Desde la Constitución de Cádiz, heredera de viejos demonios familiares, hemos reforzado un asfixiante centralismo que alcanzó su culmen en la última Guerra Civil, en la que las diferencias básicas entre los dos bandos eran ideológicas, pero sin enmiendas mayores a la condición jacobina del Estado.

Después, a la muerte de Francisco Franco, era indispensable una enérgica descentralización administrativa y política y, en ese entendimiento, el Título VIII de la Constitución del 78 marcó un camino que los hechos han ido distorsionando para, con trucos estatutarios, burlar los imprecisos límites que establece la Gran Norma.

Hay algo perverso en lo ideológico cuando se pretenden valorar en demasía algunos matices diferenciales. Por ejemplo, el disco más vendido estas últimas semanas —10.000 copias— entre todos los editados en España es obra del cuarteto Manel, 10 milles per veure una bona armadura. En puridad ese hecho tiene más de mercantil que de cultural, nada de nacionalista y menos que nada de separatismo centrifugador; pero si se enfatiza en la circunstancia menor de que es la primera vez que un grupo folk catalán alcanza el récord español de ventas, algo que no pasaba desde que Joan Manuel Serrat cantara D'un temps d'un paí, el fenómeno adquiere otra dimensión.

Café para todos

Seguramente la torpe doctrina del «café para todos» que, en los días constituyentes, anuló la más pragmática de «la tabla de quesos», es fuente de conflicto. Es natural que quienes somos diferentes en clima, tradiciones, alimentos, historia y hasta en voluntad queramos señalar nuestra diferencia. El problema deja de ser espiritual cuando cabe preguntar: ¿quién paga esas diferencias? Un médico de atención primaria del servicio andaluz de salud cobra por una guardia continuada de 24 horas 424 euros. La misma prestación laboral en Murcia le supone al facultativo una retribución de 648 euros. Eso no tiene nada que ver ni con la Macarena ni con la Virgen de la Fuensanta y, menos aún, con la bulería o el arroz en caldero del Mar Menor.

En Murcia, por otra parte, el mantenimiento de las Administraciones Públicas supuso en 2010 un esfuerzo fiscal de 8.553 euros por habitante. Un dato que contrasta con los 10.642 que es la aportación de los catalanes para el mismo fin, sobre una media nacional de 9.617. Pero no es cosa de reducir a números lo que es más fácil entender con ideas. Las 17 autonomías en que se divide la realidad española presente son, seguramente, una necesidad construida por la erosión de la Historia. Ese no es el problema, ni debiera serlo. Cuando hace un siglo y tres cuartos Javier de Burgos acometió la división de España en medio centenar de provincias todo fueron desajustes y problemas y pueden leerse en los periódicos de la época encendidas críticas a tal división administrativa. La Constitución tiene poco más de 30 años, es muy joven. El tiempo y la buena voluntad podrán hacerla buena.

Nuevos caciques

El caos no está en el concepto, sino en el uso. Sobrevolando sobre la singularidad de algunas autonomías uniprovinciales, con menos población que algunas capitales de provincia, y de otras pluriprovinciales sin mayores vínculos históricos internos, el hecho de una España y 17 modos administrativos no funde sus males en la pluralidad, sino en la falta de diferenciación y competencias que se acumula entre los distintos órganos de las administraciones. Son muchos los que hacen la misma cosa, la repiten.

La descentralización tiene su coste, pero también sus ventajas. Tantas más cuanto más capilar sea ésta. El refuerzo presupuestario de los Ayuntamientos sería un bien para todos, pero sin repetir funciones y responsabilidades. Sobran, por ejemplo, las diputaciones provinciales que constituyen un anacronismo en la España Autonómica. El equilibrio entre lo local, lo regional y lo estatal ha de ser cuidado al máximo. Con argumentos de coste y eficacia y no como blasón para el escudo de los nuevos caciques, el más dañino de todos los efectos arrastrados por la Organización Autonómica del Estado, en la que sobran instituciones, organismos, empresas públicas y figuras artificiales para que, a diferencia con los caciques del XIX, que se pagaban el poder de su bolsillo, los del XXI operen con cargo al dinero de todos.

Denostar las autonomías sería un error, reconducirlas a su dimensión constitucional y dentro del rigor presupuestario constituye una demanda urgente. Nos lo exigen —con otras demandas desoídas— nuestros socios europeos, los que ya se disponen al rescate de Portugal y, sobre todo, lo demanda el sentido común. No es de fácil explicación que, en Castilla-La Mancha el déficit público sea el 6,47 por ciento de su PIB regional, y la deuda el 16,5, y que en el País Vasco el déficit sea del 2,24 y la deuda del 7,4. En este asunto se están mezclando churras con merinas, sentimientos con presupuestos y gastos, y así no sale bien la cuenta.

Polvos estatutarios y crisis del catalanismo

La opinión de Juan Antonio Cordero en La Voz de Barcelona.

http://www.vozbcn.com/2011/03/29/64833/polvos-lodos-independentistas-catalanismo/

El racista siempre lo niega

domingo, 27 de marzo de 2011

Botín vota a Zapatero

Pensando en los que todavía creen que cuando votan al PSC o al PSOE votan a un partido de izquierdas os copio esta columna que firma Juancho Dumall, Director Adjunto de El Periódico de Catalunya.

No deja de resultar llamativo que Emilio Botín, primer empresario español, presidente de uno de los bancos más potentes del mundo, con una fortuna calculada en más de 1.500 millones de dólares, esté a favor de la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero, un socialista tachado de peligroso por los propagandistas del liberalismo y al que la oposición de derechas considera el máximo obstáculo para que España salga de la crisis.

El máximo mandatario del Banco Santander ha llevado tan lejos su apoyo al presidente del Gobierno como para pedirle ayer, ante la flor y nata del empresariado español, que aguante en el timón del PSOE hasta el final de la legislatura, dentro de un año. ¿Por qué? Pues porque Zapatero está impulsando un conjunto de reformas que van en la dirección que exigen los mercados internacionales, esos que con frecuencia se nos presentan como una nebulosa, pero que tienen cara y ojos... como los del señor Botín. Esos mercados quieren que el presidente español acabe su tarea, sin condicionamientos del calendario político. No hay tiempo ni para primarias en el partido, ni para elecciones anticipadas.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Julio Villacorta.Pacto de Conjunción y Sostenibilidad Nacional


http://juliovillacortabcn.blogspot.com/2011/03/pacto-de-conjuncion-y-sostenibilidad.html

Establecidos los tres ejes que conformarán el manifiesto electoral vayamos por el primero. Afirmaba en un anterior post que: “El eje identitario debería regirse por lo que podríamos denominar el modelo de conjunción lingüística y nacional.

Cataluña necesita un pacto, un auténtico pacto, el que no ha sabido hacer el PSC. Un pacto de sostenibilidad de las dos lenguas que siempre han convivido, un pacto de relatos históricos y sobre todo un pacto de proyecto. Un pacto en el que Barcelona es la pieza clave, por su historia, por su dimensión y por sus capacidades. Un pacto constitucional.

En la dimensión lingüística el Tribunal Constitucional ha identificado con acierto el concepto: el modelo de conjunción lingüística. En una de mis últimas participaciones en el Comité Ejecutivo del Plan Estratégico Barcelona 2000, me opuse a la consideración de hacer del inglés la tercera lengua. No faltaron las críticas y, por los bajines, las burlas. Me opuse porque sin tener resuelta de forma adecuada la conjunción catalán-castellano, la introducción formal en el discurso de la política lingüística de otra lengua de comunicación internacional como es el inglés, ocultaba la sibilina estrategia de ir creando las condiciones objetivas para acabar considerando al castellano como otra lengua extranjera más. Más o menos conocida, pero al cabo extranjera.

El modelo de conjunción lingüística debe sustituir al modelo de inmersión en el sistema educativo, al modelo de lengua propia en la administración, al modelo de lengua de acogida. Esta propuesta es clave si se quiere mantener el modelo del pacto constitucional.

Es de justicia y a ello habrá que agudizar el ingenio plantear también en lo nacional lo que la Constitución asumió: la existencia diferenciada de regiones y nacionalidades en el seno de una única nación. Bajo este principio el pacto de sostenibilidad que planteo debería incluir el reconocimiento nacional que corresponde al rango de nacionalidad que la Constitución posibilita atribuir a Cataluña. En su capital, Barcelona, es posible empezar a concretarlo.

El pacto que propongo y que podría denominar Pacto de Conjunción y Sostenibilidad Nacional podría resolver las aspiraciones del catalanismo político más extendido y del conjunto de la sociedad española en torno a una visión compartida: una sólida nación política, España, una lengua común oficial, garantía de igualdad de derechos e instrumento de comunicación internacional, y un reconocimiento de la pluralidad lingüística y nacional con garantía mutua de sostenibilidad.

UPyD puede ser una fuerza decisiva en la próxima legislatura en el Congreso de Diputados. Una UPyD con autoridad en Barcelona puede ser determinante en el nuevo equilibrio que se avecina; por ello la entrada de UPyD en el consistorio barcelonés podría ser el primer paso en la senda de un nuevo modelo de cohesión social en Barcelona, Cataluña y España. Vale la pena soñar con ello. Vale la pena la apuesta. Por eso se asume el riesgo.

martes, 22 de marzo de 2011

Ya que los malos políticos no se van, habrá que echarles

La alcaldesa de L´Hospitalet de Llobregat también infla su curriculum


http://www.naciodigital.cat/noticia/23410/alcaldessa/hospitalet/tamb/infla/curriculum

Julio Villacorta. Proyecto de Manifiesto Electoral

http://juliovillacortabcn.blogspot.com/2011/03/proyecto-de-manifiesto-electoral-i.html

He asumido el compromiso de presentarme como candidato a la alcaldía de Barcelona por UPyD porque creo que es el momento de devolverle a la sociedad y a los que están comprometidos en el proyecto que UPyD representa, lo que he recibido de todos ellos como ciudadano a lo largo de mi vida. En un momento de crisis como el actual no tendría sentido para mi dar un paso atrás abandonando el compromiso político o esperando una mejor oportunidad.

Hacerlo en el ámbito de la política municipal puede parecer extraño para aquellos que crean que en este ámbito, el más próximo al ciudadano, los problemas que se han de abordar están lejos de los que han configurado el ámbito de mi preocupación política a lo largo de mi vida política. Nada más lejos de la realidad.

En primer lugar porque desde la instauración de la democracia he desempeñado, en representación del PSC y de UGT, diversas funciones representativas--y por cierto, ninguna remunerada--en entes de carácter local como Barcelona Activa, agencia local de desarrollo económico de Barcelona y en el Plan Estratégico de Barcelona 2000, think-tank del pensamiento estratégico de la ciudad y su entorno que, con carácter trasversal, viene desempeñando una meritoria labor de síntesis para la gobernabilidad de la ciudad.

Hay otra razón para mí más importante que justifica la decisión tomada. Creo que puedo afirmar sin rubor que me siento orgulloso de mi militancia en el PSC durante estos treinta años y que por ello no reniego del espectacular avance que ha experimentado esta sociedad, la española, la catalana y la barcelonesa a lo largo de este período. Tengo derecho, por lo tanto, a sentirme partícipe de este hecho y a extraer de él un argumentos y activos para mi propuesta electoral.

La acción municipal del PSC en el que yo participé muy activamente fue construyendo desde la política local, un referente de modelo de cohesión social que, no sin contradicciones, permitía proyectar una Cataluña plenamente identificada en el proyecto común español. Es cierto que no sin contradicciones. El soberanismo, soterrado, estuvo siempre latente en el PSC esperando su oportunidad. Es a partir de la crisis que Pascual Maragall, alcalde, tuvo con la Federación de Barcelona con Antonio Santiburcio a la cabeza, cuando los soberanistas dan un golpe de timón decisivo para la trayectoria del PSC en Barcelona y por lo tanto en Cataluña. De aquel golpe de timón salió la candidatura de Maragall a la Generalitat, el tripartito, el nuevo estatuto, la sustitución de Maragall por Montilla, la desorientación general por falta de liderazgo, la sentencia del Tribuna Constitucional, la manifestación soberanista con apoyo del PSC y el desastre final con la puntilla de la crisis económica. Obsérvese que contemplando globalmente esta secuencia de acontecimientos políticos, se entiende mucho mejor la irrupción en Cataluña de un independentismo y soberanismo que hasta hace poco era testimonial. Alguien les preparó el camino.

Resumiendo, dos circunstancias, a mi parecer, hacen que estas elecciones municipales de 2011 sean unas elecciones singulares. En primer lugar la crisis económica de carácter sistémico en la que estamos inmersos todos y que se superpone a los déficits estructurales de la economía española. En segundo lugar la crisis política y social que, desde que se abrió la puerta a los estatutos de segunda generación, se abate sobre el proyecto nacional que la Constitución instauró.

Por ello, ahora, no solo es legítimo sino que es urgente y prioritario concebir, proponer e impulsar un giro en el modelo de cohesión social que, desde el ámbito local, pueda servir de nuevo referente en Barcelona y en el conjunto de municipios de Cataluña que perciben con preocupación la actual situación, y recuperar con este giro la senda de progreso que Barcelona, y con ella Cataluña y el resto de España necesitan.

El desafío que me he planteado y que deseo compartir con todo mi partido es el de plasmar en medidas concretas los elementos que conforman un nuevo modelo de cohesión social con las líneas trazadas por el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona para el período 2010-2020.

El modelo de cohesión social que el PSC desarrolla desde hace tiempo y pretende mantener está basado en reducir Cataluña al catalanismo usando par ello todos los instrumentos a su alcance. Es en el fondo el modelo que el PSUC planteó durante la clandestinidad porque de hecho es el reflejo de una cultura totalizante y una voluntad autoritaria. Ningún partido ha sido tan permeable a los dirigentes del PSUC como el PSC, Monserrat Tura es la guinda de este hecho.

El modelo de cohesión social a impulsar debe respetar la pluralidad y la libertad y articularse en torno a tres ejes: el eje identitario, el eje ideológico y el eje territorial. El eje identitario debería regirse por lo que podríamos denominar el modelo de conjunción lingüística y nacional. El eje ideológico por lo que sería un modelo contractual abierto en las relaciones de producción. El eje territorial por lo que sería un modelo que busque la eficiencia paretiana en la asignación de recursos limitados a necesidades ilimitadas entre ámbitos territoriales distintos que comparten economías de escala.

De todo ello hablaré en las próximas entradas reescribiéndolo, si fuera necesario, en función del debate que a partir de ahora surja.

De antemano gracias a todos los que entren en él.

domingo, 20 de marzo de 2011

Para ver buen fútbol no hace falta salir de L´Hospitalet

Julio Villacorta.Presentación del proyecto

http://juliovillacortabcn.blogspot.com/2011/03/presentacion-del-proyecto.html

Mi candidatura, como cabeza de lista de UPyD por la ciudad de Barcelona en las próximas elecciones municipales, se explica por la profunda preocupación que siento por el creciente desapego que se está produciendo entre parte de la sociedad catalana y algunos sectores del resto de la sociedad española. Se entenderá lo de parte, algunos y el resto, porque no quiero contribuir lo más mínimo a que ese síntoma adquiera el carácter de categoría universal.

Soy consciente de que las tensiones sociales, políticas y económicas forman parte de la realidad en todas partes y en cualquier tiempo. Son inherentes a la condición humana y son, junto a otros, motores de la evolución y progreso de nuestra especie. Pero su dinámica, sus interrelaciones y la retroalimentación de sus efectos es propicia a que en algún punto, en algún momento se pueda producir la ruptura del sistema o, cuanto menos, su agrietamiento.

Muchos pueden pensar que esta temática no corresponde al ámbito de la política municipal; sin embargo, creo que es precisamente en este ámbito, el más próximo al ciudadano donde se tiene que actuar para que el sistema político identifique con realismo los puntos críticos, analice sus características y proponga las soluciones.

En el marco de una sociedad dinámica como la nuestra el concepto de cohesión social es un concepto elástico. Desde siempre, en el frontispicio del discurso del catalanismo político más responsable, se ha situado la preservación de la cohesión social en Cataluña. Pero también desde siempre los hechos consumados impuestos por el catalanismo político, se han mantenido mediante la amenaza de quebrar la cohesión social. La contradicción entre el discurso y la acción, hábilmente disimulada, no nos ha pasado desapercibida a quienes nos preocupa también la cohesión social española.

En este blog, bajo la etiqueta de “Proyecto” iré desgranando mi análisis y mis propuestas de acciones dirigidas a encontrar una nueva forma de vertebrar la cohesión social que, tomando como origen la ciudad de Barcelona, mi ciudad, representen una alternativa al actual proyecto totalizante, por normalizador, del catalanismo político. Si la gobernabilidad de Barcelona es posible con esta nueva fórmula, lo será la de Cataluña y lo tendrá que ser la de España.

¡Despierta y muévete!

Rosa Díez en La 10 Noticias

sábado, 19 de marzo de 2011

viernes, 18 de marzo de 2011

jueves, 17 de marzo de 2011

30 años del Manifiesto de los 2300

Tribu

Concejales del PSC van abandonando el barco

http://www.democracia-trespuntocero.org/index.php/es/noticias/otras-noticias/174-dimision-irrevocable-psc


No es que el PSC no represente a los catalanes... es que no representa ni a sus concejales.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Julio Villacorta. Los tres ejes

http://juliovillacortabcn.blogspot.com/2011/03/los-tres-ejes.html
En mi anterior entrada planteaba mi propuesta de manifiesto electoral para Barcelona sobre la base de tres ejes: el identitario, el ideológico y el territorial. Es conveniente explicar porqué. Hasta ahora el plano de la política catalana se ha dirimido en dos ejes sobre los que se situaba a la sociedad y a los partidos políticos que la pretendían representar. Los dos ejes eran el ideológico, izquierda y derecha, y el identitario, en términos de sentimiento de pertenencia nacional, catalán o, y, español. Creo que la realidad es siempre más compleja que los modelos que construimos para explicarla, y creo que en el caso de Cataluña no procede confundir la dimensión identitaria con la dimensión territorial. Me explicaré.

Los conflictos de intereses ligados a las necesidades de los ciudadanos que habitan un territorio frente a los ciudadanos que habitan otro territorio, colindante o no, pero sometidos a la ley de suma cero en el reparto de recursos disponibles para atender sus necesidades, no son iguales a los conflictos que se derivan de la existencia de diversas identidades que conviven en un mismo territorio.

Un ciudadano de Vic que por motivos laborales—temporales o definitivos, eso nunca se sabe—esté viviendo en Madrid, puede tener muy clara la afirmación de su catalanidad y se alinee por ello con un partido catalanista y sin embargo, en términos de sus intereses logísticos vinculados al día a día, le interese apoyar inversiones territoriales vinculadas a su lugar de residencia: necesitará el metro, o un sistema sanitario bien dotado y cerca de su casa o un sistema educativo de buena calidad para sus hijos en su barrio. En los mismos términos lo hará un ciudadano de Lugo que esté trabajando en Sevilla, o un ciudadano de Carmona que trabaje en Barcelona.

Seguro que hay muchos ciudadanos a los que esto no les pasa--a algunos de Iznájar parece ser--pero suele ser habitual en estos tiempos en los que ya no se viaja en tartana. Quizás pasaba antes, a principios del siglo pasado, pero ahora ni siquiera los que se mueven entre continentes asumen el desarraigo como el impuesto que tienen que pagar por su movilidad. Los viajes low-cost e internet han conectado el mundo entero de forma definitiva e irreversible.

Este nuevo fenómeno social seguro que aún no está claro qué perfil va a adoptar con el tiempo pero apunta ya con solidez y a él nos tendremos que adaptar todos. Este fenómeno en el caso de Barcelona y por extensión Cataluña tendrá, como no podía ser menos, sus propios perfiles. Ya se sabe que aquí lo propio prima y con propiedad lo iremos analizando.

La Generalitat vincula el conocimiento del catalán para certificar la integración de inmigrantes

Noticia publicada en El País.

El Gobierno de la Generalitat ha respondido hoy al sondeo publicado ayer y que certificaba que un 25% de los catalanes tiene actitudes claramente racistas. Sin criticar estas actitudes, el Gobierno de CiU ha anunciado unas inconcretas medidas de mano dura que pasan por aplicar a rajatabla la ley de Acogida de Inmigrantes aprobada por el anterior Gobierno.

Concretamente, el Gobierno de Artur Mas pretende dar máxima relevancia al grado de conocimiento del catalán de los inmigrantes a la hora de que los ayuntamientos les otorguen el certificado de arraigo. El portavoz del Gobierno, Francesc Homs, ha explicado que el Ejecutivo considerará "requisito muy determinante" el grado de conocimiento del catalán. Sin embargo, no ha aclarado cómo piensa el Gobierno catalán evaluar el nivel de conocimiento de esta lengua.

En realidad, la Generalitat tiene pocas competencias para influir en el certificado de arraigo de los inmigrantes. La ley de Acogida prevé que el Gobierno catalán emita un certificado previo para orientar a los ayuntamientos sobre si el inmigrante ha alcanzado un nivel suficiente de conocimiento de la sociedad que le rodea. Este certificado, que no es vinculante, se emite después de que el inmigrante asista a unos cursillos organizados por la Generalitat en los que el catalán es un elemento más pero no el único: también se les enseña cuestiones sobre el marco laboral y legal.

Sobre la ley de Acogida pesa un recurso ante el Tribunal Constitucional. Lo impuso la defensora del Pueblo, María Luisa Cava de Llano, por considerar que el castellano queda marginado de esta ley. El motivo es que el texto prioriza la enseñanza del catalán como lengua "de acogida" por encima del castellano.

Certificados de inmigración a parte, el Gobierno catalán también ha dado hoy marcha atrás en algunos de los recortes de personal aprobados las últimas semanas y ha acordado hoy cubrir la mitad de las bajas de cualquier tipo en la administración de justicia, para garantizar así el buen funcionamiento de los juzgados, que se encuentran al borde del colapso debido a las limitaciiones a la sustitución de vacantes.

El Ejecutivo catalán también ha aprobadocubrir la mitad de las vacantes del personal de administración y servicios adscritos a los colegios y servicios educativos públicos. Esto incluye, además de los administrativos, el personal que realiza tareas de apoyo a la actividad docente, así como el de guarderías o profesionales de centros de educación especial.


Se repite la historia. El mismo comportamiento que se tuvo con los ciudadanos que vinieron de otros lugares de España se está teniendo con los que vienen de otros lugares del mundo. En Catalunya hay dos lenguas oficiales y la Generalitat debe incentivar el conocimiento de ambas pero la obligación sólo provoca ciudadanos de tercera. Una actitud atroz. Inmigrantes que vienen a España y se encuentran una barrera idiomática.

¿Sabías que ...? IVA-SICAV

martes, 15 de marzo de 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

domingo, 13 de marzo de 2011

¿Sabías que ...? canon

Toni Cantó se pringa en política

Esta noche Tele 5 estrena "Vida Loca", serie protagonizada por Toni Cantó. Por esta razón El Periódico de Catalunya le ha realizado un entrevista en la que también habla de política.


- ¿Es cierto que está dispuesto a saltar a la política y presentarse a diputado por el partido de Rosa Díez?
-

- Creo que hace falta que las cosas cambien. Yo apoyo plenamente a UPyD porque es el único partido capaz de ofrecer una alternativa al bipartidismo que provoca el sistema. Esa dejadez hace que a la gente le dé pereza cambiarlo: cree que es imposible. Pero eso es mentira: sí se puede cambiar. Hay que votar para poder quejarse. Hay que intentar priengarse en política, porque el país lo necesita. Los dos partidos mayoritarios y los nacionalistas no están a la altura de lo que hace falta para levantar el país.

-Entonces, está dispuesto...

- Colaboro en temas de cultura. No sé si entraré en las listas, porque en mi partido sí hay primarias reales, a diferencia del PSOE. Pero sí: a mí me gusta mucho la política.

Rosa Díez: "No hay nadie que niegue que SORTU es Batasuna y, por tanto, ETA".

sábado, 12 de marzo de 2011

Sobre el famoso Manifiesto de los 2.300


Amando de Miguel en LIbertad Digital.

Han pasado 30 años desde la primera publicación del Manifiesto por la igualdad de los derechos lingüísticos en Cataluña. El lapso de 30 años es una unidad natural en Demografía, el de una generación, la distancia temporal que separa a los padres de los hijos. Está bien que los padres de aquel documento expliquen algo a sus hijos, los que han recogido la antorcha.

El Manifiesto no fue una consecuencia del 23-F, el intento de cuartelazo de 1981. La prueba es que el texto del Manifiesto (en el que yo no intervine) circuló a finales de 1980. Se publicó el 12 de marzo de 1981 (por Diario 16) porque ningún otro medio quiso hacerlo. Por ejemplo, El País editorializó repetidamente contra el Manifiesto, pero no lo publicó hasta varios meses después.

El Manifiesto recuerda irónicamente el "Manifiesto de los intelectuales" franceses de 1898, encabezados por Emilio Zola, como protesta contra el antijudaísmo del Gobierno de Clemenceau. Ahí aparece por primera vez el sustantivo "intelectual". Los intelectuales son los que se manifiestan contra las injusticias en la época del periodismo de masas.

El Maniifiesto de 1981 anticipa y denuncia la política de inmersión lingüística y de normalización de la lengua catalana. Esas expresiones melifluas significan el propósito de orillar el castellano de la vida pública catalana, especialmente de la enseñanza. Lo curioso es que esa política la defienden muchos medios que se escriben en castellano. La paradoja se explica porque la realidad social catalana es la de una comunidad con dos lenguas.

La política de inmersión y de normalización tuvo un éxito aparente porque, efectivamente, el castellano se vio desplazado de la vida pública de Cataluña. Pero la profecía resultó autoderrotante porque el castellano se siguió utilizando en la vida cotidiana y en los medios de comunicación. Esa persistencia se explica porque, durante la última generación, el idioma español ha pasado a ser de verdadera comunicación internacional. Después del inglés, el idioma que más se aprende en el mundo es el español. Ante esa fuerza natural, hacen bien los catalanes en seguir con el castellano, aparte del catalán cuando procede por razones familiares. Por otro lado, la costumbre en Cataluña durante siglos es que las dos lenguas (sus hablantes) han convivido con toda naturalidad.

El peor efecto de la política de inmersión y de normalización del catalán ha sido que Barcelona ha dejado de ser la capital de la cultura del mundo hispánico. Esa capitalidad corresponde hoy a Madrid, paradójicamente, después del Estado de las autonomías. Barcelona se ha convertido en una ciudad provinciana y cerrada, cuando antes era tan porosa y cosmopolita.

La reacción de los políticos y los intelectuales frente al Manifiesto ha sido pródiga en disparates. Por ejemplo, a los firmantes se nos tachó de anticatalanes. Cierto es que muchos de nosotros huimos de Cataluña, pero porque nos sentimos amenazados. Baste recordar el secuestro y el tiro que recibió Federico Jiménez Losantos, el más vocal de todos nosotros. Pero resulta un absurdo que fuéramos anticatalanes por la sencilla razón de que nos sentíamos españoles. Lo que pretendíamos era algo tan simple como que Cataluña siguiera disfrutando de las dos lenguas. El bilingüismo es una situación corriente en casi todos los países europeos, excepto en Islandia y Portugal. El bilingüismo solo se puede tratar con el principio de libertad.

Otra crítica, aún más malévola, fue que los firmantes queríamos volver al franquismo o incluso que éramos una especie de fascistas. La verdad es que los firmantes que yo traté eran entonces más bien proclives al Partido Socialista y, en todo caso, aborrecían la dictadura franquista. Cierto es que abominábamos el nacionalismo catalán, pero por ser provinciano y reaccionario. Nuestra protesta era más cultural que política. Es decir, corta los límites de las distintas ideologías políticas.

Lo malo de los presagios adelantados en el Manifiesto es que acertamos. Puede, incluso, que nos quedáramos cortos. Por ejemplo, la política de inmersión y de normalización lingüística ha sido aceptada en toda España por muchas personas influyentes, instaladas en distintas ideologías.

Losantos sobre el Manifiesto de los 2.300

Bárbaros


Algunos han venido de las fronteras y contado que los bárbaros no existen.


C. P. CAVAFIS,
Esperando a los bárbaros

jueves, 10 de marzo de 2011

Hace 7 años

Porque tengo hijos (y 42).

Con este post acabo la serie dedicada a "Porque tengo hijos", el libró de Rosa Díez.


Mi padre nos habló mucho a mis hermanos y a mi de la Guerra Civil. Quiso que conociéramos y que no ovidáramos. Para que la historia no se repitiera. No nos enseñó a odiar, ni quiso ganar la guerra con efectos retroactivos. Nos enseñó a ganar la democracia, a ganar el futuro. Por eso siempre valoró de forma muy notable la transición; porque vivió los horrores de la guerra y de la posguerra luchó siempre para que esa historia no se repitiera en sus hijos y en sus nietos.

Reflexiones de David Ortega

El derroche del Estado Autonómico


La Vanguardia en catalán

La opinión de Jesús Royo en La Voz Libre.
El diario insignia de Cataluña, 'La Vanguardia', tendrá doble versión a partir del mes de mayo, en castellano y en catalán. Desde su fundación, hace un siglo largo, es la primera vez que se publica 'La Vanguardia' en catalán. Hay que felicitarse por ello, sin duda alguna. Es un signo de normalidad y de servicio al ciudadano que hay que encomiar sin reserva. O casi.

De hecho, en mi libro 'Una llengua és un mercat', de hace veinte años, lo puse como ejemplo de normalidad. Decía que, si una lengua es un mercado, la señal de la normalidad del catalán sería el día en que las páginas de anuncios por palabras de 'La Vanguardia' fueran en catalán. Cierto que el peso de esas páginas en la sociedad catalana ha caído desde entonces: hoy apenas son cuatro páginas, cuando entonces solían ocupar la mitad del diario, y eran el reflejo más conspicuo de todo el mercado menudo, interpersonal, de los catalanes. Ahora el mercado impreso se ha diversificado, y junto a los diarios tradicionales -'El Periódico', 'La Vanguardia'- se ha trasladado a revistas locales, con predominio en catalán, y a internet, con predominio en castellano. 'La Vanguardia' ya no es el ágora central que antes era. Pero cuando leí la noticia el domingo pasado sentí la satisfacción de haberlo pronosticado veinte años antes. No es poco, en un tiempo en que las peores crisis se nos cuelan sin avisar.

Aunque todo tiene su lado oscuro. Resulta que los diarios en castellano se catalanizan, pero no sucede al revés. Nos puede dar la sensación -y sembrar la alarma- de que la versión doble de 'La Vanguardia' es un paso más hacia la catalanización total, tal como ya pasa en la administración y en la enseñanza. Cuando los catalanistas hablan de bilingüismo y de igualdad, suele ser para superarlos pasado un tiempo prudencial, y entonces el nuevo objetivo es llegar al monolingüismo 'normal'. Todas las revistas comarcales son monolingües en catalán: allí no rige -ni regirá jamás- la versión doble. Nadie va a pedir, por ejemplo, el Avui en castellano. Sería un contrasentido: porque el mensaje principal del Avui es que está escrito en catalán: lo que dice importa poco, importa cómo lo dice. Lo que en los diarios en castellano es utilitario, accidental, la lengua en que están escritos, en el Avui es esencial, categórico y determinante. En mi libro rechazaba el uso sagrado de la lengua catalana, porque eso nos llevaba directamente fuera del mercado, a la liturgia, al uso conmemorativo, lapidario y no comunicativo de la lengua. La lengua como insignia, como marca de identidad. Contraponía el Avui, un diario conmemorativo, que no necesitaba ser leído, a 'La Vanguardia', el verdadero mercado lingüístico catalán, que tenía lugar en castellano. El castellano era la lengua estándar de Cataluña. Pero por obra de la tecnología -la traducción automática entre castellano y catalán es muy eficiente- eso va a dejar de ser así. El mercado comunicativo catalán va a poder ser bilingüe, en gran manera, y a petición del interesado.

Sabemos que la versión catalana de los diarios en castellano no es, como pudiera parecer, un movimiento espontáneo del mercado comunicativo, no. Es un acto deliberado y corresponde a una política institucional que surge del Consorci de Política Lingüística. Igual que la publicidad en catalán, igual que la rotulación de los comercios, igual que las multas lingüísticas. Allí se plantearon un día que con subvencionar a los diarios en catalán no había suficiente, que incluso podía ser contraproducente, porque ocupaban un territorio ya marcado de antemano, con lo que justificaban indirectamente que el territorio 'no marcado' fuese de expresión castellana. De ahí el empeño en amparar la operación de versión doble de 'El Periódico', que ha funcionado bien, y ahora de 'La Vanguardia'. Me imagino la cantidad de estudios, estadísticas y promesas que habrán utilizado con un transatlántico como 'La Vanguardia' para llegar a convencerle de dar un paso como este. Pero ya digo: pese a todo lo que haya detrás, quizá no todo limpio, hay que felicitarse de las dobles versiones de los diarios. Primero, porque dan la medida real de la demanda en cada lengua. Y segundo, porque ratifican un uso lingüístico equitativo y neutral, en el que la opción de lengua corresponde al usuario, al cliente, al ciudadano. O sea, tal como dijo el TC que debía ser el uso de las lenguas oficiales, en su famosa sentencia.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Porque tengo hijos (41).


No queremos una paz en la que los verdugos vuelvan a casa entre honores mientras las víctimas se sienten solas y marginadas. No queremos una paz que expulse del País Vasco a quienes más han resistido frente al fanatismo y al terror. No queremos que en nosotros se repita la historia de tantos judíos tras la Segunda Guerra Mundial: hubo más suicidos de judíos en la Alemania de la posguerra que durante los años que ésta duró. Muchos judíos resistieron los campos, la persecución, el oido de los nazis; pero no pudieron resistir la marginación, la indiferencia y el silencio de la democracia.

lunes, 7 de marzo de 2011

Pasan los años y nada cambia.

Felipe V o la Monarquía española vista desde Estados Unidos

Porque tengo hijos (40).


Que no se nos olvide. Nuestros padres no quisieron que heredáramos la paz de Franco. No es la paz de ETA lo que hemos de legarles a nuestros hijos. No se trata sólo de que no haya más víctimas mañana. Se trata de derrotar al totalitarismo, de deslegitimar su historia. Se trata de recuperar la democracia plena y la libertad. Ésa es la herencia que les debemos dejar a nuestros hijos. Que no se nos olvide.

domingo, 6 de marzo de 2011

miércoles, 2 de marzo de 2011

Julio Villacorta: Cataluña es más que el catalanismo.


Celestino Corbacho ofreció ayer una conferencia en Ágora Socialista. Julio Villacorta, candidato a la Alcaldía de Barcelona por UPyD nos hace la crónica del acto.

http://juliovillacortabcn.blogspot.com/2011/03/cronica-desde-el-agora.html#comment-form

¿Sabías que...? - Luz.

David Ortega con Federico Jiménez Losantos.

martes, 1 de marzo de 2011

4 menos.

Sin tu voto no son nada

¿Sabías qué...? Ley electoral

El hundimiento de Hitler y el de Zapatero

La opinión de Carlos Carnicero en El Periódico de Catalunya.


Hay paralelismos cogidos con pinzas que, sin embargo, no resisten la tentación del escritor. Me refiero a la película El hundimiento, donde se relatan los últimos días de Hitler en su búnker de Berlín. Como voy a hablar de la resistencia de Rodríguez Zapatero a reconocer el desmoronamiento del PSOE, debo aclarar, para no inducir a equívocos, que la comparación solo se refiere a la metodología de la pérdida del poder y no a la naturaleza evidentemente antagónica de los dos personajes.

Los historiadores coinciden en que el fracaso de la ofensiva de las Ardenas sentenció definitivamente la segunda guerra mundial. Pero la locura de Hitler siguió haciéndole creer en la existencia de las divisiones que solo existían en sus mapas. Ahora el escándalo de los ERE de Andalucía se constituye en las Ardenas del PSOE. Las encuestas revelan su caída en picado, no tanto por la revalorización del PP como por la espantada en las filas socialistas.

La rebelión es sorda y sigilosa, porque nadie se atreve a decirle a Zapatero que sus divisiones son de papel. Y la marca PSOE se ha vuelto un inconveniente que a muchos líderes locales les gustaría esquivar. Pero la historia está llena de ejemplos de suicidios políticos y militares. Napoleón debería saber que el invierno ruso era invencible. Más de 200.000 soldados murieron en la retirada de Moscú por un arma inexpugnable: el frío.

Zapatero simula que no ocurre nada que no sea reversible. No reacciona y su hoja de ruta permanece aparentemente inalterable contando con divisiones que ya no tienen carácter operativo. Las últimas encuestas demuestran que la línea de defensa de Andalucía ya no resiste los embates del ejército del PP. El hundimiento del PSOE promete ser espectacular, pero no hay reacción posible cuando el talento solo se sustenta en la convicción de estar ungido por la suerte. La debacle puede ser histórica. Y Rajoy, como hicieron los rusos, solo tiene que esperar que el frío que rodea al PSOE termine por hacer su labor.